El efecto secundario del cáncer es la muerte

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Washington, DC – Ciertos pacientes con cáncer recibieron malas noticias en febrero: que el fármaco Avastin, uno de los medicamentos de mayor venta contra el cáncer, podría causar efectos secundarios graves. Según un nuevo estudio realizado por investigadores del Centro Oncológico de la Universidad de Stony Brook en Nueva York, la probabilidad de morir a causa de los efectos secundarios relacionados con dicho medicamento es mayor que el riesgo en pacientes tratados con quimioterapia únicamente.

Conviene que los pacientes que actualmente utilizan o están considerando usar Avastin consulten con su médico acerca de los riesgos. Pero lo que realmente asusta a muchos pacientes, como por ejemplo a mi madre, a quien se le diagnosticó un cáncer de colon de la etapa IV, – es cómo esta noticia va a afectar el acceso a un tratamiento que potencialmente podría prolongar significativamente el tiempo que les queda de vida.

No hay muchas opciones de tratamiento para los pacientes con cáncer terminal. Por lo tanto, para mi madre, Avastin es realmente un medicamento milagroso, que si bien no puede curar su enfermedad, le alivia el dolor y le concede tiempo, tiempo para pasar con su hija, sus nietos y los muchos amigos y familiares que la aman.

Mi madre tiene cáncer de colon, pero Avastin se administra también en otros tipos de cáncer. Miles de pacientes se han beneficiado con Avastin y han podido disfrutar de más tiempo con sus seres queridos. Ahora, sin embargo, la Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration – FDA) está considerando revocar la aprobación de Avastin para uso en el tratamiento del cáncer de mama.

¿La razón? Un panel asesor interno formado por 13 expertos, sólo dos de los cuales se especializan en cáncer de mama, concluyó que el medicamento no ha arrojado resultados “significativos desde el punto de vista clínico” y que sus efectos secundarios superan los beneficios. En diciembre, la FDA manifestó su acuerdo con las conclusiones de este panel y comenzó a tomar las medidas necesarias para retirar el Avastin del uso para el cáncer de mama avanzado.

Genentech, que desarrolló Avastin, ha apelado la decisión, y la FDA emitirá su fallo definitivo a fines de este mes.

El nuevo estudio de Stony Brook parecería confirmar el razonamiento del panel. Sin embargo, hay un elemento importante que extrañamente está ausente del examen de la FDA. Se trata del contexto bajo el cual se lleva a cabo el tratamiento del cáncer con Avastin. Existen dos simples hechos que cobran gran importancia en la evaluación de las opciones de tratamiento. En primer lugar, todos los medicamentos tienen efectos secundarios. En segundo lugar, el efecto secundario del cáncer avanzado que no se trata es la muerte.

Para su crédito, los investigadores de Stony Brook reconocen este contexto. El Dr. Shenhong Wu, autor principal del estudio, destacó que las muertes causadas por los efectos secundarios de Avastin son raras (sólo el 1 por ciento de todos los pacientes) y que es conveniente sopesar dicho riesgo limitado contra los beneficios del medicamento.

Para complicar aún más los resultados, el nuevo estudio incluye tipos de cáncer para los que Avastin no está aprobado, y en uno de los casos, el cáncer de pulmón de células escamosas, para cuyo tratamiento Genentech considera que el medicamento no debe usarse. La inclusión de estos tipos de cáncer en el estudio significa que el riesgo del 1 por ciento es, probablemente, aún menor para la mayoría de los pacientes tratados con Avastin.

Comparemos estos hallazgos con los conocidos beneficios de Avastin, no sólo según muchas historias de familias como la mía que experimentaron en carne propia el bien que puede hacer, sino también según los numerosos estudios clínicos de amplia envergadura que demuestran la eficacia del medicamento. En estos estudios, se comprobó una reducción del tamaño de los tumores prácticamente en la mitad de las pacientes con cáncer de mama tratados con Avastin. Asimismo, se observó una prolongación de la vida de varios meses en más de la mitad de dichas pacientes.

Para muchas pacientes que luchan contra la última etapa del cáncer de mama, la elección no es difícil: una probabilidad del 1 por ciento de morir debido a los efectos secundarios causados por el medicamento, contra una probabilidad del 100 por ciento de morir de cáncer.

Los médicos de estas pacientes son propensos a hacer el mismo cálculo. No importa lo que la FDA decida, Avastin seguirá estando disponible para pacientes con cáncer de mama. Los médicos continuarán recetándolo para uso fuera de la indicación autorizada (“off-label”). Pero sin la aprobación de la FDA, muchas aseguradoras decidirán no cubrirlo, de modo que el medicamento estará fuera del alcance de todos, excepto los ricos.

Las mujeres con cáncer de mama merecen tener acceso a todas las herramientas posibles para combatir el cáncer. Sería un error permitir que un riesgo limitado, por grave que sea, reduzca la cantidad de opciones de tratamiento disponibles.

Inevitablemente, el tratamiento será ineficaz en algunos casos, y es posible que en una fracción pequeña los efectos adversos aceleren lo inevitable. Pero para otros, Avastin podría llegar a ser el remedio milagroso por el que oran tanto ellos como sus familiares, como en el caso de mi madre y nuestra familia. Estos pacientes con cáncer se merecen una opción y una oportunidad.

Holly Pitt Young, consultora radicada en Washington, D.C., se centra en la encrucijada entre las normas y la batalla política.