Los mayas del siglo XXI

0
1002

Un acuerdo de cooperación entre el Museo de Arqueología y
Antropología de la Universidad de Pensilvania y el Instituto
Hondureño de Antropología e Historia de la República de
Honduras ha hecho posible la exposición “Maya 2012”.
Aprender más sobre la cultura Maya conlleva la destrucción
de falsos mitos: la cultura y el pueblo mayas no fueron
exterminados por la llegada de los conquistadores. Batallas
y enfermedades “importadas” del Viejo Mundo diezmaron
la población (que vivió con anterioridad a la conquista
el “colapso” –período de decadencia que había traído
la caída de los reyes divinos y el abandono de gran cantidad
de ciudades–.

A los más de siete millones de mayas del siglo XXI se
les puede encontrar en México y Centroamérica, pero también
en Estados Unidos y alrededor del mundo. Algunos como
Iyaxel Cojli Ren, natural de Chichicastenango en El Quiché
(Guatemala) son arqueólogos.

Otros como la Maya-Ixil, Juanita Sheba Velasco, tejedora de
Nebaj en las montañas Cuchumatanes (Guatemala) viajan
por todo el mundo enseñando la cultura maya, hablando el
k’iche’ y utilizando el traje tradicional cada día.

Ubaldo Sánchez es un artista Maya-Mam que reside en
los Estados Unidos. Diseña en papel los moldes que después
se cubrirán con aserrín teñidos de colores con anilinas guatemaltecas, creando alfombras de infinitos colores.
Los integrantes del grupo AWAL (que en el idioma Maya-
Mam quiere decir “el sembrador”), llevan sus danzas por el
mundo, inculcando en los jóvenes y niños mayas sus valores
culturales.

Los mayas contemporáneos hablan de su propio patrimonio
y de sus inquietudes para el futuro.
Es apasionante saberse heredero de un tesoro cultural
que comprende una variedad de idiomas, complejos sistemas calendarios y un entendimiento avanzado de la astronomía y el cielo nocturno, entre otros.

El mundo no acabará el 23 de diciembre de 2012
-errónea interpretación acerca de las predicciones mayas-. Los “señores del tiempo” predijeron para un período que coincide con el actual, un cambio. El final de una época y el inicio de otra. ¡Quién sabe si se tratará
de la mejora de las condiciones migratorias de sus descendientes en los Estados Unidos! Los
mayas del siglo XXI, a diferencia de los de antaño, tienen el poder del voto. ¡Ojalá los reyes mayas “encarnaciones del tiempo” iluminen a sus hijos para que elijan a aquellos candidatos que mejor potencien su cultura, su estatus migratorio y sus vidas!

¡Que el cielo y sus ancestros les guarden!.