En Verona (Italia) existe un club de voluntarios (“Il Club di Giuletta”) cuyas oficinas se encuentran en la que fuera casa de la eterna enamorada de Romeo.
Una de las tareas de “las secretarias de Julieta” es la de contestar las cartas que enamorados de todo el mundo les envían. Ellas les ofrecen apoyo, consejo, o simplemente
les escuchan.
Hemos intentado emular a ese equipo de voluntarios y a lo largo de este número queremos mostrarles personas cuyas historias hemos escuchado. Ellos les hablarán de amor, o más exactamente de diferentes manifestaciones de ese maravilloso sentimiento.
Afortunadamente son numerosos los miembros de la comunidad
que dan a su actividad cotidiana un “toque
de amor”. No podemos transcribir todas, pero queremos ofrecerles una muestra.
Esperamos sorprenderles.
El amor no es propiedad exclusiva de las parejas de enamorados, ni necesariamente trágico como la historia
de los amantes veroneses.
Las historias recogidas les harán sonreir,
recordar o simplemente pensar. La Madre Teresa de Calcuta creía en hacer las pequeñas cosas de la vida bien y con
gran amor.
No olvide las infinitas posibilidades que nacen de la fe. Utilice los dones que ha recibido y comparta con los demás el amor que le ha sido dado.
Nuestra historia de amor es con ustedes, personas extraordinarias que hacen que nuestra historia sea auténtica
e inimitable.
Gracias por continuar fielmente a nuestro lado.