El partido Demócrata hace pública su plataforma 2012

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Charlotte, NC—El Comité Nacional Demócrata anunció que ha publicado en su página de Internet la Plataforma del Partido Demócrata 2012, que será oficialmente aprobada por los delegados en la convención hoy, martes, 4 de septiembre. La plataforma del partido expone claramente la visión del Presidente Obama para sacar nuestro país hacia adelante, restaurando la seguridad económica y construyendo una economía duradera.

La Plataforma del Partido Demócrata refleja la visión del Presidente Obama para el futuro. Mientras tanto, el Partido Republicano, encabezado por Mitt Romney y Paul Ryan, aprobó una plataforma que apoya las mismas políticas económicas, de crecimiento al revés –de arriba hacia abajo– que perjudican a la clase media y adoptó posturas extremas con respecto a temas y políticas, desde Medicare hasta la inmigración y la salud de la mujer.

En julio, el Comité de Redacción de la Plataforma, dirigido por el gobernador Ted Strickland, se reunió en Minneapolis para recibir propuestas por parte del público y redactar el borrador de la plataforma. Luego, el 11 de agosto, miembros del Comité de la Plataforma, encabezado por el alcalde Cory Booker y la teniente general retirada Claudia Kennedy, se reunieron en Detroit. En esa reunión, los miembros del comité presentaron enmiendas al borrador antes de aprobar la versión por unanimidad y enviarla a Charlotte para la votación de delegados el día de mañana.

Puede leer la Plataforma Demócrata AQUÍ

A continuación encontrará fragmentos del preámbulo de la plataforma, que expone la visión del presidente para nuestro país.

Moviendo Estados Unidos hacia adelante

“Hace cuatro años, demócratas, independientes y muchos republicanos se unieron como estadounidenses para mover nuestro país hacia adelante. Estábamos en medio de la crisis económica más grande desde la Gran Depresión, la administración anterior había pagado dos guerras con la tarjeta de crédito nacional y el sueño americano estaba fuera del alcance de demasiadas personas.

“Hoy, nuestra economía está creciendo de nuevo; al Qaeda es más débil ahora que en cualquier momento después del 9/11 y nuestro sector manufacturero está creciendo por primera vez en una década. Pero todavía hay mucho por hacer y necesitamos unirnos de nuevo para terminar lo que comenzamos. Nos unimos para retomar esa promesa básica que construyó la clase media más grande y la nación más próspera del mundo—el principio, sencillo que en Estados Unidos, el esfuerzo debería rendir frutos, la responsabilidad debería ser premiada y cada uno de nosotros debería llegar tan lejos como nuestro talento e impulso nos lo permita.

“Esta elección no sólo es una decisión entre dos candidatos o dos partidos políticos pero entre dos caminos fundamentalmente distintos para nuestro país y nuestras familias.

“Los demócratas le ofrecemos a Estados Unidos la oportunidad para mover nuestro país hacia adelante al construir una economía duradera comenzando con la clase media como el cimiento. Mitt Romney y el Partido Republicano tienen una visión drásticamente distinta. Ellos todavía creen que la mejor manera de hacer crecer la economía es al revés –de arriba para abajo—la misma fallida propuesta que benefició a los más ricos pero causó la crisis económica y devastó la clase media…

“El Partido Republicano les ha dado la espalda a los estadounidenses de la clase media que construyeron este país. Nuestros oponentes creen que deberíamos regresar a las mismas políticas económicas, de crecimiento invertido de la última década. Piensan que si simplemente eliminamos las protecciones para las familias y los consumidores, dejamos que Wall Street dicte de nuevo sus propias reglas, y reducimos los impuestos de los más ricos, el mercado se resolverá todos nuestros problemas.

