Estamos aquí para nominar un Presidente, y tengo uno en mente.
Quiero nominar a un hombre cuya vida ha estado llena de bastante adversidad e incertidumbre. Un hombre que se postuló para ser Presidente para cambiar el rumbo de una economía ya debilitada y que a tan solo seis semanas de las elecciones la vio caer en la peor crisis desde la Gran Depresion. Este es un hombre que atajó un desplome hacia otra depresión y nos volvió a poner en el largo camino de la recuperación, sabiendo que aunque creara o salvara millones de trabajos, todavía habrían millones de trabajadores desempleados, buscando como alimentar a sus hijos y mantener vivas sus esperanzas.
Quiero nominar a un hombre sereno en la superficie, pero cuyo corazón late fuerte por los Estados Unidos. Un hombre quien cree que podemos construir un nueva economía impulsada por el nuevo Sueño Americano, la creatividad, la educación y la cooperación. Un hombre quien tuvo el sentido común de casarse con Michelle Obama.
Yo quiero que Barack Obama sea el próximo Presidente de los Estados Unidos y yo lo nomino orgullosamente como el abanderado del Partido Demócrata.
En Tampa, escuchamos mucho de cómo el Presidente y los demócratas no creen en la libre empresa e identidad individual; escuchamos mucho de cómo queremos que todos dependan del gobierno; de lo malo que somos para la economía.
La narrativa republican reza que todos los que alcanzamos algo lo hicimos solos. Uno de los mejores presidentes del Partido Demócrata, Bob Strauss, decía que cada político quiere hacernos creer que nació en una cabaña que el mismo construyó; pero no es así.
Nosotros los demócratas creemos que el país funciona mejor con una clase media pujante; con oportunidades reales para que la gente pobre salga adelante y un incesante enfoque en el futuro; con las empresas y el gobierno trabajando juntos para promover el crecimiento y la prosperidad para todos. “Estamos unidos en esto” es una mejor filosofía que “sálvese quien pueda”.
¿Quién tiene la razón? Bueno, desde 1961, los republicanos han estado en la Casa Blanca 28 años y los demócratas 24. Durante esos 52 años, nuestra economía creció por un margen de 66 millones de empleos en el sector privado. ¿Cuál es el marcador en cuestión de creación de empleos? ¡Republicanos 24 millones, demócratas 42 millones!
Resulta que avanzar en las áreas de igualdad y oportunidad económica es moralmente correcto y bueno para la economía. La discriminación, la pobreza y la ignorancia frenan el crecimiento. Mientras que la inversión en la educación, la infraestructura, y la investigación científica y tecnológica, impulsan el crecimiento. Así se crean más empleos y nueva riqueza para todos nosotros.
Aunque a menudo estoy en desacuerdo con los republicanos, nunca aprendí a odiarlos de la manera que la extrema derecha que hoy controla al partido odia al Presidente Obama y a los demócratas. Después de todo, fue el Presidente Eisenhower quien envió tropas federales a mi estado para integrar la secundaria Little Rock Central High y construyó un sistema interestatal de carreteras. Como gobernador, trabajé con el Presidente Reagan en la reforma de asistencia social y con el presidente George H. W. Bush en las metas de la educación nacional. Estoy agradecido con el presidente George H. W. Bush por el PEPFAR, el cual salva las vidas de millones de personas en países pobres y con ambos presidentes Bush por el trabajo que hemos realizado después del tsunami en el sur de Asia, el huracán Katrina y el terremoto en Haití.
A través de mi fundación, en los Estados Unidos y alrededor del mundo, trabajo con demócratas, republicanos e independientes, quienes se enfocan en resolver problemas y aprovechar las oportunidades, no en luchar entre sí.
En épocas difíciles, el conflicto continuo puede resultar bueno para la política, pero en el mundo real, la cooperación funciona mejor. A fin y al cabo, nadie tiene la razón todo el tiempo y un reloj dañado da la hora correcta dos veces por día. Todos nosotros estamos destinados a vivir nuestras vidas entre esos dos extremos. Desafortunadamente, la facción que ahora domina al Partido Republicano no lo ve de esa manera. Creen que el gobierno es el enemigo y que el acuerdo mútuo es debilidad.
