Partido a beneficio de la Campaña de Seguridad de Delaware

¡De ficción!

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Samba sale despedido en su alocado festejo, como avión pidiendo pista, como aquel super héroe sobrevolando las ruinas de la ciudad vencida. Pareciera ser el final perfecto de una historia con victoria inolvidable, su mágico pie ya conectó el balón que quedó durmiendo en el fondo de la red del equipo Independiente.

Era el 3-1 objetable, lapidario y tan mentiroso como obituario de politico. Era el golpe final a un equipo azul (Liga Independiente) que pecó de “amistoso” y pagó caro y con la derrota el haberle perdonando la vida a su rival en el primer tiempo.

Dos minutes antes, los rojos de Liga Familiar se ponían arriba en el marcador a tan solo 3’ del final. Como dice la Biblia futbolera, “dos cabezazos en el área es gol”, y así lo reafirmaban el tenaz Leites y Nelson Guevara, que la mandó a guardar ante la pasividad de un ‘desalmado’ equipo azul.

Esta gran levantada de Liga Familiar se materializó en el minuto 34 del segundo tiempo (ST), cuando el escurridizo y veloz Gonzalo Osset le ganó en velocidad al portero y conectó una ‘bola’ que venía enviada al área, después de una gran combinación de los volantes rojos. Ese era el empate, el 1-1 impensado unos minutos atrás.

Pero vayamos a ver como empezó esta historia.

Los equipos saltaron a un verde y poceado   campo de juego, donde el pasto tan alto impedía que la pelota rodara con facilidad. Esto provocó un juego corto impreciso y donde los dos equipos se quedaron sin piernas rápidamente. Lo que se vio en el primer período fue dos equipos sin identidad ni volumen de juego. Eran un cúmulo de voluntades personales. Aquí es que vemos que no en vano los buenos técnicos insisten en el funcionamiento colectivo por encima de las individualidades, sobre todo si como pasó en este encuentro, dichos individuos no están en un buen rendimiento futbolero.

Por supuesto, si las individualidades andan bien esto también repercute en un mejor funcionamiento colectivo. Es en este punto de mi análisis que me quiero parar para destacar 4 jugadores por equipo, que dieron mucho por su selección y también brillaron con luz propia.

De Independiente destaco a: Alex Kasak, Tony Garcia (el mejor del equipo en este partido), Hector Caballero y Rildo Morales.

De Liga Familiar destaco a: Juan Paolo Leites, Altienes Souza, Sildevando Monteiro (jugador del partido) y Gonzalo Osset.

Casi toda la primera mitad fue de constante acecho de Independiente, que basado en el gran trabajo de Garcia por izquierda y Morales en todo el frente de ataque inclinaban la cancha hacia la portería defendida por Gonzalez.

Dicha portería fue vencida únicamente en el minuto 11 del primer tiempo (PT), cuando Morales roba el balón en la izquierda, encara hacia el área por el medio y centra para Kasak que entrando por derecha define exquisitamente por sobre la humanidad del portero.

Parecia después de esto que Independiente aumentaría, pero no …

13’ Rildo la estampa en el travesaño.

14’ Rildo para Kasak que en el área erra el cabezazo.

15’ Falta contra García, pelota al área, Caballero la baja y Kasak lo erra frente al portero.

24’ Rildo Morales “duerme” el balón, lo pone para el 19 Caballero, que remata débil a las manos del arquero.

34’ Gran jugada de Caballero, deja solo a Kasak frente al portero y otra vez define mal.

Despues de esto se dan 3 jugadas claras de gol para Independiente y 1 para Familiar, aquella que tuvo Hector Sosa a los 43’ cuando define mal frente al golero después de un gran fallo en defensa de Marín Morales.

Pero se sabe que el fútbol no se trata de “Justicia” sino de “Eficacia y Precisión”. Goles que no se hacen se sufren. Los que erras te los meten, por lo tanto no es de extrañar el resultado final, un 3-1 que se puede entender en 3 incidencias del partido:

1- A los 40’ PT, Monteiro debió ser expulsado por arrojar una patada desde el piso. Después que le cometieran infracción, el arbitro obviamente no advirtió esto y permitió que Monteiro siga jugando y a la postre se convierta en la figura del partido.

2- Al 1’ ST en una confusa jugada en el área, Rildo Morales se lesiona y debe ser reemplazado al minuto 8. A partir de allí, Independiente perdió su mayor referencia de ataque, ya no estaba la viveza e inteligencia de Rildo para usufructuar el buen trabajo de Tony García y Héctor Caballero en el mediocampo.

3- Faltando 15’ para terminar el encuentro se lesiona el 6 de Independiente, esto no solo desarma la defensa, sino que desacomoda a todo el equipo. García bajó a jugar de libero y ya el mediocampo no retenia la pelota. Por ende, el vendaval rojo fue imparable. 

Justo o no, lo cierto es que se repartieron un tiempo cada uno. Pero a la hora de la verdad, los “Familiares” dijeron presente frustrando a los “Independientes”. 

En un mediocre partido de fútbol las emociones llegaron cuando se acababan las fuerzas.