Portazo a los más vulnerables

Por José López Zamorano

Para La Red Hispana

Si efectivamente una sociedad mide su estatura moral por la manera en la cual trata a los más vulnerables, la administración del presidente Donald Trump tocó fondo con su polémica decisión de eliminar la opción del asilo para la mayoría de los inmigrantes indocumentados que son víctimas de la violencia doméstica o de las pandillas.

No es una casualidad que el procurador general Jeff Sessions anunciara este drástico cambio de política unos días después que el Departamento de Seguridad Interna (DHS) anunciara un número record de detenciones de más de 51,000 personas en la frontera sur, la mayoría inmigrantes indocumentados procedentes de los países del triángulo norte de Centroamérica: Honduras, El Salvador y Guatemala.

De un brochazo, la administración Trump clausura el precedente migratorio vigente que había permitido a una inmigrante salvadoreña obtener asilo en los Estados Unidos después de haber sido víctima de una violación sexual y de maltrato por parte de su esposo. Bajo las nuevas reglas esa inmigrante tiene una posibilidad casi nula de obtener asilo en los Estados Unidos.

Tiene razón el presidente del Partido Demócrata, Tomás Pérez, cuando calificó la decisión de la administración como “un acto cruel, enfermo, despiadado e inhumano” que tendrá un severo impacto humanitario en miles de víctimas de la violencia, en momentos que subsisten altos niveles de criminalidad, especialmente en Centroamérica.

Varios senadores y representantes demócratas coincidieron en que la acción de Sessions, quien apenas días atrás había desvelado su política de “tolerancia cero”, representa una traición a los valores de Estados Unidos como una nación compasiva y justa que acoge a quienes huyen de todo tipo de persecución en sus países de origen.

La acción del Departamento de Justicia ya tuvo un primer efecto en algunas de las garitas de ingreso a los Estados Unidos, en algunas de las cuales hubo esta semana un menor número de mujeres solicitantes de asilo.

La senadora demócrata de California Dianne Feinstein presentó la semana pasada un proyecto de ley con decenas de legisladores partidarios para prohibir la separación familiar y establecer un proceso claro cuando sea necesario.

Las víctimas de la violencia y de las pandillas también merecen algún tipo de consideración para restablecer la posibilidad de que sus circunstancias sean tomadas en cuenta por una política migratoria basada en los principios de la compasión y la justicia.

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José López Zamorano

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