Brett Kavanaugh gozaba de fama y reputación en el mundo jurídico, ahora es cuestionado en todos los aspectos de su vida, pero sobre todo en el privado.
Cuando en Estados Unidos se quiere aplicar “la vara de medir” se dice que la actuación en el ámbito privado puede ser un anuncio de cómo se actuaría en el ámbito público. Si éso recibe el apoyo de los grupos correctos, el hecho de que la persona cuestionada caiga, es cuestión de días, si no de horas.
¿Cuándo pasó el ciudadano Kavanaugh de ser alguien respetable a un parias? El mismo día en que el presidente Trump le propuso para el Tribunal Supremo.
¿Por qué comenzaron a sacársele “trapos sucios” (ciertos o no, no lo analizamos ahora) del armario?
Porque la confirmación de Kavanaugh por el Senado, tras ser nominado por Trump, significa el nombramiento de una persona de 53 años para un cargo vitalicio en la Corte Suprema que dejaría en minoría durante años a los jueces progresistas o moderados en esta jurisdicción que dirimen asuntos como el derecho al aborto, a portar armas de fuego y los derechos de las minorías.
Ahora, los republicanos tienen una mayoría en el Senado de 51 escaños, frente a 49 demócratas, una situación que podría cambiar tras las elecciones, por lo que la fecha de la votación para confirmar a Kavanaugh -que depende de la investigación- es clave. Políticamente interesa que no se nombre a Kavanaugh y la consigna hoy por hoy es destruirle, o al menos, lograr posponer su confirmación hasta que las elecciones –y con ellas un cambio de fuerzas– se produzca en el Senado.
Curiosamente el principio de presunción de inocencia o de duda razonable no se ha respetado en este asunto y la la Universidad de Harvard “ha juzgado” y confirmado este martes que Kavanaugh no impartirá el curso que tenía previsto para 2019.
Más de 860 graduados de Harvard habían firmado una carta pidiendo que Kavanaugh fuese excluido como ponente y como académico de esa prestigiosa facultad.
¿Hay “trapos sucios” que esconder? Puede que sí o puede que no. Lo que nadie parece cuestionarse es por qué la Dra. Ford esperó a este momento para hacer su alegato contra Kavanaugh. ¿Por qué nunca medió denuncia policial o instrucción judicial por los hechos de los que se le acusa?
Puede que Dr. Ford fuese una muchacha abusada o acosada a sus veinte años pero ¿y a los treinta?¿y a los cuarenta? ¿Por qué no denunciar entonces?
Muchos interrogantes que la investigación del FBI pretende aclarar aunque los abogados de dos de las mujeres que acusaron de abusos sexuales a Kavanaugh dijeron el martes que el FBI no está entrevistando a sus testigos ni siguiendo las guías que podrían respaldar sus testimonios.
Los abogados de Blasey Ford dijeron en una carta dirigida al FBI que los agentes todavía no la han contactado sobre sus acusaciones contra Kavanaugh.
Bromwich y Debra Katz, ambos abogados de Blasey Ford, también cuestionaron que aparentemente el FBI tomó la decisión de no entrevistar a Kavanaugh, y expresaron una preocupación de que el organismo no esté haciendo un seguimiento a los testigos y la evidencia que se le delegó.
“No hemos recibido ninguna respuesta de nadie involucrado en esta investigación, ni ninguna respuesta a nuestro ofrecimiento de que la doctora Ford sea entrevistada”, dijeron en una carta.
En cambio, John Clune, el abogado que representa a Deborah Ramírez, una mujer que acusó a Kavanaugh de abusos mientras estudiaban en la Universidad de Yale, dijo en Twitter que los agentes del FBI entrevistaron a su clienta el domingo.
El letrado también indicó que el organismo aceptó una lista de 20 testigos que pueden corroborar sus acusaciones.
Sin embargo, dijo que no tiene constancia de que se esté haciendo un seguimiento del testimonio de Ramírez, que acusa a Kavanaugh de frotarle los genitales en la cara, de manera forzada, durante una fiesta con mucho alcohol de por medio, también en la década de 1980.
“Aunque no sabemos el estado de la investigación, no estamos al tanto de que el FBI se haya acercado a ninguno de esos testigos”, tuiteó Clune.
“Nos preocupa que el FBI no esté llevando a cabo -o no se le permita conducir- una investigación seria”, agregó.
Mientras, el martes 2 de octubre durante un mitin de campaña en Mississippi, el presidente de Estados Unidos remedó a Christine Blasey Ford e ironizó sobre el hecho de que no recordara detalles del día en que ocurrió el presunto ataque sexual en su contra.
“’¿Como llegaste a casa?’ No recuerdo. ‘¿Cómo llegaste allí?’ No recuerdo. ‘¿Dónde estaba el lugar?’ No recuerdo. ‘¿Cuántos años atrás fue?’ No sé. No sé. No sé”, dijo Trump, imitando el testimonio que la profesora Christine Blasey Ford brindó la semana pasada ante un comité del Senado.
“‘Pero tomé una cerveza. Eso es lo único que recuerdo’. Y la vida de un hombre está hecha jirones. La vida de un hombre está destrozada”, agregó Trump.
Foto AFP
