En México, el dulce para el Día de los Reyes Magos es la Rosca de Reyes. Se esconde en su interior una figura de Jesús Niño. El que encuentre la figura se convertirá en padrino o madrina del Niño y deberá engalanar la figura el Día de la Candelaria (2 de Febrero) y llevarla junto a sus compadres (los dueños de la casa donde se partió la rosca) a la iglesia más cercana donde en una misa solemne recibirá la bendición.
Después de la Misa se retorna a la casa del “niño”, donde se partió la rosca para celebrar una “tamaliza”, una comida con tamales y atole cuyos gastos corren por cuenta del padrino.
La Candelaria es, según la tradición religiosa, el día de la Purificación de María después de la cuarentena de su parto y la Presentación de Jesús en el templo.
El 2 de febrero marcaba tradicionalmente el fin de las nevadas y el despertar de la tierra. Los cristianos a la bendición para las semillas que hacían los antiguos griegos, añadieron otra bendición especial para las velas o candelas. De ahí el nombre de “Candelaria”. Es una festividad de gran tradición en México y en las Islas Canarias (España).
También en Perú el Día de Reyes se comparte una Rosca de Reyes donde se dejan unas cintas sueltas. De una de las cintas se prende una pequeña sorpresa escondida dentro de la rosca.
En España el tradicional Roscón de Reyes lleva escondida una figura y un haba. Quien encuentre la figura será coronado y será el rey o reina del banquete y quien encuentre el haba deberá pagar el roscón del año siguiente.