Una de las principales razones los Estados Unidos debería re-elegir al presidente Obama es que él está comprometido con la cooperación. Nombró a Secretarios republicanos en Defensa, el Ejército y en el Departamento de Transporte. Nombró al Vicepresidente quien se le enfrentó en las primarias en él 2008, y confió plenamente en el, dándole la responsabilidad de supervisar el fin de la guerra en Irak y la Ley de Recuperación Económica. ¡Por Dios, hasta nombró a Hillary! Y yo estoy tan orgulloso de ella y tan agradecido con todo nuestro equipo de seguridad nacional por todo lo que han hecho para construir un mundo mejor, con mas aliados y menos enemigos. También estoy agradecido con los jóvenes quienes sirven a nuestro país en las Fuerzas Armadas. Estoy agradecido con Michelle Obama y Jill Biden por apoyar a nuestras familias militares en esos momentos cuando sus seres queridos están en el extranjero, y cuando regresan también por ayudar a nuestros veteranos cuando regresan a casa cargando con las heridas de la guerra, o necesitando apoyo con su educación, su vivienda y consiguiendo empleos.
El record del Presidente Obama en cuanto a seguridad nacional es testamento de su fortaleza, su buen juicio, y a sus preferencia por la inclusión y cooperación por encima del partidismo.
El también trató de trabajar con los republicanos del Congreso en la reforma de salud, la reducción de la deuda, y los empleos, pero eso no salió muy bien. Probablemente porque tal como dijo en un momento extraordinario franqueza el líder de los republicanos en el Senado dos años antes de la elección, su prioridad principal no era poner a la gente a trabajar otra vez, sino sacar al Presidente Obama de su puesto.
¡Senador, lamento informarle que vamos a mantener al Presidente Obama en su empleo!
El argumento de los republicanos en Tampa en contra de la re-elección del Presidente Obama fue muy simple: Le entregamos desastre completo, no ha terminado de límpialo lo suficientemente rápido, y por eso entonces despídanlo y póngannos otra vez en el poder a los republicanos.
Para parecer una mejor alternativa al Presidente Obama, no podían decir mucho acerca de las ideas que han ofrecido durante los últimos dos años. Miren, quieren regresar a las antiguas políticas que nos metieron en este problema: recortarle los impuestos a los estadounidenses con altos ingresos aun más que el Presidente Bush; deshacerse de las molestas regulaciones financieras diseñadas para prevenir otros desplome de la economía y prohibir futuros rescates financieros; incrementar el gasto en defensa en dos billones de dólares más de lo que el Pentágono ha solicitado sin decir en qué van a gastar el dinero; hacer enormes recortes al resto del presupuesto, especialmente a los programas que ayudan a los niños pobres y de la clase media. Como dijo otro Presidente anteriormente: y dale de nuevo con lo mismo.
Me gusta mucho más el argumento para re-elegir al Presidente Obama. Heredó una economía severamente devastada, pero frenó el deterioro y comenzó el arduo y largo camino hacia la recuperación. El Presidente estableció las bases para construir una economía más moderna y estable para generar millones de nuevos empleos, empresas dinámicas y ganancias para los innovadores.
¿Estamos donde queremos estar? No ¿Está el Presidente satisfecho con esto? No. Estamos mejor que cuando llegó a la Casa Blanca, con una economía en caída libre, perdiendo 750.000 empleos por mes. La respuesta es SÍ.
Comprendo los retos que enfrentamos. Sé que muchos estadounidenses siguen enojados y frustrados con la economía. Aunque el empleo está creciendo, los bancos empiezan a prestar, e incluso el valor de las casas empieza a subir un poco, demasiadas personas no ven los resultados.
Experimenté lo mismo en 1994 y a principios de 1995. Nuestras políticas estaban funcionando y la economía estaba creciendo pero la mayoría no lo veía. Para 1996, la economía estaba en su apogeo, a la mitad del camino del periodo más largo de expansión de la historia estadounidense.
El Presidente Obama comenzó con una economía aún más debilitada que la que me tocó a mi. Ningún presidente –ni yo ni ninguno de mis predecesores podrían haber reparado todo el daño en cuatro. Pero las condiciones están mejorando y si renuevan el contrato del Presidente van a ver los resultados.
