Novedades para la Hummers Parade de 2020

El Alcalde Branner se comprometió a establecer directrices y crear una comisión

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La Hummers Parade de Middletown comenzó en 1971 como una reunión festiva de amigos el primero de enero de cada año parodiando el desfile conocido como Mummers en Filadelfia. Con el paso de los años se hizo más grande y se hizo necesaria la presencia policíal sólo a efectos de controlar el tráfico.

Este desfile, según comenta el autoproclomado “desorganizador” de la Hummers Parade,  Jack Schreppler, nunca ha tenido un comité formal organizador ni se han establecido reglas sobre los contenidos mostrados en el mismo. Por parte de la ciudad tampoco hay ninguna guía o criterio para este desfile más allá de vigilar la seguridad del tráfico.

Todo cambió el 1 de enero de este año, cuando entre los carros que desfilaban se mostraron adultos disfrazados como niños en pañales y presos en jaulas con carteles alusivos a la situación que los hispanos están viviendo en la frontera entre México y Estados Unidos.

Imagen de uno de los carros que desfiló el 1 de enero en la Hummers Parade de Middletown.

El despliegue tomó por sorpresa a la audiencia, entre la cual se encontraban hispanos, y fueron numerosos los comentarios en redes sociales y las muestras fotográficas señalando lo desagradable que había resultado el desfile, que pretende ser un evento de carácter satírico y lúdico.

Grupos hispanos, afroamericanos y líderes religiosos locales se unieron y decidieron asistir a la reunión del Consejo de Middletown del 7 de enero para manifestar su malestar y protesta por la exhibición deshumanizada contra la comunidad hispana –especialmente contra los niños detenidos en la frontera– realizada por ciertos grupos en la Hummers Parade.

El Alcalde de Middletown, Kenneth L. Branner, Jr., quien había recibido la comunicación de estos grupos de su asistencia a la reunión abierta del consejo, realizó una declaración previa al inicio del punto del orden del día en el que se trataría el asunto del desfile.

El alcalde señaló que:

“1- Ni él, ni los miembros del Consejo están de acuerdo con los hechos ocurridos en el desfile los cuales denunció públicamente y a los que se opone.
2- Se tomarán medidas al respecto para lo que se va a crear un comité de siete personas, miembros de la comunidad y pertenecientes a diversos grupos que fijen unos requisitos a los participantes en futuras ediciones del desfile. Este comité vigilará y hará entender al Concilio la multiculturalidad local y cómo respetarla de forma respetuosa.
3- Se seguirá respetando en el desfile la libertad de expresión (derecho reconocido en la I Enmienda de la Constitución) pero ese derecho no podrá significar intimidación de ninguna comunidad”.

En el turno a la audiencia tomó la palabra el presidente de la Comisión Hispana de Delaware Javier Torrijos manifestando el malestar de la comunidad por los hechos y pidiendo una disculpa oficial a la comunidad hispana por parte del alcalde por las acciones que permitieron, se sucedieron otras personas quienes continuaron aportando su experiencia y opinión al respecto tales como Kerri Evelyn Harris, India Colón, miembros de la comunidad afroamericana, etc.

Aspecto de la sala totalmente llena donde se reunió el Consejo de Middletown el 7 de enero.

 

Charito Calvachi-Mateyko, cochair de la Comisión Hispana de Delaware realizó una valoración positiva de la intervención hispana en la reunión del consejo, recordando que nunca se puede intimidar a ningún grupo o comunidad y que hay que apoyar a que las personas no vivan con miedo.

El Alcalde Branner, Jr., fue elegido para la posición el 6 de marzo de 1989. La ciudad contaba en aquel entonces con 3,800 habitantes, alcanzando en la actualidad casi 20,000 (18,871 según el Censo de 2010). Aunque la comunidad hispana en el área MOT (Middletown, Odessa y Townsend) no es tan numerosa como en otras localidades del estado, manifestaciones pacíficas y muestras en apoyo de la comunidad hispana como la realizada el siete de enero son necesarias para educar a la población en la sensibilidad y respeto hacia la diversidad cultural que es un hecho no sólo en el área sino en el estado y el país.

La libertad de expresión arropada por la Constitución viene determinada por la sensibilidad y buen gusto hacia los que piensan de forma diferente pero nunca debe permitirse ni potenciarse –como se vio en ciertos carros en el desfile– giros hacia lo “soez y peyorativo” en palabras de la Senadora estatal Stephanie Hansen.

(Fotos: Ana L. Flores y Vladimir Rosales)