Lady Laura “for President”

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El segundo de los debates entre los candidatos nos trajo multitud de descalificaciones recíprocas y un oasis ante la pregunta final para que comentasen “algo bueno que reconociesen en el adversario”.

Pero, y ésto es general en la mayoría de los países democráticos ¿por qué no se habla de lo que le importa a los votantes? Se necesitan estadistas urgentemente. Economía, educación o comunidad hispana no fueron temas tratados con la profundidad que merecen en el reciente debate.

Sólo la cuestión hispana tiene al menos 27 millones – número de latinos registrados en Estados Unidos para votar– deseosos de escuchar qué dicen los candidatos. Este número puede determinar cualquier resultado. Debería tomarse muy en serio. Especialmente ahora que el registro de potenciales votantes hispanos roza cifras récord. Hoy día hay 3,9 millones de latinos que pueden optar a la ciudadanía y las solicitudes han aumentado un 5% en comparación con las elecciones de 2012. De entre los votantes latinos, el 44% son millennials.

Así que, aunque sólo sea porque el número total de latinos asciende a 57 millones (17% de la población estadounidense) y representan un mercado de consumo de 1,6 mil billones de dólares, los candidatos deberían comportarse como tales y hablar de lo que deben. Tampoco se muestran más capaces los moderadores que también prefieren hacer lo que no deben, es decir, tomar partido en lugar de moderar, estar ausentes o, lo que es peor cortar intervenciones “sustanciosas”.

Más sazón” tuvo el debate de los vicepresidentes: Mike Pence explicó las propuestas de Trump, algo que ni el mismo Trump hace. Así que, su nombre comienza a sonar como candidato para 2020. No hay que olvidar que muchos republicanos no quieren las propuestas de Trump y que apoyan un camino legal para los inmigrantes indocumentados. Tim Kaine, antiguo gobernador de Virginia, Senador y pro-hispano pudo que no se manejara tan bien ante las cámaras pero, en su vida política siempre lo ha hecho, anteponiendo sus valores personales a doctrinas de su propio partido.

¿Recuerdan aquella canción “Lady Laura” que Roberto Carlos dedicaba a su madre? “Abrázame fuerte, Lady Laura…” Pues, la comunidad hispana de Delaware tiene su propia Lady Laura, una mexicana que “abrazó fuerte” la búsqueda de un muchacho desaparecido a quien tuvo acogido por años en su casa. Esta heroína anónima, luchó contra el sistema y no aceptó la versión de que su “proahijado” pudiera haber desaparecido por voluntad propia. No le arredró su situación legal para hablar con quien fuera y hacer que se investigara una desaparición que, efectivamente no resultó voluntaria.

La madre de cualquier muchacho inmigrante sólo en este país daría lo que fuera porque su hijo tuviese cerca una “Lady Laura” que velase por su retoño. Si “Lady Laura” sin documentos y sin hablar inglés fue capaz de hacerse entender, “jugársela” ante las mismísimas autoridades y encontrar una solución (en este caso, asustar a los captores para que liberasen al desaparecido) ¿Por qué los candidatos presidenciales, documentados, estudiados, con apoyos y dominio del idioma no encuentran solución, al menos a cómo hacer un verdadero debate de estado?

Queda un tercer encuentro, confrontación, o lo que sea que se llame lo que queda. Pero por favor, no queremos oír hablar de emails, grabaciones o historias del ayer. Queremos oir hablar de política de estado, de soluciones a los problemas. Veremos qué tal lo hacen los candidatos, porque para mí hasta el momento la única que me ha demostrado que es capaz de solucionar algo ha sido “Lady Laura”.