La diócesis de Wilmington recibió la visita de sus hermanos de la diócesis de San Marcos

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“Pese a los difíciles momentos que atravesamos, guatemaltecos, ecuatorianos, salvadoreños, hondureños, mejicanos … y norteamericanos, todos somos uno. Aunque en estos momentos cueste creer en las palabras de Cristo, El lo dijo y así será” dijo el Padre Silverio Chun el pasado 27 de Abril en la Iglesia de San Miguel Arcángel de Georgetown en el encuentro con los feligreses posterior a la Eucaristía que celebró.

“La Iglesia está llena, espero que también sea así los próximos Martes” bromeó el Padre César Gómez con sus feligreses y con el Padre Silverio.

Una cerrada ovación concluyó la emotiva homilía pronunciada por este sacerdote de 48 años que ejerce su ministerio en la Iglesia de San José en El Rodeo (diócesis de San Marcos en Guatemala). El y la hermana Bernarda Rojas, estuvieron a finales del mes de Abril visitando iglesias y escuelas de la diócesis de Wilmington en el marco del proyecto de cooperación de ambas diócesis.

El Padre Silverio explicó la situación de su diócesis y la de Guatemala en general, comparó las Comunidades de católicos de la diócesis de Wilmington y San Marcos, con las primeras comunidades cristianas y transmitió un mensaje de solidaridad del Obispo de Guatemala. Para concluir analizó con sencillez y elocuencia los problemas de los inmigrantes.

“La misa es una alegría” dijo el Padre Silverio en un momento de su intervencón para animar a toda la comunidad a participar con gozo del mensaje de Cristo pese a la dureza del momento actual.