Ley de salud republicana

La ley de salud republicana podría ser un calvario para personas con condiciones preexistentes

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Antes de que le diagnosticaran cáncer de cabeza y cuello en 2015, Anthony Kinsey a menudo se quedaba sin seguro de salud. Como abogado que trabaja por contrato en proyectos de corto plazo en el área de Washington, DC, a veces el período de espera de 90 días para la cobertura demoraba más que la duración de su proyecto. Y no siempre le ofrecían seguro.

Cuando Kinsey, de 57 años, se enteró que tenía cáncer, pudo inscribirse en un plan con una prima mensual de $629 porque la agencia para la que estaba trabajando en ese momento ofrecía cobertura grupal, vigente casi de inmediato. El plan cubrió los $62,000 que costó la cirugía para extirpar el hueso enfermo y el tejido en el lado izquierdo de su cara, la quimioterapia y la radiación. Kinsey solo tuvo que pagar $1,800.

Si la Ley Americana de Cuidado de Salud (AHCA), aprobada recientemente por la Cámara de Representantes, se convierte en ley, personas como Kinsey, que tienen problemas de salud, podrían no tener suerte si tratan de comprar un seguro después de un lapso de tiempo.

El proyecto de ley republicano todavía requiere que las aseguradoras ofrezcan cobertura a todos, incluyendo a personas que tienen condiciones médicas preexistentes, como diabetes, hipertensión, asma o incluso cáncer. Pero, a diferencia de la ley actual, permitiría que los estados se opongan al mandato federal que prohíbe cobrar a los enfermos más que a los sanos. En esos estados, si las personas tienen una interrupción en la cobertura de más de 63 días, las aseguradoras podrían cobrarles primas carísimas durante 12 meses, poniéndolas prácticamente fuera del alcance de muchas personas enfermas, dicen analistas. Después de un año, se les cobraría nuevamente una tarifa regular.

El número de personas con condiciones preexistentes que podrían enfrentar primas inasequibles ha sido objeto de debate, con estimaciones que van desde 133 millones en el extremo superior a 2 millones en el extremo inferior.

Lo que sabemos es que antes de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA), conocida como Obamacare, las aseguradoras en el mercado individual frecuentemente cobraban más a las personas enfermas. En 2009, una encuesta de America’s Health Insurance Plans realizada con aseguradoras en este mercado mostró que el 34% de la cobertura se estaba ofreciendo a tasas más altas que el estándar, mientras que el 6% de esas ofertas tenían exenciones que excluían la cobertura de condiciones específicas.

Pero algunos analistas de políticas de salud sugieren que no sólo las personas que tienen una brecha en la cobertura podrían verse afectadas si un estado decide no seguir el requerimiento de la ley. Podría haber consecuencias para cualquier persona con una condición preexistente, incluso aquellas que mantienen la cobertura de salud de manera continua. Eso es porque el proyecto de ley abre la puerta para que las aseguradoras establezcan tarifas basadas en la salud de las personas. Por ejemplo, los que no tienen una condición de salud podrían recibir primas con descuento.

“Si usted tiene una condición preexistente, va a caer en el grupo de personas de mayor riesgo”, dijo Sabrina Corlette, profesora de investigación en el Center on Health Insurance Reforms de la Universidad de Georgetown.

Exigir que la gente mantenga una cobertura continua es la alternativa preferida de los republicanos al mandato individual del Obamacare, que requiere que las personas tengan seguro de salud, a riesgo de tener que pagar una multa. Pero hay muchas razones por las que las personas pueden tener una brecha en la cobertura, especialmente si están enfermas, dicen defensores de los consumidores.

“Si se les diagnostica cáncer y deben recibir un tratamiento agotador, podrían mudarse cerca de su médico o del centro de cáncer”, dijo Kirsten Sloan, vicepresidenta de políticas de la Sociedad Americana del Cáncer. “Pueden dejar su trabajo por esa razón, o pueden perder su trabajo”.

Una vez que la gente tiene una brecha en la cobertura puede realmente estar en un aprieto si la cobertura disponible es inasequible. Para abordar esto, el proyecto de ley republicano requiere que los estados establezcan un programa de “pool” o reaseguro de alto riesgo o participen en un programa federal de riesgo compartido.

Sin embargo, los grupos estatales de alto riesgo, que estaban disponibles en 35 estados antes de la adopción de ACA, han sido ampliamente criticados por ser inadecuados para las personas con necesidades de atención médica costosas. Las primas eran a menudo extremadamente altas, y con frecuencia existían límites en la cobertura anual, o de por vida. Paradójicamente, algunos planes excluían hasta por un año la cobertura de las mismas condiciones por las que las personas necesitaban un seguro.

Sin embargo, Thomas Miller, residente senior en el American Enterprise Institute, dijo que los grupos de alto riesgo ofrecen una solución razonable para los 2 a 4 millones de personas en el mercado individual que, estima, tienen condiciones preexistentes. De lo contrario, serían no asegurables desde el punto de vista médico, o se les ofrecería seguros tan costosos que no podrían pagarlos.

Los $130 mil millones que el proyecto de ley planea usar para grupos de alto riesgo u otras actividades en el mercado individual a lo largo de nueve años, junto con $8 mil millones adicionales en cinco años para los estados que reciben exenciones de ACA de los requisitos de calificación de la comunidad “podrían ser adecuados” para satisfacer la necesidad, agregó.

Además, argumentó, las tasas más altas durarían sólo un año.

“Una vez que hayas pagado, regresas al mercado regular”, dijo Miller. “No es como ser sentenciado a prisión”.

Kinsey dijo que, a partir de ahora, planea mantener su cobertura de manera continua, pero no cree que sea justo cobrar más a las personas enfermas, incluso si dejan de tener cobertura por un tiempo.

“Sería problemático”, dijo. No estoy a favor de eso.

Esta historia fue producida por Kaiser Health News, un programa editorialmente independiente de la Kaiser Family Foundation.