“Sostienen que si ayudamos a las corporaciones y a los inversionistas acaudalados a aumentar sus ganancias por cualquier medio necesario —ya sea a través de despidos o el traslado de empleos al extranjero– automáticamente resultaría en trabajos y prosperidad que nos beneficiarían a todos. Ellos Derogarían la reforma de salud, transformarían Medicare en una libreta de cupones y seguirían el mismo camino de irresponsabilidad fiscal de la administración pasada—otorgando millones de millones de dólares en recortes de impuestos que favorecen desproporcionalmente a millonarios y multimillonarios y pasándole la cuenta a la clase media. Pero ya hemos visto los resultados de sus políticas—y hemos sufrido cuando por su fracaso…

“Pero todavía hay más por hacer. Sabíamos que renovar el sueño americano no sería fácil—sabíamos que tardaría más de un año, más de un sólo mandato o quizás, más que un sólo presidente.

“Los problemas que estamos enfrentando hoy han tardado más de un década en desarrollarse. Somos el partido de la inclusión y respetamos las diferencias en perspectiva y creencias. Y por lo tanto, incluso cuando no estamos de acuerdo, trabajamos juntos para sacar al país hacia adelante. Pero lo que detiene a nuestro país es el impasse en Washington entre dos visiones fundamentalmente distintas sobre que camino debería tomar Estados Unidos.

“Debemos seguir hacia adelante y enfrentar el labor difícil de reconstruir una economía fuerte al creer en el trabajador estadounidense e invertir en una clase media creciente.”

A continuación, apartes importantes de la plataforma para la comunidad hispana

Fortaleciendo la comunidad estadounidense

Inmigración.

Los demócratas están firmemente comprometidos con implementar una reforma migratoria integral que apoye nuestras metas económicas y refleje nuestros valores como una nación de leyes y una nación de inmigrantes. La historia de Estados Unidos no sería posible sin las generaciones de inmigrantes que han fortalecido a nuestro país y contribuido a nuestra economía. Nuestra prosperidad depende de un sistema migratorio que refleje nuestros valores y cumpla con las necesidades de Estados Unidos. Pero los estadounidenses saben que, hoy en día, nuestro sistema migratorio no funciona—separa a familias, perjudica a empleadores y empleados honestos, pone una carga adicional sobre la policía y deja a millones de personas trabajando y viviendo en las sombras.

Los demócratas saben que hay un amplio consenso a favor de reparar ese sistema y fortalecer nuestra economía; y que el país necesita urgentemente una reforma migratoria integral que saque a los inmigrantes indocumentados de las sombras y requiera que regularicen su estatus migratorio, aprendan inglés y paguen impuestos antes de darles un camino a la ciudadanía. Necesitamos una reforma migratoria que establezca un sistema de asignación de visas que se acomode a nuestras necesidades económicas, unifique a las familias y aplique la ley. Pero en vez de promover el interés nacional, los republicanos han obstaculizado la reforma migratoria en el Congreso y han usado la inmigración para sembrar división en nuestro país.

Pese a los obstáculos, el Presidente Obama ha logrado avances importantes en la implementación de políticas migratorias que premian el esfuerzo y exigen responsabilidad personal. Hoy, la frontera sur es más segura que en cualquier otro momento en los últimos 20 años. Los cruces ilegales han caído a cifras más bajas de los últimos 40 años y la Patrulla Fronteriza tiene más agentes que nunca antes en su historia. Seguimos trabajando para responsabilizar a los empleadores inescrupulosos. El Departamento de Seguridad Nacional está priorizando la deportación de criminales que amenazan nuestras comunidades y no la de inmigrantes que no representan no son un peligro, como aquellos menores quienes fueron traídos al país sin culpa propia y buscan continuar su educación. La Administración del Presidente Obama ha simplificado el proceso de inmigración legal para familiares inmediatos de ciudadanos estadounidenses, priorizando la reunificación familiar, y ha mejorado las oportunidades para el aprendizaje del inglés y la integración de los inmigrantes. Cuando los estados buscaron interferir con las leyes federales de inmigración al aprobar medidas locales que convertían a los inmigrantes en un objetivo, esta administración los demandó.

