Porfirio Díaz Morí, bien vale hacer un recorrido por la historia para conocer o recordar la posición que ésta le ha otorgado a este personaje mexicano.
Nació en el Estado de Oaxaca, el 15 de septiembre de 1830, vivió bajo la tutela de su madre, ya que desde muy pequeño (tres años) quedó huérfano de padre. Durante su infancia y juventud, realizó varias actividades, entre las que destacan la de zapatero y carpintero, durante cinco años estuvo en el seminario en Oaxaca para seguir la carrera eclesiástica y dejó inconclusa la carrera de leyes (en donde fue discípulo de Benito Juárez) al ser cerrado el Instituto de Ciencias y Arte donde estudiaba, por ordenes del entonces presidente de México, Antonio López de Santa Anna. Su carrera militar la inicia en 1855 con la Revolución de Ayutla (para derrocar a Antonio López de Santa Anna), bajo el mando del General José María Herrera, participó en tres importantes guerras en las cuales dejó su huella como gran estratega militar; en la guerra México-americano, en la guerra de reforma en donde apoyó la causa liberal de Benito Juárez y en la guerra patriótica contra la invasión francesa y la coronación de Maximiliano I. Concluida la guerra de reforma con la victoria de los liberales (lo que llevó a la presidencia a Benito Juárez en 1861), Porfirio Díaz es ascendido a general. Su acción de mayor trascendencia militar la realizó en Puebla al sitiar y replegar a las tropas de Maximiliano en un asalto sangriento. Con esta victoria, toma la Ciudad de México 2 de abril de 1867, acelerando la caída de Maximiliano y el triunfo de Benito Juárez. Porfirio Díaz se volvió experto en ataques súbitos y emboscadas, lo cual demuestra el gran estratega militar que fue. Porfirio Díaz muere en el exilio el 2 de julio de 1915, sus restos se encuentran en Francia, a la fecha sus familiares buscan su repatriación, no lo han logrado. Sin duda Porfirio Díaz durante su mandato podemos recordar diversos acontecimientos y para poder entenderlos es necesario situarnos de manera general en la ideología de aquella época la cual entendía el orden, la paz y el progreso como ejes centrales en la vida política social y cultural y la cual le ayudó a responder fielmente a sus intereses. Sentia un gran amor por su país, por su patria, fue discípulo de Benito Juárez, de ahí su relación con el pensamiento del Benemérito de las Américas, y que como militar luchó por él hasta llevarlo a la presidencia de México. Su gobierno logró la primera estabilidad real en el país y un desarrollo económico sin precedentes: hubo inversiones extranjeras para la explotación de los recursos mineros; las actividades económicas como la industria minera y la textil, entre otras, lograron un gran crecimiento, aumentaron las exportaciones, se construyeron vías férreas y líneas telegráficas y el teléfono. En 1887 se creó la primera refinería petrolera y México fue el primer extractor de plata del mundo. Asimismo, se dio el máximo apogeo artístico, se comenzó a vivir una cultura musical, literaria, pintoresca, y arquitectónica, se construyeron grandes obras como: ferrocarriles nacionales, telégrafos, primera refinería del petróleo, el palacio de bellas artes y el ángel de la independencia, crecimiento o económico frente al dólar, etc. Sin embargo, el progreso que se dio bajo el mandato de Porfirio Díaz, tuvo costos muy altos, como los del pueblo Yaquis y otros pueblos, a los cuales les desconocieron la posesión comunal de amplios terrenos que se consideraban “improductivos”, para vendérselos a los inversionistas. En esta lucha por la defensa de sus tierras, murieron muchos indígenas Yaquis de Sonora, principalmente en la “Batalla de Mazocoba” en 1900, contabilizándose alrededor de 400 combatientes Yaquis muertos y 800 hombres, mujeres y niños prisioneros. La permanencia de Porfirio Díaz en el poder durante más de 30 años, denota la falta de democracia en México durante ese periodo y el dominio de la política concentrada en unos cuantos poderosos.
En nuestra historia se ha estigmatizado a Porfirio Díaz como el gran tirano de México, ya que lo acusan de ser un dictador que provocó la primera guerra civil del siglo XX, la Revolución Mexicana, por su estancia en el poder durante más de 30 años. Ante estas circunstancias de la historia, había que crear una nueva idea de la historia de México y en esa idea, explica Burkholder, “el Estado mexicano necesitaba crear un villano y ese era Porfirio Díaz”.
CONSECUENTEMENTE, NI MAS… NI MENOS… SOLO LO JUSTO!… El gobierno de Porfirio Díaz transformó a México construyendo el andamiaje económico, estableció para nuestro país una mejor imagen en el extranjero de solidez y estabilidad, logró relaciones con el gobierno estadounidense que le llevaron a finiquitar la deuda mexicana. Sin embargo la apertura al capital extranjero propicio la explotación de campesinos productores de la materia prima (azúcar, café y tabaco); de obreros en la industria minera y textil, con lo que surgió la necesidad nacional de la creación del ferrocarril, que ayudó a la explotación de dichos productos en beneficios del imperialismo. Porfirio Díaz sin duda tiene aciertos como héroe, luchó por derrocar a un dictador que había estado en el poder intermitentemente de 1833 a 1855, un héroe que luchó por llevar a la presidencia a Don Benito Juárez, un héroe que luchó contra la invasión francesa y con el usurpador Maximiliano I, hasta terminar con ellos y sacar triunfante al Licenciado Benito Juárez, un héroe que llevó a México a una estabilidad, crecimiento económico y a la modernización, permitió la inversión extranjera y comunicó al país con otras naciones a través del telégrafo y del teléfono.
Se le critica por impedir la democracia y perpetuarse en el poder durante más de 30 años, en ese periodo el dominio de la política concentrada en unos cuantos poderosos. En la historia se ha estigmatizado a Porfirio Díaz como el gran tirano de México, ya que sometió a los indígenas Yaquis, les quitó sus tierras para la inversión, un tirano que duró más de 30 años en el poder emulando al dictador que derribó del poder precisamente porque llevaba 22 años en el mismo. Ante la falta de claridad de la historia sobre las acciones, sentir y pensar de Porfirio Díaz, el Congreso de la Unión en México debe integrar una comisión con la participación de instituciones Educativas, Académicas, Historiadores, sociedad civil, etc. para evaluar la obra y trayectoria de Porfirio días a 100 años de su fallecimiento, para dar a conocer el juicio y ubicar de manera justa su lugar en la historia de México. ES CUANTO!…