LA INAUGURACIÓN

0
615

Ver a Natalia en la puerta del Convento con su maletita y su cara de cordero de camino al matadero me rompe el corazón, no he visto en mi vida a una persona tan desvalida como ella. Bueno a lo mejor tengo suerte porque no me acuerdo de mi misma hace poco tiempo.

Parece que vamos de excursión, Caridad se ha apuntado al tour porque quiere ver donde me llevo a sus criaturas. Tiene razón, para mi también es importante que me de su bendición.

Nos ponemos manos a la obra. Lo primero es hacer la lista de la compra, la zona de servicio de la planta baja está terminada y en dos semanas lo estará toda la casa. En un mes Paolo organiza la inauguración con quince invitados en la casa y otros tantos en hoteles. De momento ese es nuestro reto, hay que estar listos para esa fecha y tenemos que organizar un montón de cosas.

Firmar los contratos, comprar/leasing de un coche y alquilar puntualmente un microbus, menos mal que Manuel tiene también el carnet para conducir este último, pensar a la ropa de cama, toallas, las cosas del baño, flores, todo tiene que estar perfecto y listo.

Es agotador pero divertido, Nataila poco a poco se va “desenredando” aunque parece un perrillo pegada siempre a Antonia.

Hemos tenido la crisis uniformes, las “chicas” misteriosamente querían ponerse un uniforme pero Paolo ha dicho que la época de los señoritos ha acabado, así que nos hemos ido a Zara para comprar un pantalón negro y una camisa blanca,

Ha sido muy divertido, no hemos podido encontrar un mismo modelo para las dos por las tallas ya que las medidas de Zara servían solo para una pierna de Antonia. Solo oirla desde fuera de los probadores se me caían las lagrimas de la risa. Al final optamos por dos vestidos anchos negros estilo casacas. Antonia se siente comoda.

El top ha sido cuando Natalia ha visto a Antonia en faja y corsé. Yo me sigo riendo cuando me acuerdo de la escena, las he llevado a una cafetería para calmarnos mientra veíamos el mar y nos tomábamos un cafecito reparador y a seguir riéndonos.

Manuel que había ido a lavar el coche y a recoger el vino, fue testigo de cómo tres auténticas locas se reían sin parar, solo con mirarnos a la cara empezábamos de nuevo. No hemos podido contarle nada a Manuel, Antonia nos amenazó diciendo que si volvíamos a hablar en la vida de su faja, nos retiraría el saludo, así que esta anécdota se irá con nosotras hasta la tumba. J

Estamos a cuarenta y ocho horas del día D, Paolo llega el miércoles para tener un poco de margen si tuviéramos que cambiar algo de la organización general. Los primeros invitados llegan jueves por la noche y el resto el viernes. Cenón el sábado en casa y actividades varias entre el sábado y el domingo.

Hemos tenido que contratar a más gente, toda de confianza, Manuel ha puesto morros cuando ha tenido que renunciar a estar en dos lugares a mismo tiempo, quería hacer todo él, he resuelto el problema cogiendo a un jóven y dejando a Manuel que lo gestione y organice. Es un jefe estupendo.

Antonia gestiona a sus pinches de cocina y a la gente de la sala. Natalia acompaña a los invitados a las habitaciones y enseña el baño, los armarios, la bebida, etc. Ha querido ensayar dos veces la escena, hemos visto todos juntos la organización, los horarios, la gente de las habitaciones.

Manuel y yo vamos a buscar a Paolo al aeropuerto, en el coche decidimos los ultimos flecos y volvemos a repasar horarios de llegada de todos los invitados. Tenemos puestos lo ojos en el tiempo, el domingo hay programado un día de playa pero tenemos la opción B, en esta tierra la lluvia siempre está presente en nuestras vidas.

Paolo, que no venía a la casa desde hace tres semanas se ha quedado con la boca abierta con las habitaciones arregladas, las flores, las plantas y el olor a guiso de Antonia hemos creado un verdadero hogar.

Eso era lo que Paolo quería cuando se imaginó el lugar: un hogar. Estábamos exahustos así que que nos sentamos todos juntos a comer en la cocina: marmita. Pensé que a Paolo y a Manuel les iba a dar un mal de tal atracón de marmita se pegaron bueno… y no solo eso: tortilla de patata con cebolla, queso del pueblo de Manuel, gildas, ensalada de pimientos y anchoas en fin… un festín en toda regla.