Lo digo de corazón.
Las estrategias del Presidente Obama van infundidas con los valores, las ideas y la dirección que los Estados Unidos debe de tomar para construir la versión del siglo XXI del Sueño Americano en un país de oportunidades compartidas, prosperidad compartida y responsabilidades compartidas.
Regresando a la historia. En el 2010, cuando entró en vigor el programa de rehabilitación económica, la hemorragia de empleos se detuvo y comenzaron a cambiar las cosas.
La Ley de Rehabilitación Económica salvó y creó millones de empleos y recortó impuestos para el 95 % de los estadounidenses. En los últimos 29 meses la economía ha creado alrededor de 4,5 millones de empleos en el sector privado. Entonces, aquí tenemos otro marcador: el Presidente Obama, más 4,5 millones de empleos, republicanos del Congreso cero.
Durante ese mismo periodo, se han creado más de 500.000 empleos en la manufactura bajo la dirección del Presidente Obama – la primera vez que crece la manufactura desde los ‘90.
La reestructuración del sector automotriz funcionó. Salvó más de un millón de trabajos, no solo en la GM, Chrysler y sus concesionarios, sino también en el sector de manufactura de partes en todo el país. Por eso hasta los fabricantes de automóviles quienes no fueron parte del acuerdo, apoyaron el rescate. Tenían que rescatar a sus proveedores también. Como dije antes, todos estamos juntos en esto.
En estos momentos hay más de 250.000 personas adicionales quienes trabajan en la industria automotriz que no tenían empleo el día que estas fueron reestructuradas. El gobernador Romney se opuso al plan para salvar a GM y Chrysler. Así que veamos el marcador: Obama 250.000, Romney, 0.
El acuerdo que la administración hizo con los sidicatos, los ejectuvios, y los grupos del medio ambiente para duplicar el kilometraje por galon de un automóvil en los próximos años es otra excelente propuesta: reducirá su gasto en gasolina a la mitad, nos hace menos dependientes del petróleo, recorta las emisiones de gases que causan el efecto invernadero, y añade otros 500.000 empleos.
El plan de energía del Presidente Obama que pone todas las opciones sobre la mesa también está ayudando – el boom en la producción de petróleo y gas se combina con una mayor eficiencia energética, y ha logrado que las importaciones de petróleo lleguen a un punto tan bajo que no se veía desde hace cerca de 20 años, y a la vez llevó a la producción de gas natural a su punto más alto en la historia. La producción de energías renovables también se han duplicado.
Necesitamos más empleos nuevos -muchos- pero en estos momentos contamos con tres millones de empleos vacantes en Estados Unidos, principalmente porque los solicitantes no cuentan con las habilidades. Tenemos que preparar a más estadounidenses para estos nuevos empleos que se crean en un mundo impulsado por nuevas tecnologías. Es por eso que en este momento las inversiones en nuestra propia gente son más importante que nunca. El Presidente ha apoyado a los community colleges, y empleadores, en un esfuerzo conjunto para capacitar a personas para puestos de trabajo en sus comunidades. Y, después de una década en la que los incrementos en los costos universitarios han aumentado; mientras la tasa de deserción escolar aumenta hasta dejarnos como el país numero 16 en el mundo en graduados universitarios, su reforma al sistema de préstamos estudiantiles reduce el costo de los programas federales de préstamos y aún más importante, ofrece a los estudiantes el derecho la oportunidad de pagar sus préstamos basados en un porcentaje fijo de sus ingresos hasta por 20 años. Eso significa que nadie tendrá que abandonar la universidad por temor a que no puede pagar sus deudas, y nadie va a tener que rechazar una oferta de trabajo, como para ser un maestro, un oficial de policía o un médico de un pueblo pequeño, por que no paga lo suficiente para poder hacer los abonos de esta deuda. Esto va a cambiar el futuro de los jóvenes estadounidenses.
Yo sé que en estos momentos estamos en una situación mejor porque el Presidente Obama hizo estas decisiones.
Eso nos lleva al tema de la salud.
