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El Secretario de Estado Mike Pompeo llegó el martes a la capital de Arabia Saudí, Riad para ahondar en la investigación sobre la desaparición del periodista Jaml Khashoggi y para obtener el compromiso de una investigación “transparente y completa” a las autoridades saudíes,.

Ese mismo día, Arabia Saudí, quien ya había adquirido un compromiso público de pago, entregó 100 millones de dólares a Estados Unidos.

El montante se destinaría a apoyar las acciones de EEUU en el noreste de Siria.

El Departamento de Estado de EEUU negó conexión entre el pago y las conversaciones de Pompeo con los funcionarios saudíes sobre el caso Khashoggi.

Trump ha reconocido la privilegiada relación que EEUU mantiene con Arabia Saudí: “Son un aliado y un comprador tremendo, no solo de equipos militares, sino también de otras cosas”.

Trump está liderando la ofensiva de presión internacional por la desaparición del periodista.

“Quiero saber qué sucedió, de quién es la culpa, y probablemente lo sabremos antes de que acabe esta semana”.

Ha afirmado que quiere revisar las grabaciones de audio y vídeo relacionadas con el caso, “si existen”.

El que fuera rival de Trump en primarias, el senador Marco Rubio ha dicho: “Si Trump no hace nada, el Congreso lo hará”, en referencia a posibles sanciones si se termina por confirmar la implicación de Arabia Saudí en el crimen del periodista.

Según Rubio, la “credibilidad moral” de EEUU está en juego y si se confirman las implicaciones de la monarquía saudí en el asesinato “valdría la pena” valorar romper relaciones con Riad.

Medios y analistas no creen que las agencias de inteligencia de Estados Unidos no hayan tenido acceso ya a las grabaciones que revelarían las torturas que padeció el periodista saudí en el consulado.

A la cuestión de por qué no ha pedido al FBI que investigue el caso o ayude a Turquía en el caso, Trump contestó que Khashoggi “no era un ciudadano” estadounidense, aunque sí vivía en Washington.

Trump aseguró recientemente en entrevista a Fox Business, que no quiere alejarse de Arabia Saudí, porque es un aliado demasiado importante.

“Necesitamos a Arabia Saudí en términos de nuestra lucha contra todo el terrorismo, y de todo lo que está pasando en Irán y en otros lugares”, indicó.

“Espero que el rey (de Arabia Saudí, Salman) y el príncipe heredero (Mohamed Bin Salman) no supieran nada sobre ello. Ese es un factor muy importante para mí”, agregó Trump, en referencia al posible asesinato de Khashoggi.