Ante la desagradable decision del presidente de EE.UU., Donald Trump, al ordenar el despliegue de la Guardia Nacional de Estados Unidos en nuestra frontera mexicana, rechazamos en todos sus términos esa acción beligerante e inhumana, que atenta a la dignidad de nuestros hermanos migrantes: nacionales, centroamericanos y del mundo!…
Ahora mas que nunca el presidente de EE.UU, Donald Trump y el presidente de México, Enrique Peña Nieto; así como los actores políticos, sociales, académicos, empresariales, líderes de opinión y ciudadanos de ambos países, debemos hacer votos para que con hechos busquemos la hermandad para la convivencia y productividad en el marco de paz, bienestar, corresponsabilidad que consolide la confianza y evitar la violencia.
En el esfuerzo de suma de voluntades está no vulnerar la dignidad de los migrantes como un legítimo derecho natural de lucha por el bienestar personal y de sus familias, buscan integrarse a núcleos sociales para garantizar convivencia y estabilidad social.
Bien vale retomar el mensaje del Papa Francisco, pronunciado en la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, 14 de enero del 2018: “Queridos hermanos y hermanas: «El emigrante que reside entre vosotros será para vosotros como el indígena: lo amaras como a ti mismo, porque emigrantes fuisteis en Egipto. Yo soy el Señor vuestro Dios» (Lv 19,34).
CONSECUENTEMENTE, NI MAS… NI MENOS… SOLO LO JUSTO!…
Ante el en conflicto promovido por presidente de EE.UU., Donald Trump, al ordenar el despliegue de la Guardia Nacional de Estados Unidos, es necesario recomendarle al Sr. Trump las sabias reflexiones del Papa Francisco, que refiere: “al respecto, deseo reafirmar que «nuestra respuesta común se podría articular entorno a cuatro verbos: acoger, proteger, promover e integrar a los inmigrantes y refugiados».
Considerando el escenario actual, “acoger significa, ante todo, ampliar las posibilidades para que los emigrantes y refugiados puedan entrar de modo seguro y legal en los países de destino. En ese sentido, sería deseable un compromiso concreto para incrementar y simplificar la concesión de visados por motivos humanitarios y por reunificación familiar”.
Proteger, “se conjuga en toda una serie de acciones en defensa de los derechos y de la dignidad de los emigrantes y refugiados, independientemente de su estatus migratorio. Esta protección comienza en su patria y consiste en dar informaciones veraces y ciertas antes de dejar el país, así como en la defensa ante las prácticas de reclutamiento ilegal.En la medida de lo posible, debería continuar en el país de inmigración, asegurando a los emigrantes una adecuada asistencia consular, el derecho a tener siempre consigo los documentos personales de identidad, un acceso equitativo a la justicia, la posibilidad de abrir cuentas bancarias y la garantía de lo básico para la subsistencia vital”.
Promover, “es esencialmente trabajar con el fin de que a todos los emigrantes y refugiados, así como a las comunidades que los acogen, se les dé la posibilidad de realizarse como personas en todas las dimensiones que componen la humanidad;,garantizando a todos los extranjeros presentes en el territorio la libertad de profesar y practicar la propia fe”.
“Muchos emigrantes y refugiados tienen cualificaciones que hay que certificar y valorar convenientemente. Así como «el trabajo humano estádestinado por su naturaleza a unir a los pueblos», animo a esforzarse en la promoción de la inserción socio-laboral de los emigrantes y refugiados, garantizando a todos —incluidos los que solicitan asilo— la posibilidad de trabajar, cursos formativos lingüísticos y de ciudadanía activa, como también una información adecuada en sus propias lenguas. En el caso de los emigrantes menores de edad, su participación en actividades laborales ha de ser regulada de manera que se prevengan abusos y riesgos para su crecimiento normal”.
Integrar, “se pone en el plano de las oportunidades de enriquecimiento intercultural generadas por la presencia de los emigrantes y refugiados. La integración no es «una asimilación, que induce a suprimir o a olvidar la propia identidad cultural. El contacto con el otro lleva, más bien, a descubrir su “secreto”, a abrirse a el para aceptar sus aspectos válidos y contribuir así a un conocimiento mayor de cada uno”.
“La necesidad de favorecer, en cualquier caso, la cultura del encuentro, multiplicando las oportunidades de intercambio cultural, demostrando y difundiendo las «buenas prácticas» de integración, y desarrollando programas que preparen a las comunidades locales para los procesos integrativos”.
“El caso especial de los extranjeros obligados a abandonar el país de inmigración a causa de crisis humanitarias. Estas personas necesitan que se les garantice una asistencia adecuada para la repatriación y programas de reinserción laboral en su patria”.
Por la dignidad de los migrantes y por la dignidad de todos los habitantes de ambos países y de todos los migrantes y refugiados que transitan por México, para quedarse en nuestra Patria y seguir con rumboA EE.UU, es urgente y apremiante se agoten todos los esfuerzos e instancias para que se encuentren soluciones que consoliden la hermandad, la confianza para el fortalecimiento productivo, social, cultural y humano de manera bilateral y mutua.
Es Cuanto!…