Los republicanos lo llaman Obamacare y dicen que es una toma por parte del gobierno a la atención médica, lo cual ellos planean en abolir. ¿Tendrán la razón? Echemos un vistazo a lo que ha ocurrido hasta ahora. Los individuos y las empresas se han ahorrado más de mil millones de dólares en reembolsos de sus primas de seguro por que la nueva ley exige que el 80 % y el 85 % de sus primas se gasten en atención de salud, y no en ganancias o promociones. Otras aseguradoras también han bajado sus tarifas para poder cubrir este requisito. Más de tres millones de jóvenes entre los 19 y 25 años de edad están asegurados por primera vez debido a que pueden ser cobijados por las pólizas de sus padres. Millones de personas de la tercera edad están recibiendo atención preventiva, incluyendo la detección del cáncer de mama y pruebas para problemas cardiacos. Pronto las aseguradoras, no el Gobierno, tendrán millones de clientes nuevos, muchos de ellos gente de clase media con condiciones preexistentes. Por primera vez en 50 años el gasto en salud ha crecido por debajo del 4%.
¿Así que todos estamos en una mejor situación porque el presidente Obama luchó por la reforma y logró aprobarla? ¡Por supuesto que si!
Hubo otros dos ataques contra el Presidente en Tampa que merecen una respuesta. Tanto el gobernador Romney como el congresista Ryan atacaron al Presidente por presuntamente robarle 716 mil millones de dólares al programa de Medicare. Esto es lo que realmente sucedió. No hubo recortes en los beneficios. Ninguno. Lo que el Presidente hizo fue ahorrar dinero mediante la reducción de los subsidios injustificados a los proveedores y a las aseguradoras que no estaban mejorándole la salud a nadie. El utilizó este ahorro para cerrar la laguna fiscal en el programa de medicamentos de Medicare, y también para añadirle otros ocho años de vida al Fondo Fiduciario de Medicare. Ahora es solvente hasta el 2024. Así que el presidente Obama y los demócratas no debilitaron al Medicare, lo fortalecieron.
Cuando el congresista Ryan se dirigió a las cámaras de televisión y atacó al presidente Obama por “el uso más arbitrario de poder” al asaltar al Medicare, no supe si reír o llorar. Esos 716 mil millones de dólares son exactamente la misma cantidad de ahorros de Medicare que el congresista Ryan tenía en su propio presupuesto.
Al menos en este caso, el gobernador Romney ha sido consistente. Quiere cancelar este ahorro y devolverle el dinero a las aseguradoras, volver a abrir la laguna fiscal y obligar a las personas de tercera edad a pagar más por los medicamentos. Asimismo quiere reducir la vida del Fondo Fiduciario de Medicare por ocho años. Así que si es elegido y hace lo que prometió, el Medicare estará en la bancarrota en el 2016. Si esto sucede, usted no tendrá que esperar hasta que ellos implementen su plan de libreta de cupones en el 2023 para ver el fin de Medicare tal como lo conocemos.
Pero la cosa se pone peor. También quieren bloquear el Medicaid y recortarlo en un tercio durante la próxima década. Por supuesto, eso va a afectar a los niños pobres, pero eso no es todo. Casi dos tercios del Medicaid se gastan en ayudas para las personas de la tercera edad y las personas con discapacidades, incluyendo a niños de familias de clase media con necesidades especiales como síndrome de Down o autismo. No sé cómo las familias van a poder subsistir sin esta ayuda. No podemos dejar que suceda.
Ahora echémosle un vistazo a la acusación republicana que dice que el Presidente Obama quiere debilitar las exigencias de trabajo en el proyecto de ley de reforma de asistencia social que yo firmé, el cual llevó a millones de personas de vivir de la asistencia social a un trabajo.
Esto es lo que sucedió. Cuando algunos gobernadores republicanos pidieron experimentar con nuevas maneras de poner a la gente recibiendo asistencia social de vuelta a un trabajo, la administración de Obama dijo que sólo lo haría si planteaban un plan creíble para incrementar el empleo en un 20 %. ¿Escucharon eso? Más trabajo. Así que la acusación de que el Presidente Obama debilitó las exigencias de trabajo de la reforma del sistema de asistencia social no es verdad. Pero siguen publicando comerciales que anuncian esto. Como lo dijo el encuestador de su campaña “no vamos a permitir que nuestra campaña sea dictada por verificadores de datos.” Eso sí que es verdad. No hubiera podido decirlo mejor – yo sólo espero que ustedes recuerden esto cada vez que vean este dicho comercial.