Los ronquidos de Manuel en la cocina y los de Paolo desde el salón nos dieron un ataque de risa que se nos juntó con el recuerdo de la faja de Antonia, no podíamos parar de reir. Formabamos un buen equipo y nos divertiamos con el trabajo que hacíamos, eso es lo que crea un hogar y por eso nos sentíamos una familia. La cocina de Antonia no hacía más que confirmar que con inspiración, pasión y ganas de hacer cosas buenas en la vida se puede consegir todo lo que uno se proponga.

Con los nervios a flor de piel empezamos la prueba de fuego con la llegada de los primeros invitados, Paolo me presentaba simepre como su mano derecha yo no paro intentando estar siempre a la altura de las circunstancias y a lo que nos pide la gente. Es un continuo cambiar agenda, planes, menus etc.

La cena del sábado

Antonia lleva 24 horas seguidas sin descansar porque quiere estar en todo, la comida es espectacular hemos optado por el kilometro cero todo son productos de la zona incluido el vino, doy instrucciones precisas a los camareros para que retiren los platos sin agobiar pero no quiero ni un plato sucio danzando por los salones, en la cocina hay 5 personas.

Natalia esta al cien por cien, no quiere quedar mal con nosotras ni con Don Paolo, está recibiendo a los últimos invitados y con las dos frases de inglés que se ha aprendido de memoria les acompaña al salóon hacia Paolo que les da la bienvenida, hecho esto desaparece y vuelve a la puerta. Está muy guapa, se ha puesto una coleta alta que le despeja la cara. Parece no se… como más relajada.

La cena del sábado ha sido todo un éxito, Paolo ha arrastrado literalmente a Antonia a los salones donde ha lodado su cocina y ha pedido un aplauso, Antonia ha hecho una reverencia en señal de agradecimiento, parecía que estábamos en la corte de Luis XVI, se que está contenta es la primera vez en la vida que le dan las gracias por hacer lo único que sabe y lo único qe le gusta.

Paolo ha querido agradecer a todos el gran esfuerzo y dirige palabras de orgullo a su equipo nombrado a todo el personal que estaba hoy trabajando para él, es todo un señor. Si supiera que ha salvado la vida a la mitad de las personas que estamos aquí trabajando para él. La hermana Caridad ha estado en la cocina controlando a su gente, quería dar una pequeña oportunidad a todos pero si quitarles los ojos de encima.

Hemos organizado una copa en el Hotel Real, nos ponemos en marcha, me da pena dejar a los chicos en casa pero tienen que recoger todo para que cuando volvamos esté todo en orden. Algunos no vienen otros se quedan en el hotel o se rinden así que que quedamos unas diez personas con diez gin tonics, ahora me relajo un poco. Mañana estoy con el grupo de la playa y si hace malo todos a Santillana del Mar.

Hace malo pero no llueve Gracias! Así que nos ponemos rumbo a Santillana del Mar, hay que ver la Colegiata, la réplica de las cuevas de Altamira y comer un cocido montañés.

“¡Vamos a matar a estos pobres guiris!” Pienso.

Aquí no muere nadie y todos comen y beben como si no hubiera un mañana. Tenemos un “bonus“ música en la comida y hay tiempo para el baile y para bajar la comida, volvemos a casa a las 20 después de una meriendita a base de chocolates con churros.

Antonia propone un poco de fruta o algo ligero, yo que tengo un conato de vomito solo al oir la palabra comida pienso que la gente va a pedir una tisana pero… la mesa puesta en la terraza con vistas no deja opción y hay un grupo de siete intrépidos con estómago a prueba de bomba que se sientan dispuestos a comer lo que Antonia les ponga delante.

El lunes empieza a irse la gente alguno se queda y opta por la playa siguiendo nuestras indicaciones y acompañado por Manuel que no para ni un momento ya que tiene que hacer varios viajes al aeropuerto.

El martes a las ocho de la noche, la casa se queda vacía, Paolo se ha ido también súper contento y súper orgulloso de todos nosotros prometiéndonos que tendremos un verano más tranquilo.

Natalia dice que para ella no hay ningún problema en trabajar así siempre, yo traduzco y Paolo dice que que le agradece que pueda contar con ella .

Dos conclusiones:

1. Somos un gran equipo

2. Voy a estar 3 días comiendo solo fruta y bebiendo tisanas

Continuará…