Ayuda financiera para niños con necesidades especiales

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Formar una familia es todo un desafío, aun en las mejores circunstancias. Pero para aquellos que tienen hijos con necesidades especiales, los riesgos emocionales – y financieros – se acrecientan drásticamente. Los gastos médicos y los cuidados especializados a menudo superan ampliamente los costos normales.

Afortunadamente, existen muchos recursos gubernamentales y comunitarios que ayudan a aliviar la carga financiera de los padres de hijos con necesidades especiales. Pero el criterio de elegibilidad puede ser complicado y el proceso de solicitud, demasiado largo. Estos son algunos de los recursos de utilidad:

A través de la Administración de la Seguridad Social, el gobierno ofrece dos tipos de cobertura por discapacidad: el Ingreso Suplementario de Seguridad (SSI) y el Ingreso por Incapacidad del Seguro Social (SSDI). Las reglas y requisitos de elegibilidad difieren entre los dos programas – y los beneficios difieren entre los niños y adultos.

En pocas palabras, el SSI es un programa de asistencia económica basado en necesidades (como un programa de bienestar social) para personas discapacitadas de cualquier edad de familias con bajos ingresos y recursos limitados. Los menores de 18 años (o menores de 22 años si van a la escuela) califican para obtener los beneficios del SSI si su discapacidad cumple con los siguientes criterios:

* Discapacidad física o mental cuya gravedad provoque serias y notorias limitaciones funcionales.

* Discapacidad que pueda provocar la muerte; o

* Discapacidad que haya durado o pueda llegar a durar, al menos, 12 meses consecutivos.

Para los menores de 18, los ingresos y recursos tanto para el niño como para otros miembros de la familia que vivan en la misma casa se tienen en cuenta al determinar la elegibilidad para acceder al programa SSI, pero después de los 18 años, solo se consideran los recursos del menor. Además, después de los 18, se aplica la definición de discapacidad de los adultos: Debe impedir realizar cualquier actividad productiva substancial, como un trabajo remunerado.

Los montos de los pagos del SSI varían de acuerdo al estado, ya que algunos estados suplementan pagos federales. Y, en la mayoría de los estados, los niños que reciben el SSI también califican para que Medicaid ayude a pagar los gastos médicos.

El SSDI es un programa independiente financiado por deducciones de la nómina (FICA). A pesar de que, a veces, los niños reciben pagos del SSDI si sus padres son discapacitados, la elegibilidad se basa en la condición de discapacidad de sus padres, y no en la de ellos.

Sin embargo, a partir de los 22 años, los niños que ya eran discapacitados podrían calificar para obtener los beneficios del SSDI por sí mismos si al menos uno de los padres:

* Ya está recibiendo beneficios de jubilación o discapacidad de la Seguridad Social; o

* Ha fallecido y trabajó el tiempo suficiente como para calificar para la Seguridad Social (es decir, ha aportado al sistema durante los años laborales –por lo general, 10 años como mínimo).

Las condiciones y definiciones de elegibilidad para el SSI y el SSDI son muy complejas. Llame directamente a la Seguridad Social al 1-800-772-1213, o visite su sitio web en www.socialsecurity.gov y busque en la pestaña de Discapacidad. Un recurso particularmente útil es el de “Beneficios para Niños con Discapacidades”, Publicación No. 05-10026. Para más información sobre Medicaid, visite www.cms.hhs.gov/home/medicaid.asp.

Afortunadamente, la mayoría de las enfermedades y problemas genéticos cuentan con sólidos grupos de apoyo y organizaciones de investigación que pueden ayudar. Un buen lugar para comenzar a buscar es la Alianza de Grupos de Apoyo Genético en www.geneticalliance.org.

Una última consideración: Al planificar la seguridad financiera a largo plazo de los hijos discapacitados, muchas personas les dejan dinero directamente a sus hijos o los nombran sus beneficiarios. Esto, a veces, se vuelve en contra, ya que podría hacer que su hijo no califique para recibir futuros beneficios y servicios del gobierno, lo cual a menudo impone estrictas limitaciones a los bienes personales.

Consulte siempre con un abogado o planificador patrimonial profesional para asegurarse de preparar los documentos legales correctos para proteger el futuro financiero de su hijo.