Hablemos de la deuda. Tenemos que enfrentar este problema, o ella se hará cargo de nosotros. El Presidente Obama ha ofrecido un plan que reduce la deuda por 4 billones de dólares en una década, con reducciones de dos dólares y medio en gastos por cada dólar de aumento en ingresos, y controles estrictos sobre el gasto futuro. Es el tipo de propuesta equilibrada planteada por la comisión bipartidista Simpson-Bowles.
Creo que el plan del Presidente es mejor que el plan de Romney, porque el plan de Romney no pasa la primera prueba de la responsabilidad fiscal: la aritmetica.
Se supone que debe ser un plan de reducción de la deuda, sino que comienza con reducciones de cinco billones de dólares en recortes de impuestos durante un período de diez años. Eso hace que el agujero de la deuda sea aún más profundo antes de empezar a salir. Ellos dicen que lo harán funcionar mediante la eliminación de lagunas en el código tributario. Cuando se le pregunta “¿cuales lagunas y cuánto?”, Dicen “Mejor hablemos de eso después de las elecciones.”
La gente me pregunta todo el tiempo cómo logramos entregar cuatro presupuestos con superávit. ¿Qué ideas nuevas planteamos? Siempre doy una respuesta de una sola palabra: la aritmética. Si se quedan con un recorte de impuestos de cinco billones de dólares en un plan de reducción de la deuda – la aritmética nos dice que una de tres cosas sucederá:
1) Tendrán que eliminar las deducciones como las de hipotecas y donaciones caritativas, las familias de clase media verán su factura de impuestos subir dos mil dólares al año, mientras que la gente que gana más de 3 millones de dólares al año seguirá recibiendo un recorte de impuestos de 250.000 dólares,
2) Tendrán que recortar el gasto tanto que tendrán que destruir el presupuesto de nuestros parques nacionales, diseñados para garantizar aire y agua limpia, alimentos seguros, transporte aéreo seguro; o tendrán que cortar drásticamente las Becas Pell, préstamos universitarios, la educación infantil y otros programas que ayudan a las familias de clase media y a niños pobres. Esto sin mencionar los recortes a inversiones en carreteras, puentes, ciencias, tecnología e investigaciones médicas.
3) Tendrán que seguir haciendo lo que han estado haciendo durante más de treinta años – reducir los impuestos más de lo que se recorta en gastos, explotar la deuda, y debilitar la economía. Recuerde, las políticas económicas republicanas cuadruplicaron la deuda antes de que yo asumiera el cargo y la duplicaron después de que me fui. Simplemente no tenemos el lujo de volver a intentar esta filtración de la riqueza desde las capas sociales más altas hasta las más bajas.
El plan del presidente Obama recorta la deuda, honra nuestros valores, e ilumina el futuro de nuestros hijos, nuestras familias y nuestra nación.
Mis compatriotas, ustedes deben decidir el tipo de país en dónde quieren vivir. Si quieren un país donde la única regla es “sálvese quien pueda”, y el ganador se lo lleva todo, entonces voten por los republicanos. Ahora, si quieren un país en donde la prosperidad y la responsabilidad se comparten, donde todos jalamos parejo, entonces deben votar por Barack Obama.
Si creen que el Presidente tenía la razón al abrirle las puertas de la oportunidad americana a los jóvenes inmigrantes que fueron traídos aquí como niños, que quieren ir a la universidad, o servir en el Ejército, deben votar por Barack Obama. Si ustedes quieren un futuro de prosperidad compartido, donde la clase media está creciendo y la pobreza está disminuyendo, donde el sueño americano está vivo y palpitante, y donde Estados Unidos sigue siendo el motor de la paz y la prosperidad en un mundo altamente competitivo, deben votar por Barack Obama.
Amo a nuestro país – y sé que estamos por retomarlo.
Desde hace más de 200 años, siempre hemos salido más fuertes a través de cada crisis. Y volveremos a lograrlo siempre y cuando lo hagamos juntos. Defendamos la causa por la que nuestros fundadores comprometieron su vida, su fortuna, su honor sagrado – para formar una unión más perfecta.
