Según informe de la Universidad de Oxford, la campaña rusa en redes sociales buscaba impulsar la elección de Trump a través de Facebook, Twitter, Instagram- posts, imágenes y vídeos. Millones de votantes habrían recibido mensajes personalizados todos relacionados con los intereses de los usuarios, que “buscaban beneficiar a Trump”.
Al parecer los rusos trabajaron para introducir a los votantes estadounidenses en grupos clave en redes sociales, relacionados con sus intereses, para bombardearles con propaganda pro-Trump.
Los datos que los investigadores de Oxford han utilizado para elaborar el informe han sido proporcionados por Facebook, Twitter y Google. Estos datos abarcan varios años hasta la mitad de 2017. “Lo que está claro es que todos estos mensajes buscaban beneficiar al Partido Republicano, y específicamente a Trump”, dice el informe.
Los posts, mensajes, fotografías, vídeos, etc. que los votantes veían aparecer en los feeds de sus redes sociales estaban estudiados al milímetro. Así, los conservadores recibían información que les alentaban en temas como las armas y la inmigración -dos puntos fuertes en la campaña de Trump-.
Por otro lado, los votantes de izquierdas verían sus redes inundadas de mensajes que les inducirían una pérdida de la fe en las elecciones y proporcionándoles información confusa sobre las votaciones.
El informe ofrece, además, información y detalles sobre el rol de YouTube e Instagram en la campaña de desinformación rusa, así como el uso de otras plataformas como Google+ o Tumblr (parecida a Instagram). Los esfuerzos rusos también se concentraron en mandar e-mails a cuentas de Yahoo, Hotmail y Gmail.
Facebook, Google y Twitter admitieron en 2017 haber detectado interferencias rusas en sus páginas. Según el Washington Post, Facebook y Google no han querido comentar esta información.
Pero desde Twitter han querido recalcar que “es una parte importante de nuestra misión mejorar la salud de la conversación pública (en la red social) y proteger la integridad de las elecciones”.
“Las redes sociales han pasado ser una infraestructura natural para compartir quejas colectivas y coordinar movimientos ciudadanos a ser una herramienta para el control social”, dice el informe.
Las cuentas rusas en todas las redes sociales que participaron en esta campaña fueron cerradas en 2017. A principios de este año, el Departamento de Justicia de EEUU condenó a 13 rusos y tres compañías que habían participado en esta campaña.