¡Cuidado con su pasaporte en el aeropuerto de El Dorado en Bogotá (Colombia)!

Relato basado en hechos reales

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El DAS investiga una red al servicio de la mafia dedicada robar visas estadounidenses cuando los pasajeros llegan a inmigración en el aeropuerto El Dorado.

En la red que roba las visas en El Dorado pueden estar involucrados funcionarios del DAS que trabajan en inmigración en esa terminal aérea

Mariana* llegó de Panamá el 21 de diciembre pasado. Por razones de trabajo debe viajar muy frecuentemente al exterior y está muy familiarizada con las rutinas de los controles para entrar y salir del país. Por eso, ese día algo le llamó la atención cuando se acercó a la ventanilla de inmigración del DAS en el aeropuerto El Dorado de Bogotá. “El funcionario fue excepcionalmente amable y muy conversador. Me hizo preguntas que nunca me habían hecho en inmigración y, a pesar de que había muchas personas en la fila, se puso a charlarme de temas irrelevantes”, dijo Mariana a SEMANA. Entre el cansancio del viaje, el afán por recoger su equipaje y la ansiedad por llegar a su casa, la joven mujer guardó su pasaporte y salió del terminal. Al llegar a su hogar, como siempre lo hace después de un viaje, guardó su pasaporte en su caja de seguridad. Un par de días después empezó su drama.
Cuando se disponía a salir de su casa rumbo a El Dorado para abordar un avión hacia Nueva York, Mariana revisó su pasaporte y notó que la hoja en donde estaba su visa múltiple de Estados Unidos ya no aparecía. Había sido arrancada. Aunque ya no podía viajar, por no tener visa, Mariana fue a El Dorado para buscar y hablar con los funcionaros del DAS, pues estaba segura de que el amable detective que tanto le había conversado en la ventanilla de inmigración se había quedado con su visa. El viaje fue en vano.

No sólo no pudo hablar con el funcionario que la había atendido, sino que los compañeros de éste y algunos de sus superiores le dijeron a Mariana que “según la ley” no se podía recibir ninguna denuncia por el caso.

Mariana quedó inquieta. No sólo porque no tenía su visa norteamericana, indispensable para su trabajo, sino porque no entendía por qué no podía instaurar una denuncia y, además, temía que su visa fuera utilizada para cometer algún delito.

Aunque Mariana fue la única que declaró oficialmente, SEMANA conoció de otros cuatro casos similares de pérdidas de visas estadounidenses en El Dorado ocurridos entre octubre y diciembre. Esta revista estableció que tras esas pérdidas de visas hay una compleja red dedicada al robo de esos documentos, la cual actúa desde hace varios meses.

El negocio, conocido como visas por encargo, es tan lucrativo como simple y es manejado por un personaje conocido en el mundo del crimen organizado con el alias de el Gordo. Básicamente, los delincuentes lo llaman, le dan los rasgos físicos y la edad de la persona interesada en viajar a Norteamérica. El Gordo pasa esa información a sus contactos en inmigración, quienes se encargan de buscar a la víctima entre los viajeros que tengan visa de Estados Unidos cuando estos ingresan al país.

Una vez se roban la visa real, ésta es vendida por sumas que oscilan entre 10 millones y 15 millones de pesos. El documento es posteriormente ensamblado sin muchos inconvenientes en un pasaporte nuevo. La persona que compra esa visa, obviamente, asume la identidad de la persona a quien se la robaron. Y ese es justamente el temor de Mariana.

*Nombre cambiado por razones de seguridad