Inercia se despierta silbando, es su actitud para demostrar que me quiere decir algo, yo la ignoro. Sé de qué se trata. La boda de mi hijo es dentro de tres semanas y yo estoy dejando pasar el tiempo, estoy preparada porque ya tengo el vestido, la palentina se ha venido arriba porque soy la madrina, esta vez he tenido que mediar mucho, insistía demasiado con la matilla, yo todavía no estoy para mantillas y hemos encontrado nuestro punto de encuentro en un tocado precioso.
Lo que me provoca una profunda ansia es el encuentro y la socialización que eso conlleva con Ex y Valki. No me apetece nada el encuentro, me da muchísima pereza, aunque tengo que afrontarlo pero, bueno, todavía hay tiempo.
Sigo con mi lista de cosas y me voy a centrar en este periodo en dar la cara a la realidad, por lo que busco en mi lista de EVOLUCIÓN las acciones a seguir y encuentro: conocerme mejor y aumentar mi autoestima.
No sé por dónde empezar, así que un día, hablando con mi hijo pequeño y con su novia Libertad (un buen augurio para mi plan de acción) me aconseja que me vaya al cine sola.
“¿Qué pinto yo en el cine sola?” Pregunto algo asustada y muy poco convencida.
“Eso te dará una seguridad en ti misma que ni te imaginas” me asegura Libertad.
¡Me voy al cine por primera vez en mi vida SOLA! La verdad es que estoy entre emocionada y muerta de vergüenza. He optado por una película que me ha recomendado Libertad y que la ponen en la ciudad, lo del centro comercial me hacía demasiada bola. El primer obstáculo de comprar la entrada lo he superado con un aprobado raspado, según Inercia, porque me he puesto colorada como un pimiento y parecía que estaba hiperventilando. Pero aquí estoy, como una campeona, rodeada de gente en la fila 7 butaca I.
La pena es que me entero, solo cuando empieza la película, de que es versión original en inglés, así que me cuesta seguir un poco la trama y me río antes que los demás ya que leo la gracia antes. La experiencia me ha gustado, lo de no entender ni papa de inglés me ha dejado un poco triste, pero nada que no se pueda arreglar, lo apunto mentalmente en mi lista de acciones:
APRENDER INGLÉS.
Me he venido arriba, así que me tomo un blanco sola en un bar donde conozco al dueño, he ido más veces con mi grupo de entrenamiento y ya me conoce, como no hay mucha gente me quedo de cháchara con él y con las mismas y, aprovechando que al día siguiente cierra el bar, quedamos para vernos. Inercia me aplaude, yo me lo tomo como algo normal. Soy una persona que convive de manera placentera con su cuerpo. Un cuerpo que ahora reconoce y con el que se encuentra muy a gusto, voy vestida con estilo y gracia y las cosas que elijo me favorecen. He ido al cine sola, me he tomado un vino con un amigo y mañana he quedado con él para ir de excursión a la provincia. Cambiar mi rutina me chirría, pero quiero SALIR DE MI ÁREA DE CONFORT Y ARRIESGARME, lo apunto como acciones del punto conocerme mejor.
Me voy a la cama en paz y le confieso a Inercia que me quiero. Noto las sábanas más limpias, el aire que respiro es más puro, más sano, más limpio. Mi mente está más tranquila, así que le repito a Inercia.
“Sí Inercia, sí, me quiero”