Meeting Point

0
570

Con el nuevo año tengo la cabeza llena de ideas y estoy súper motivada para ponerlas en práctica. El refrán de “año nuevo propósitos nuevos” me va que ni al pelo así que he elaborado una lista de “to do things” donde he escrito: MEETING POINT en la primera línea.

¿Qué significa meeting point?

Conocer gente interesante pero… no “una” gente interesante ¡no! Conocer gente interesante en general y, si a la vez me divierto en esta cruzada mejor porque así borro también el segundo punto de mi lista que es DIVERTIRME.

He pensado en un plan de acción donde barajo diversas posibilidades. Me he documentado sobre las novedades que la ciudad ofrece y me he inscrito en un grupo de extranjeros que vive aquí. La primera ocasión que se ha presentado me ha parecido interesante: location bonita: un edificio del siglo XVI en el centro histórico de Roma, gente de otros países, horario decente, día de la semana óptimo: sábado (me podré levantar con calma e incluso dormir siesta y darme una ducha de horas con scrub incluido) y precio módico (o eso es lo que en ese momento pensaba).

Organización que raya el top, quedo con dos amigas (una más amiga y otra amiga de amiga), quedamos fuera, yo voy mona: diferente en mi estilo y voy muy “focus on” encontrar a gente interesante y bailar un poco.

Todas puntuales OK, estamos en la lista OK, pagamos OK cuesta veinte euros, imagino que te den una copa con la entrada OK. Dejamos el abrigo en el ropero cinco euros, la bufanda suplemento dos euros y bueno… me empieza a chirriar la muela de juicio porque todavía no he entrado y me han sableado veintisiete euros. Nos han puesto una pulserita, a ver si va a ser barra libre y yo estoy aquí pensando mal…

Entramos, el sitio muy mono y la música todavía baja por si nos apetece hablar con alguien “interesante” no tengamos que chillarnos al oído o decir:

“¿Mande?”

Bueno hay que pedirse algo para ambientarnos y para quedar como muy fashion bebiendo. Ya me imagino hablando con “mi” persona interesante:

“¿Qué tomas?” en mi imaginación me preguntaría la persona interesante.

“Un blanco” yo

“¿Te gusta el blanco?” la persona interesante de mi imaginación.

Yo, con un pestañeo como Minie Mouse muuuuy estratégico contesto “Soy sumiller profesional”

Me despierto de mi ensoñación y vamos a pedir a la barra con nuestra pulsera y nos dicen que la pulsera es solo por si queremos salir y volver a entrar así que la copa hay que pagarla. Bueno, como me gustaría encontrar a gente interesante con una copa en la mano, yo un vinito me lo pido…

¡Jopé con el vinito de yo soy sumiller profesional! ¡Veinticinco euros!

Ahora me siento más como tío Gilito que como Minie Mouse haciendo mentalmente cuentas de lo que llevo gastado en siete minutos y medio.

¡Aquí hay gente interesante y rica!

En fin… copita de blanco en mano estoy lista para mi “meeting point”, veo de lejos uno poco interesante que se acerca hacia nosotras, se parece a Santa Claus sin disfraz, Santa Claus es un paliza alemán y mucho más el Japonés que llega luego y que cuando la música pasa de música de ambiente a música bailable se marca una especie de break dance sin ningún ritmo.

Tenemos que abrir horizontes así que, asediadas entre el frente alemán y japonés huimos en retirada a la pista a dar lo nuestro. El vino ya ha sido exprimido hasta la última gota así que tengo veinticinco euros yendo hacia mi vejiga.

A la música le doy un seis con cinco mucho reggaetón, hits con ritmo merengón e italianas conocidas mundialmente.

Una de mis amigas (la más amiga) dice que se va porque mañana se tiene que levantar para jugar al tenis y porque se ha rendido, yo me quedo, no claudico ¿habrá alguien interesante aquí?

Sigo con mi baile pero no estoy para nada motivada, y lo sé a ciencia cierta porque me imagino en mi sofá con la mantita viendo la tele o en la camita leyendo la novela de Joel Dicker a la que estoy enganchada.

A lo mejor ese es mi MEETING POINT