Si eso es lo que usted cree, si eso es lo que queremos, tenemos que volver a elegir al Presidente Barack Obama.
Dios los bendiga – Qué Dios bendiga a los Estados Unidos.
We’re here to nominate a President, and I’ve got one in mind.
I want to nominate a man whose own life has known its fair share of adversity and uncertainty. A man who ran for President to change the course of an already weak economy and then just six weeks before the election, saw it suffer the biggest collapse since the Great Depression. A man who stopped the slide into depression and put us on the long road to recovery, knowing all the while that no matter how many jobs were created and saved, there were still millions more waiting, trying to feed their children and keep their hopes alive.
I want to nominate a man cool on the outside but burning for America on the inside. A man who believes we can build a new American Dream economy driven by innovation and creativity, education and cooperation. A man who had the good sense to marry Michelle Obama.
I want Barack Obama to be the next President of the United States and I proudly nominate him as the standard bearer of the Democratic Party.
In Tampa, we heard a lot of talk about how the President and the Democrats don’t believe in free enterprise and individual initiative, how we want everyone to be dependent on the government, how bad we are for the economy.
The Republican narrative is that all of us who amount to anything are completely self-made. One of our greatest Democratic Chairmen, Bob Strauss, used to say that every politician wants you to believe he was born in a log cabin he built himself, but it ain’t so.
We Democrats think the country works better with a strong middle class, real opportunities for poor people to work their way into it and a relentless focus on the future, with business and government working together to promote growth and broadly shared prosperity. We think “we’re all in this together” is a better philosophy than “you’re on your own.”
Who’s right? Well since 1961, the Republicans have held the White House 28 years, the Democrats 24. In those 52 years, our economy produced 66 million private sector jobs. What’s the jobs score? Republicans 24 million, Democrats 42 million!
It turns out that advancing equal opportunity and economic empowerment is both morally right and good economics, because discrimination, poverty and ignorance restrict growth, while investments in education, infrastructure and scientific and technological research increase it, creating more good jobs and new wealth for all of us.
Though I often disagree with Republicans, I never learned to hate them the way the far right that now controls their party seems to hate President Obama and the Democrats. After all, President Eisenhower sent federal troops to my home state to integrate Little Rock Central High and built the interstate highway system. And as governor, I worked with President Reagan on welfare reform and with President George H.W. Bush on national education goals. I am grateful to President George W. Bush for PEPFAR, which is saving the lives of millions of people in poor countries and to both Presidents Bush for the work we’ve done together after the South Asia tsunami, Hurricane Katrina and the Haitian earthquake.
Through my foundation, in America and around the world, I work with Democrats, Republicans and Independents who are focused on solving problems and seizing opportunities, not fighting each other.
When times are tough, constant conflict may be good politics but in the real world, cooperation works better. After all, nobody’s right all the time, and a broken clock is right twice a day. All of us are destined to live our lives between those two extremes. Unfortunately, the faction that now dominates the Republican Party doesn’t see it that way. They think government is the enemy, and compromise is weakness.
One of the main reasons America should re-elect President Obama is that he is still committed to cooperation. He appointed Republican Secretaries of Defense, the Army and Transportation. He appointed a Vice President who ran against him in 2008, and trusted him to oversee the successful end of the war in Iraq and the implementation of the recovery act. And Joe Biden did a great job with both. He appointed Cabinet members who supported Hillary in the primaries. Heck, he even appointed Hillary! I’m so proud of her and grateful to our entire national security team for all they’ve done to make us safer and stronger and to build a world with more partners and fewer enemies. I’m also grateful to the young men and women who serve our country in the military and to Michelle Obama and Jill Biden for supporting military families when their loved ones are overseas and for helping our veterans, when they come home bearing the wounds of war, or needing help with education, housing, and jobs.
President Obama’s record on national security is a tribute to his strength, and judgment, and to his preference for inclusion and partnership over partisanship.
He also tried to work with Congressional Republicans on Health Care, debt reduction, and jobs, but that didn’t work out so well. Probably because, as the Senate Republican leader, in a remarkable moment of candor, said two years before the election, their number one priority was not to put America back to work, but to put President Obama out of work.
Senator, I hate to break it to you, but we’re going to keep President Obama on the job!
