Polipresidenta en Argentina y Poligamia en Libia

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El domingo 23 se dieron dos importantes cambios en dos regiones del mundo. En Argentina, el mayor país hispano en área, Cristina Kirchner se convirtió en la primera mujer del planeta en haber sido re-electa en la Presidencia. En Libia, el nuevo gobierno post-Gadafi anunció oficialmente el fin de la guerra civil y sus primeras medidas, siendo la más importante el restablecimiento pleno de la ley religiosa islámica incluyendo el de la poligamia.

Estos dos hechos, dados al mismo tiempo que en Turquía se dio un mortal sismo, van a tener un impacto telúrico sobre la situación de la mujer en el globo.

La mitad de la humanidad la compone el sexo femenino, cuya condición siempre es un barómetro del desarrollo de un determinado país. Usualmente las sociedades más democráticas y menos desiguales son aquellas donde las mujeres gozan de mayores derechos, mientras que las más despóticas e injustas son aquellas donde ellas van perdiendo estos o sufren de un trato más disparejo.

Según las Naciones Unidas, a nivel global el género femenino está muy rezagado en relación al masculino, pues ellas representan al menos 2 de cada 3 de las 1,3000,000 personas más pobres, de los 1,000,000 analfabetos y de los 130 millones de niños no escolarizados.

Este compone el 70% del 1,300,0000 de personas más pobres. Las mujeres ni siquiera llegan a la décima parte de los gobernantes, ministros o parlamentarios que hay en el mundo. Solo en 1995, se dio en Suecia el primer gabinete paritario del planeta.

Al margen de lo que se pueda opinar sobre los Kirchners, lo importante del caso de Argentina es que Cristina ha devenido en la primera Presidenta votada para continuar su mandato. Ello, además, con una votación casi 3 veces mayor a la que su esposo Nestor tuvo cuando en el 2003 la convirtió en primera dama y ganando en primera vuelta con más del 53% de los sufragios. El haber más que triplicado a su más inmediato rival es otro logro poco igualado en su continente.

Argentina ha sido una avanzada en cuanto a la integración del sexo dominado en la política americana. En 1973 fue el primer país de dicho hemisferio en elegir a una vicepresidente y en 1974 en tener una presidenta. En las menos de 4 décadas que han seguido a ese proceso, la gran mayoría de las 35 naciones de dicho continente han tenido Presidentas, vicepresidentas, primeras ministras o cancilleras.

En el caso de los 22 países árabes, más bien, se ve una relación inversa. Allí jamás mujer alguna ha llegado a dirigir uno solo de estos. Mientras las monarquías británica, holandesa y danesa tienen reinas (incluyendo Elizabeth II, jefa de Estado de 16 naciones independientes), las 8 árabes durante siglos solo han tenido reyes, los cuales, además, en la mayoría de los casos, tienen derecho a tener muchas esposas.

La poligamia es una de las prácticas más abusivas que hay y siempre se ve acompañada con un status denigrante para las mujeres en las sociedades que toleran ésta. Hoy ésta solo es legal en partes del África y del mundo musulmán, mientras que en Occidente ésta está prohibida (aunque, hasta 1890 esta era fomentada por la iglesia mormona que sigue el aspirante republicano más importante a la presidencia de EEUU: Romney).

El principal bastión mundial de la poligamia y de la marginación de la mujer son las petro-monarquías árabes que fueron los mecenas de la rebelión libia pro-OTAN. Estas contienen países donde nunca la mujer ha podido votar, donde a ella le está prohibido ir a la calle sola o sin velo, donde es azotada por conducir un auto o donde es normal que su matrimonio haya sido arreglado y que luego ella, a diferencia de su esposo, no tenga la misma posibilidad de decidir cuándo divorciarse.

Las revoluciones árabes que la prensa occidental celebra, se han dado en 3 repúblicas que, a pesar de sus tiranías, habían avanzado en la secularización. En Libia la mujer había elevado considerablemente su tasa de empleo y educación, mientras que esta componía el 100% de la guardia personal del jefe de Estado, aunque ahora no se ven soldadas dentro de los rebeldes quienes, más bien, llaman a que esta retorne al hogar y ahora han hecho que Libia sea la primera república que se proclamaba socialista en restablecer la poligamia.

Ese mismo domingo 23, Túnez, el vecino de Libia que inició la primavera árabe, eligió a un partido islámico, el mismo que, pese a proclamarse moderno, va a buscar restablecer el peso de la religión en el que ha sido uno de los países más secularizados y con menos desigualdad de género en su región.