Disparatería oficial

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Cuando los disparates vienen de fuente oficial, amigos, tenemos que preocuparnos más de lo previsto. Porque presuntamente dan el ejemplo.
Así, cuando vemos un anuncio televisivo del gobierno encaminado a proteger a la población laboral de los peligros del calor veraniego, como es natural nos preguntamos quién nos va a amparar de la peligrosa cocción del idioma español, sobre todo en esos hornos oficinescos donde hablan el espanglés resultante de «oprima uno» al telefonear a un despacho donde contestan esos endiablados (y ciertamente inhumanos) autómatas.
Resulta claro que, lamentablemente, nadie se ocupó de revisarle la redacción al tal aviso publicitario, cuyos desaciertos deslumbran al punto de abrumar el mensaje. No culpamos a la Secretaria del Trabajo (no «de Trabajo» como nos lo dicen) —que aparece en persona—, cuyo primer idioma no es el español y seguramente ha sido víctima de una oficinesca incomunicación. Empieza por pronunciar estas curiosas palabras:
«Si estás trabajando afuera [sic] en una [sic] clima muy caliente [sic] estás en peligro de enfermarte [sic] y puede causar [sic] hasta la muerte.»
Para ahorrarles el tedio de explicar los anglicismos, yerros de registro y de otra índole, no analizaremos los pormenores. Baste señalar únicamente que el malestar, colapso por calor o insolación no es precisamente una enfermedad (aunque algún diccionario así lo clasifique). Vamos a limitarnos a ofrecerles una alternativa más clara y comprensible.
«Cuando hace mucho calor, el trabajo al exterior no solo es peligroso para
la salud, sino que puede provocar la muerte.»
A continuación el citado aviso, con las mejores intenciones, nos da oralmente los siguientes consejos, que también aparecen en pantalla:
«Sí puedes prevenir los problemas de la salud por el calor…
toma agua… ve a la sombra… y descansa»
Creemos más acorde con el genio del castellano, usando el trato de usted por tratarse de personas mayores dignas de cierto respeto, expresarlo de esta manera:
«Para evitar el malestar por exceso de calor,
tome suficiente agua… evite exponerse al sol… y tómese descansos frecuentes»
Por último, en caso de que el televidente desee más detalles, el aviso nos indica algo que francamente parece dirigido a niños de escuela:
«Para aprender más llama al… [número telefónico]»
Como no se trata de que los adultos con cierta escolarización «aprendan» (se aprende un idioma, un oficio) —lo cual se hace mediante el estudio metódico— lo normal en nuestra psicología es evitar la versión literal de «learn» y decirlo del siguiente modo:
«Para más información llame al… [número telefónico]»
Así, por cierto, lo dice otro aviso de interés público, muy correcto, procedente de la Subdirectora de Medios Hispanos de la Casa Blanca.
Por lo demás, celebramos la iniciativa gubernamental de darle amparo a la fuerza laboral que trabaja a la intemperie. Eso sí, sería aconsejable no guiarse por el español de las agencias publicitarias, sino por el personal especializado con que cuenta el propio gobierno para dar instrucciones, precisamente, al público hispano.
Cuando el mensaje viene así del «horno», amigos, no están a salvo de quemarse los presuntos beneficiarios, y el indefenso idioma español, por su parte, sale mucho más «tostado» de la cuenta.