In Tampa, the Republican argument against the President’s re-election was pretty simple: we left him a total mess, he hasn’t cleaned it up fast enough, so fire him and put us back in.
In order to look like an acceptable alternative to President Obama, they couldn’t say much about the ideas they have offered over the last two years. You see they want to go back to the same old policies that got us into trouble in the first place: to cut taxes for high income Americans even more than President Bush did; to get rid of those pesky financial regulations designed to prevent another crash and prohibit future bailouts; to increase defense spending two trillion dollars more than the Pentagon has requested without saying what they’ll spend the money on; to make enormous cuts in the rest of the budget, especially programs that help the middle class and poor kids. As another President once said – there they go again.
I like the argument for President Obama’s re-election a lot better. He inherited a deeply damaged economy, put a floor under the crash, began the long hard road to recovery, and laid the foundation for a modern, more well-balanced economy that will produce millions of good new jobs, vibrant new businesses, and lots of new wealth for the innovators.
Are we where we want to be? No. Is the President satisfied? No. Are we better off than we were when he took office, with an economy in free fall, losing 750,000 jobs a month. The answer is YES.
I understand the challenge we face. I know many Americans are still angry and frustrated with the economy. Though employment is growing, banks are beginning to lend and even housing prices are picking up a bit, too many people don’t feel it.
I experienced the same thing in 1994 and early 1995. Our policies were working and the economy was growing but most people didn’t feel it yet. By 1996, the economy was roaring, halfway through the longest peacetime expansion in American history.
President Obama started with a much weaker economy than I did. No President – not me or any of my predecessors could have repaired all the damage in just four years. But conditions are improving and if you’ll renew the President’s contract you will feel it.
I believe that with all my heart.
President Obama’s approach embodies the values, the ideas, and the direction America must take to build a 21st century version of the American Dream in a nation of shared opportunities, shared prosperity and shared responsibilities.
So back to the story. In 2010, as the President’s recovery program kicked in, the job losses stopped and things began to turn around.
The Recovery Act saved and created millions of jobs and cut taxes for 95% of the American people. In the last 29 months the economy has produced about 4.5 million private sector jobs. But last year, the Republicans blocked the President’s jobs plan costing the economy more than a million new jobs. So here’s another jobs score: President Obama plus 4.5 million, Congressional Republicans zero.
Over that same period, more than more than 500,000 manufacturing jobs have been created under President Obama – the first time manufacturing jobs have increased since the 1990s.
The auto industry restructuring worked. It saved more than a million jobs, not just at GM, Chrysler and their dealerships, but in auto parts manufacturing all over the country. That’s why even auto-makers that weren’t part of the deal supported it. They needed to save the suppliers too. Like I said, we’re all in this together.
Now there are 250,000 more people working in the auto industry than the day the companies were restructured.
Governor Romney opposed the plan to save GM and Chrysler. So here’s another jobs score: Obama two hundred and fifty thousand, Romney, zero.
The agreement the administration made with management, labor and environmental groups to double car mileage over the next few years is another good deal: it will cut your gas bill in half, make us more energy independent, cut greenhouse gas emissions, and add another 500,000 good jobs.
President Obama’s “all of the above” energy plan is helping too – the boom in oil and gas production combined with greater energy efficiency has driven oil imports to a near 20 year low and natural gas production to an all time high. Renewable energy production has also doubled.
We do need more new jobs, lots of them, but there are already more than three million jobs open and unfilled in America today, mostly because the applicants don’t have the required skills. We have to prepare more Americans for the new jobs that are being created in a world fueled by new technology. That’s why investments in our people are more important than ever. The President has supported community colleges and employers in working together to train people for open jobs in their communities. And, after a decade in which exploding college costs have increased the drop-out rate so much that we’ve fallen to 16th in the world in the percentage of our young adults with college degrees, his student loan reform lowers the cost of federal student loans and even more important, gives students the right to repay the loans as a fixed percentage of their incomes for up to 20 years. That means no one will have to drop-out of college for fear they can’t repay their debt, and no one will have to turn down a job, as a teacher, a police officer or a small town doctor because it doesn’t pay enough to make the debt payments. This will change the future for young Americans.
I know we’re better off because President Obama made these decisions.
That brings me to health care.
