“ESTE” 2019 SE ACABA… ¿PERO EMPIEZA LA DÉCADA?

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Créase o no, así nos lo repiten los noticiólogos —“ESTE 2019”—, sin siquiera ruborizarse, como si pudiera haber OTRO año así numerado. ¡Huelga decir que también hablan de “ESTE 2020”!
Es, sencillamente, la imitación del estilo retórico anglo, en que el adjetivo este figura de “comodín” en todas partes. Por ejemplo, las cadenas hispanas hablan de “este fin de año” (imitación de “this year end”), —en lugar de “EL fin de año” (así lo decimos si se trata del año en curso)—. Hablando del día que transcurre dicen “este viernes” (copia de “this Friday”) —por poner un día cualquiera—, cuando en español siempre se ha dicho “HOY viernes” si se alude al mismo día, pues este podría denotar cualquier viernes, próximo o pasado. Pero estos estes —y oestes, ¿por qué no?—, ya causan demasiada confusión. Por eso, en nuestro idioma, los evitamos.

Otra noticia mal copiada del inglés: “Insultaron a varios empleados ANTES de matarlos”. ¿Cómo iba a ser DESPUÉS de matarlos? Además, la noticia debe ser lógica y empezar por lo más grave: “ASESINAN a varios empleados luego de…”

Otro aspecto calendárico es que TODOS están convencidos de que el 2020 marca el comienzo de una década. Lamentos informarles que NO. Si el año número 1 marcó el inicio del primer decenio, entonces los diez años se cumplieron el 31 de diciembre del año 10, por lo que el segundo decenio empezó el 1° de enero del año 11. Lo mismo sucede con los siglos y los milenios: entramos en el siglo XXI y el tercer milenio a partir del 1° de enero del 2001. ¿No?

Siguiendo otra rutina insondable de las noticias anglo, nos informan invariablemente que “un accidente DEJÓ” [“the accident LEFT”] cierto número de muertos y heridos. Bueno, si se tratara de un huracán que deja a su paso escombros y damnificados, santo y bueno. Aceptémoslo. Pero de los accidentes y otros hechos violentos puede decirse perfectamente que “matan” y “hieren”, sin ningún deje que valga.

Según lo prometimos, continuamos nuestro análisis de la publicidad en espanglés, es decir, de la inmisericorde mezcla de idiomas, sin preocuparse siquiera de emplear los equivalentes corrientes y molientes.

He aquí un ejemplo (cita textual): “$0 al mes con Sprint flex lease al entregar un I Phone 6 [lo pronuncian “six”] en cualquier condición”.

Bueno, ¿qué tal si lo ponemos en español?: “Cero pagos mensuales con el arriendo flexible de Sprint al entregar un I Phone 6 [seis] por deteriorado que esté.” Acotamos que “entregar” un dispositivo, automóvil o lo que sea a cambio de otro, tal vez más novedoso, se llama en español permuta. La permutación de vehículos, que en inglés se suele denominar trade-in, es el incentivo que facilita su compra.

Luego nos hablan, en parecido anuncio, de un “sistema android”. No se han molestado en abrir un diccionario bilingüe cualquiera, donde se ofrece la “misteriosa” voz castellana: ANDROIDE. Nos llega del griego andros, que significa varón, hombre y, por extensión, humano. De ahí el nombre propio Andrés y toda una familia de términos como antropología, antropocentrismo.

Esperemos que EL fin de año les haya sido grato y que el “20-20” (el “formato” del inglés resulta útil en este caso), aunque no marque comienzo de decenio, les traiga cuanto simboliza, sin PERMUTAS que valgan, en función de precisión visual y clara percepción del mejor camino a seguir para cosechar éxitos, salud y prosperidad. De lo contrario, no seríamos “ANDROIDES”.

Emilio Bernal Labrada, de la Academia Norteamericana, es autor de: El buen uso impide el abuso/Good Usage Prevents Abusage; Asesinatos Impunes y Crímenes de Costra en la Vida Pública de EE.UU.: La prensa liEbre o Los crímenes del idioma, y otras obras.