El Presidente Obama y los demócratas lucharon a favor DREAM Act, un proyecto de ley que garantizaría que jóvenes quienes quieren contribuir a nuestra sociedad, y servir a nuestro país, puedan convertirse en residentes legales y finalmente en ciudadanos. Aunque este proyecto de ley tiene una larga historia de apoyo bipartidista, los republicanos prefirieron hacer politiquería con el tema en vez de hacer lo correcto. Por eso, la Administración de Obama les otorgó alivio temporal de la deportación a jóvenes que llegaron a Estados Unidos como niños, sin culpa propia, crecieron como estadounidenses y están camino a hacer una contribución real a nuestro país.

Estas no son soluciones permanentes. Sólo el Congreso puede proporcionar una solución permanente e integral. Pero son pasos en la dirección correcta. El Presidente Obama y el Partido Demócrata respaldan una reforma migratoria integral que priorice, de forma inteligente, la seguridad y las necesidades económicas de nuestro país, mientras Mitt Romney y los republicanos se han opuesto a reformas prácticas con sentido común y han buscando solo complacer a la extrema derecha.

“Felicitamos al Presidente Barack Obama por darle esperanza a millones de aspirantes a la ciudadanía cuando anunció el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia. Los jóvenes inmigrantes—quienes asisten a nuestras escuelas, iglesias y nuestros lugares de recreo—vienen a esta nación con los mismos deseos e ideales que los fundadores de nuestro país: libertad, justicia y la búsqueda de la felicidad. Para implementar políticas migratorias que reflejen los valores de nuestro país, los legisladores deben trabajar juntos para proteger los derechos de todos y desarrollar un plan que les permita a los inmigrantes convertirse en ciudadanos. Con nuestros sueños, trabajo y talento podemos ayudar a hacer que Estados Unidos sea un país más justo y próspero.”—Gaby Pacheco, participante oyente de Listening to America

Sacando Estados Unidos adelante

Hace cuatro años, demócratas, independientes y muchos republicanos se unieron como estadounidenses para mover nuestro país hacia adelante. Estábamos en medio de la crisis económica más grande desde la Gran Depresión, la administración anterior había pagado dos guerras con la tarjeta de crédito nacional y el sueño americano había eludido el alcance de demasiadas personas.

Hoy, nuestra economía está creciendo de nuevo, al Qaeda es más débil ahora que en cualquier momento después de 11-S y nuestro sector manufacturero está creciendo por primera vez en una década. Pero todavía hay mucho por hacer y necesitamos unirnos de nuevo para continuar lo que comenzamos. Nos unimos para reconquistar esa promesa básica que construyó la clase media más grande y la nación más próspera del mundo—el principio sencillo que en Estados Unidos, el esfuerzo debería rendir frutos, la responsabilidad debería ser premiada y cada uno de nosotros debería llegar tan lejos como nuestro talento e impulso nos lo permita. Esta elección no sólo es una decisión entre dos candidatos o dos partidos políticos, pero entre dos caminos fundamentalmente distintos para nuestro país y nuestras familias.

El Partido Republicano les ha dado la espalda a los estadounidenses de la clase media que construyeron este país. Nuestros oponentes creen que deberíamos regresar a las mismas políticas económicas, de crecimiento de arriba hacia abajo, de la última década. Piensan que si simplemente eliminamos las protecciones para las familias y los consumidores, dejamos que Wall Street dicte de nuevo sus propias reglas y reducimos los impuestos de los más ricos, el mercado se encargará de resolver todos nuestros problemas.

Sostienen que si ayudamos a las corporaciones y a los inversionistas pudientes a maximizar sus ganancias por cualquier medio necesario, ya sea a través de despidos o el traslado de empleos al extranjero, automáticamente resultaría en trabajos y prosperidad que nos beneficiarían a todos. Derogarían la reforma de salud, transformarían Medicare en una libreta de cupones y seguirían el mismo camino de irresponsabilidad fiscal de la administración pasada—otorgando millones de millones de dólares en reducciones de impuestos que favorecen desproporcionalmente a millonarios y multimillonarios y pasándole la factura a la clase media. Pero ya hemos probado sus políticas—y hemos sufrido cuando han fracasado.

