El fiscal general, William Barr (equivalente al ministro de Justicia), autorizó el lunes 9 de noviembre a todos los fiscales federales de Estados Unidos a investigar el supuesto fraude en las elecciones presidenciales denunciado por la candidatura de Trump.
A continuación, el responsable de indagar en los delitos electorales dimitía ante lo que considera una intromisión en sus competencias.
Trump y el Partido Republicano han interpuesto más de una decena de demandas, algunas ya desestimadas, denunciando supuestas irregularidades. Aunque estos casos fueran ciertos parecen no ser suficientes para revertir el resultado.
El todavía presidente Donald Trump insiste en que ha ganado las elecciones y Joe Biden califica de “vergonzosa” su postura, dice que estos obstáculos no afectarán al traspaso de poderes.
