El cambio de mentalidad de Italia, sumado a su jerarquía internacional y experiencia lo convierte en uno de los candidatos naturales a ganar la Copa Mundial.
Siempre se ha reconocido a la Azurra, como un equipo duro de batir, oportunista y que ha tenido grandes jugadores, pero a su vez se le ha reprochado su mezquindad.
El histórico ‘cattenaccio’ que ha consagrado a Italia en tantas ocasiones le está dejando su lugar a una nueva propuesta que de la mano de talentosos jugadores como Súper Mario, Osvaldo, Toti, Pirlo, el delantero Cassano y el pequeño mediocampista Giovinco, le han infundido a esta escuadra un brillo y arrebato artístico que prometen dar buenos dividendos en el Mundial.
La pregunta del millón es: ¿es éste un cambio definitivo e histórico, o es un cambio temporario y generacional, producto de la calidad de sus jugadores?
Esa respuesta yace en el futuro, pero por ahora podemos disfrutar de esta nueva propuesta que si logra combinar la sobriedad y solidez defensiva de Italia, con la creatividad ofensiva característica del ‘jogo bonito’, indudablemente estaremos ante la presencia de un gran candidato, si es que logra calificar al Mundial.
En nombre de los amantes del buen fútbol, bienvenido ‘Il Catennacio bonito’.