Los problemas que estamos enfrentando hoy han tardado más de un década en desarrollarse. Somos el partido de la inclusión y respetamos las diferencias en perspectiva y creencias. Y por lo tanto, incluso cuando no estamos de acuerdo, trabajamos juntos para mover este país adelante. Pero lo que detiene a nuestro país es callejón sin salida en Washington entre dos visiones fundamentalmente distintas sobre que camino debería tomar Estados Unidos. Debemos seguir hacia adelante y hacer la labor difícil de reconstruir una economía fuerte al creer en el trabajador estadounidense e invertir en una clase media creciente.

Reconstruyendo la seguridad de la clase media

Hemos logrado mucho desde 2008. El Presidente asumió el poder en medio de la peor crisis económica desde la Gran Depresión; ese mes, 800.000 estadounidenses perdieron su empleo—más que en cualquier otro mes durante los 60 años anteriores. El primer día de su presidencia, tomó acción inmediata para parar la caída libre y regresar a los estadounidenses al trabajo. En medio de la crisis, el Presidente Obama supo lo que los demócratas siempre han sabido: que los trabajadores estadounidenses son más fuertes que los tiempos difíciles. Desde principios del 2010, el sector privado ha generado 4,5 millones de empleos y la manufactura estadounidense está creciendo por primera vez desde los años 90.

Ya hemos logrado avances históricos. Los estados tienen más flexibilidad para elevar los estándares educativos y reformar las escuelas, los estudiantes están recibiendo becas y los adultos jóvenes pueden permanecer bajo la cobertura del seguro médico de sus padres mientras terminan su educación y entran a la fuerza laboral. Un número récord de familias trabajadoras han recibido reducciones de impuestos y los estándares de eficiencia de combustible están duplicándose. El Presidente aplicó mano dura en contra de la irresponsabilidad de Wall Street y los abusos por empresas de seguros, tarjetas de crédito e hipotecas.

Regresando a los estadounidenses al trabajo
…justo como la recesión no se desató de la noche a la mañana, sabíamos que iba tardar recuperarnos de la crisis—y todavía hay mucho por hacer. El pasado septiembre, el presidente Obama promovió la Ley para Trabajos Estadounidenses para estimular la economía inmediatamente y fortalecer la recuperación. Ya hemos implementado partes de la Ley para Trabajos Estadounidenses—alivio del impuesto sobre la nómina, créditos tributarios para empresas que contratan veteranos y una extensión del seguro de desempleo que también incluyó reformas como el empleo compartido, un “Puente al Empleo” para ayudar a las personas desempleadas por mucho tiempo a reincorporarse a la fuerza laboral y apoyo para los trabajadores desempleados que buscan convertirse en empresarios emprendedores. Pero los republicanos en el Congreso obstaculizaron otras estipulaciones que un análisis independiente determinó hubiesen podido generar un millón de empleos.

El pacto con la clase media

Reducciones de impuestos para la clase media. El presidente Obama y los demócratas en el Congreso redujeron los impuestos para todas las familias trabajadoras, ahorrándoles dinero a los estadounidenses que más lo necesitan. Una típica familia ha ahorrado $3.600 durante su primer mandato. Ahora, está luchando para evitar que las familias de la clase media, y aquellas que aspiran a ser parte de ella, vean subir sus impuestos y para extender el alivio tributario de familias trabajadoras y de las familias que pagan la universidad, mientras pide que los más ricos y las corporaciones paguen lo que les corresponde. Por eso, siempre nos oponemos vigorosamente al tipo de reformas de impuestos respaldadas por Mitt Romney. Según expertos independientes, estas reformas requerirían aumentar los impuestos de la típica familia con hijos por lo menos $2.000. A la vez, el plan de Mitt Romney reduciría los impuestos de las personas con ingresos mayores a $3 millones por un promedio de $250.000 y crearía incentivos que resultarían en el traslado de miles de trabajos al extranjero a expensas de los trabajadores estadounidenses.

