Sí, es blanco y no, no es supremacista.
Le gustan los inmigrantes, de hecho dice que este país debería tener más. No le gustan los lobbys y ama profundamente a su familia, a Maryland y a su país.
Detesta las drogas –que han llegado a cobrarse la vida de algún miembro de su familia– y quiere reconducir en términos de salud mental la adicción a los opiáceos.
David Trone es un reconocido empresario con presencia en 22 estados, aspiraciones políticas al Congreso de los Estados Unidos y la firme creencia de que el éxito sólo tiene sentido “si tú devuelves”.
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Hijo de maestra y vendedor, cuando tenía 11 años su padre decidió mudarse con toda la familia a una granja en la frontera con Pennsylvania que ni siquiera contaba con agua corriente. Trone aprendió la primera lección que le llevaría a manejar el negocio exitoso que hoy dirige cuando su padre años después tuvo que declararse en bancarrota y perder aquella granja.
Gracias a préstamos estudiantiles y dinero obtenido con sus trabajos pudo graduarse en la universidad y obtener posteriormente un MBA en la Universidad de Pennsylvania. Hoy en día, Trone, quien valora la importancia de la educación por encima de todo, patrocina múltiples programas que ayudan a empoderar a las comunidades más humildes de Maryland e invierte en sus propios trabajadores pagándoles para que obtengan su GED, y puedan asistir al college.
Ha prestado apoyo a personalidades públicas a las que ha ayudado en su camino, y también él ha decidido dar el salto a la política en las próximas elecciones presentándose como representante, sin el apoyo de grupos ni de lobbys, tampoco de corporaciones. Sólo con el apoyo de sus votantes, algo que estima le permitirá poder ejecutar su programa sin tener que atender a las presiones de grupos que le ayuden en su camino al Congreso. Que así sea.
DavidTrone.com
Photo cover and video: HOY en Delaware