Pronto, las familias trabajadoras finalmente tendrán la seguridad de saber que no perderán el cuidado médico ni terminarán en bancarrota si un familiar se enferma o pierde el empleo. Y pronto, las empresas de seguro médico ya no podrán denegar la cobertura por tener condiciones preexistentes. Medicaid cubrirá a más familias trabajadoras. Las personas que no reciben seguro médico en su trabajo podrán comprarlo en nuevos mercados y serán elegibles para recibir nuevos créditos tributarios. Como resultado, todos los estadounidenses podrán acceder al cuidado de salud. Escuchamos fuertes testimonios ante el comité de redacción de la plataforma sobre cómo cambiarán las vidas de los estadounidenses cuando, por primera vez, 30 millones de nuestros compatriotas por fin tengan seguro médico.

Estabilizar el mercado inmobiliario

El presidente Obama tomó acción rápida para estabilizar un mercado inmobiliario en crisis, ayudando a cinco millones de familias a restructurar sus préstamos para ayudarlos a permanecer en sus casas, haciendo más fácil que familias refinancien sus hipotecas y ahorren cientos de dólares al mes y dando créditos tributarios a compradores primerizos. También ha tomado medidas energéticas en contra de prestamistas corruptos y en contra de otros abusos que contribuyeron a la crisis hipotecaria. Los demócratas han responsabilizado a las instituciones financieras más grandes al requerir que proporcionen alivio a los dueños que todavía están teniendo dificultades para pagar las mensualidades de sus hipotecas y a cambiar las prácticas que se aprovechaban de los prestatarios. Los demócratas también entienden la importancia de ayudar a comunidades a luchar en contra de los juicios hipotecarios que amenazan vecindarios enteros y por eso, el Presidente propuso ampliar los exitosos esfuerzos de estabilización de vecindarios en su Ley para Trabajos Estadounidenses.

Seguro Social y Medicare

A lo largo de sus carreras, los estadounidenses contribuyen al Seguro Social a cambio de la promesa de que recibirán un ingreso cuando se jubilen. A diferencia del otro partido, encontraremos una solución para proteger el Seguro Social para las generaciones futuras. Bloquearemos esfuerzos republicanos que buscan sujetar el ingreso garantizado a los estadounidenses jubilados a los caprichos de la bolsa de valores a través de la privatización. Rechazamos las estrategias que insisten que la única respuesta es recortar beneficios. El presidente Obama también facilitará que los estadounidenses ahorren para la jubilación y se preparen para gastos imprevistos al participar en cuentas de retiro que funcionan.

El plan presupuestario republicano acabaría con Medicare en su estado actual. Los demócratas se oponen firmemente a cualquier esfuerzo para privatizar Medicare o convertirlo en una libreta de cupones; a diferencia de nuestros oponentes, no pediremos que las personas de la tercera edad paguen miles de dólares más cada año mientras ven como se evapora el valor de sus beneficios de Medicare. Los demócratas creen que Medicare es un pacto sagrado con nuestras personas de la tercera edad. Casi 50 millones de estadounidenses mayores y estadounidenses con discapacidades dependen de Medicare cada año y la nueva ley de cuidado de salud fortalece Medicare al añadir nuevos beneficios, luchar en contra del fraude y mejorar el cuidado para pacientes. Y a lo largo de 10 años, la ley le ahorrará $4.200 al típico beneficiario de Medicare. El presidente Obama está encabezando la ofensiva más grande en contra del fraude en el cuidado de salud en la historia, ya ha recuperado $10 mil millones que se habían perdido por estafas en el cuidado de salud. Ampliaremos esas reformas y no eliminaremos las garantías de Medicare. La Ley de Cuidado de Salud está cerrando la brecha en cobertura conocida como el “doughnut hole”. Más de cinco millones de personas de la tercera edad ya han ahorrado—un promedio de $600 el año pasado—y la brecha de cobertura será eliminada para el 2020.

Educación

Una economía que supere al mundo en la educación y ofrezca mayor acceso a la educación superior y la capacitación técnica. Los demócratas creen que la educación es el camino más seguro a la clase media, dándoles a los estudiantes la oportunidad de lograr sus sueños y contribuir a nuestra economía y nuestra democracia. La educación pública es una de nuestras instituciones más importantes. Estamos comprometidos a garantizar que cada niño en Estados Unidos pueda acceder a una educación pública de clase mundial para que podamos superar al resto del mundo en la educación y garantizar que Estados Unidos tenga el mayor número de egresados para el 2020. Esto requiere la excelencia en todos los niveles de nuestro sistema de educación, desde la educación temprana hasta la educación superior. Esto significa que debemos cerrar la brecha de rendimiento en las escuelas de Estados Unidos y garantizar que los niños de todas las comunidades del país se beneficien de oportunidades educativas de alta calidad.

Por eso, hemos ayudado a los estados y territorios a desarrollar planes integrales para elevar los estándares, mejorar la instrucción en sus programas de educación temprana e invertir para ampliar y reformar Head Start.

Recortar los gastos innecesarios, reducir el déficit, pedir que todos paguen lo que les corresponde
Después de que la administración anterior pagara dos guerras y reducciones de impuestos que favorecen a los más ricos a cuenta de la tarjeta de crédito nacional; y tras la peor recesión desde la Gran Depresión, los demócratas tomaron pasos decisivos para restaurar la responsabilidad fiscal en Washington. Hemos restablecido las estrictas reglas presupuestarias de los años 90, pagando los gastos en el momento para que todos los gastos nuevos y las reducciones de impuestos nuevas tengan que ser equilibradas por aumentos en ahorros o ingresos. El presidente Obama ya ha firmado a ley $2 millones de millones en reducciones en gastos como parte de un plan equilibrado para reducir el déficit por $4 millones de millones durante la próxima década, mientras ha tomado pasos inmediatos para fortalecer nuestra economía ahora. Esta estrategia incluye duros recortes que llevarán al gasto doméstico anual a su punto más bajo en 50 años, como proporción de la economía, pero todavía nos permite hacer inversiones que benefician a la clase media hoy y reducir nuestro déficit durante la próxima década.

Apostándole a la manufactura estadounidense y a la industria automotriz estadounidense. Gracias al programa de recuperación del presidente Obama, los manufactureros estadounidenses están creando empleos por primera vez desde los años 90, incluyendo más de 500.000 empleos desde principios del 2010. En vez de eliminar trabajos o trasladarlos al extranjero, muchas empresas estadounidenses están trayendo esos puestos de regreso a casa.

Hoy, las tres empresas de manufactura automotriz más grandes de Estados Unidos—Chrysler, GM y Ford—son más fuertes gracias al liderazgo decisivo del presidente Obama. GM y Chrysler han terminado de pagar sus préstamos años antes de lo previsto, los nuevos vehículos estadounidenses están inspirando orgullo y la industria automotriz añadió más de 200.000 puestos en los últimos tres años.

Defendiendo a los trabajadores

Cuando asumió la presidencia, el presidente Obama empezó a trabajar para restaurar una economía duradera que genera buenos empleos que pagan bien. Pero el presidente y el Partido Demócrata creen en el derecho a organizarse y en apoyar a los trabajadores de Estados Unidos con leyes laborales fuertes, el Presidente derogó políticas laborales perjudiciales diseñadas para socavar los derechos de negociación colectiva. El Presidente nombró miembros al Consejo Nacional de Relaciones Laborales y el Nacional de Conciliación que entienden la importancia de defender los derechos de los trabajadores. Él le apostó al trabajador estadounidense cuando rescató la industria automotriz. Su administración continuará su lucha en contra de las prácticas explotadoras de empleadores de clasificar a sus trabajadores como contratistas independientes o empleados de cuello blanco para evadir sus impuestos o denegarles protecciones y beneficios de horas extras. Cuando las nuevas relaciones laborales se alejan del modelo tradicional empleado-empleador, necesitamos garantizar que nuestras leyes laborales sean modernizadas y evolucionen al ritmo de cambios en nuestra economía.

Ayudando a las pequeñas empresas. Las pequeñas empresas emplean a la mitad de todos los trabajadores estadounidenses y a lo largo de las últimas dos décadas, han generado dos de cada tres nuevos empleos. Los demócratas creen que las pequeñas empresas son el motor de crecimiento de empleo en Estados Unidos. El presidente Obama firmó 18 reducciones de impuestos para pequeñas empresas a ley para motivar a las empresas a contratar más trabajadores y hacer inversiones en maquinaria y en equipo que genere empleo; y propuso más alivio tributario significativo para pequeñas empresas. Motivó inversiones y apoyó a las nuevas empresas al permitirles que deduzcan de sus impuestos los costos del nuevo equipo y nueva maquinaria que compraron en 2011. En total, la Ley de Empleos en Pequeñas Empresas del presidente aceleró $55 mil millones en alivio tributario durante 2011. Los demócratas están facilitando que las pequeñas empresas accedan a los préstamos que necesitan para crecer y contratar. El Presidente firmó cambios a ley para ayudar a los empresarios emprendedores a recaudar capital mientras se mantienen protecciones claves para inversionistas. Las pequeñas empresas están generando empleo de nuevo. Los demócratas están ayudando a las pequeñas empresas a proporcionarles seguro médico a sus trabajadores con un crédito tributario que ayuda pagar el costo de la cobertura. En 2014, el crédito tributario crecerá y las pequeñas empresas podrán juntar su poder adquisitivo para obtener cobertura asequible.

Puerto Rico. Como dijo el Presidente Obama cuando se convirtió en el primer presidente en 50 años en visitar Puerto Rico y dirigirse a su pueblo, los boricuas ayudan a escribir la historia estadounidense todos los días. Los puertorriqueños han sido ciudadanos orgullosamente estadounidenses por casi 100 años. Durante ese tiempo, el pueblo de Puerto Rico ha desarrollado fuertes lazos políticos, económicos, sociales y culturales con Estados Unidos. El estatus político de Puerto Rico sigue siendo un tema de abrumadora importancia pero la falta de resolución con respecto a este tema ha detenido a la isla. Es hora que Puerto Rico tome el próximo paso en la historia de su status y su relación con el resto de Estados Unidos.

El Informe del Grupo de Trabajo sobre Puerto Rico ha tomado pasos importantes e históricos con respecto al estatus. Nos comprometemos a mover la resolución del estatus hacia adelante con el fin de resolverlo rápidamente. Si los esfuerzos locales en Puerto Rico para resolver el asunto no proporcionan una solución clara a corto plazo, el Presidente deberá apoyar, y el Congreso deberá implementar, legislación auto-ejecutante que especifique por adelantado una serie de opciones claras para el pueblo puertorriqueño, como las recomendadas en el Informe del Grupo de Trabajo sobre Puerto Rico, la cuales Estados Unidos está políticamente comprometido ha cumplir.

El éxito económico de Puerto Rico está íntimamente ligado con una resolución rápida a la cuestión del estatus, así como con esfuerzos consistentes y enfocados en mejorar la vida del pueblo de Puerto Rico.

Hemos logrado grandes avances para Puerto Rico en los últimos cuatro años, incluyendo un aumento drástico e histórico al financiamiento de Medicare para los puertorriqueños y su inclusión justa y equitativa en la Ley de Recuperación y la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio. De ahora en adelante, seguiremos trabajando hacia la participación justa y equitativa de Puerto Rico en los programas federales. Apoyamos los crecientes esfuerzos por parte del gobierno federal para mejorar la seguridad pública en Puerto Rico y las Islas Vírgenes Estadounidenses, poniendo énfasis particular en los esfuerzos para combatir el tráfico de drogas y el crimen por toda nuestra frontera caribeña. Además, de acuerdo con el informe del grupo de trabajo, seguiremos trabajando para mejorar el estatus económico de Puerto Rico al promover la generación de empleo, la educación, el cuidado de salud, la energía sustentable y el desarrollo económico en la isla.