The Republicans call it Obamacare and say it’s a government takeover of health care that they’ll repeal. Are they right? Let’s look at what’s happened so far. Individuals and businesses have secured more than a billion dollars in refunds from their insurance premiums because the new law requires 80% to 85% of your premiums to be spent on health care, not profits or promotion. Other insurance companies have lowered their rates to meet the requirement. More than 3 million young people between 19 and 25 are insured for the first time because their parents can now carry them on family policies. Millions of seniors are receiving preventive care including breast cancer screenings and tests for heart problems. Soon the insurance companies, not the government, will have millions of new customers many of them middle class people with pre-existing conditions. And for the last two years, health care spending has grown under 4%, for the first time in 50 years.
So are we all better off because President Obama fought for it and passed it? You bet we are.
There were two other attacks on the President in Tampa that deserve an answer. Both Governor Romney and Congressman Ryan attacked the President for allegedly robbing Medicare of 716 billion dollars. Here’s what really happened. There were no cuts to benefits. None. What the President did was save money by cutting unwarranted subsidies to providers and insurance companies that weren’t making people any healthier. He used the saving to close the donut hole in the Medicare drug program, and to add eight years to the life of the Medicare Trust Fund. It’s now solvent until 2024. So President Obama and the Democrats didn’t weaken Medicare, they strengthened it.
When Congressman Ryan looked into the TV camera and attacked President Obama’s “biggest coldest power play” in raiding Medicare, I didn’t know whether to laugh or cry. You see, that 716 billion dollars is exactly the same amount of Medicare savings Congressman Ryan had in his own budget.
At least on this one, Governor Romney’s been consistent. He wants to repeal the savings and give the money back to the insurance companies, re-open the donut hole and force seniors to pay more for drugs, and reduce the life of the Medicare Trust Fund by eight years. So now if he’s elected and does what he promised Medicare will go broke by 2016. If that happens, you won’t have to wait until their voucher program to begins in 2023 to see the end Medicare as we know it.
But it gets worse. They also want to block grant Medicaid and cut it by a third over the coming decade. Of course, that will hurt poor kids, but that’s not all. Almost two-thirds of Medicaid is spent on nursing home care for seniors and on people with disabilities, including kids from middle class families, with special needs like, Downs syndrome or Autism. I don’t know how those families are going to deal with it. We can’t let it happen.
Now let’s look at the Republican charge that President Obama wants to weaken the work requirements in the welfare reform bill I signed that moved millions of people from welfare to work.
Here’s what happened. When some Republican governors asked to try new ways to put people on welfare back to work, the Obama Administration said they would only do it if they had a credible plan to increase employment by 20%. You hear that? More work. So the claim that President Obama weakened welfare reform’s work requirement is just not true. But they keep running ads on it. As their campaign pollster said “we’re not going to let our campaign be dictated by fact checkers.” Now that is true. I couldn’t have said it better myself – I just hope you remember that every time you see the ad.
Let’s talk about the debt. We have to deal with it or it will deal with us. President Obama has offered a plan with 4 trillion dollars in debt reduction over a decade, with two and a half dollars of spending reductions for every one dollar of revenue increases, and tight controls on future spending. It’s the kind of balanced approach proposed by the bipartisan Simpson-Bowles commission.
I think the President’s plan is better than the Romney plan, because the Romney plan fails the first test of fiscal responsibility: The numbers don’t add up.
It’s supposed to be a debt reduction plan but it begins with five trillion dollars in tax cuts over a ten-year period. That makes the debt hole bigger before they even start to dig out. They say they’ll make it up by eliminating loopholes in the tax code. When you ask “which loopholes and how much?,” they say “See me after the election on that.”
People ask me all the time how we delivered four surplus budgets. What new ideas did we bring? I always give a one-word answer: arithmetic. If they stay with a 5 trillion dollar tax cut in a debt reduction plan – the – arithmetic tells us that one of three things will happen: 1) they’ll have to eliminate so many deductions like the ones for home mortgages and charitable giving that middle class families will see their tax bill go up two thousand dollars year while people making over 3 million dollars a year get will still get a 250,000 dollar tax cut; or 2) they’ll have to cut so much spending that they’ll obliterate the budget for our national parks, for ensuring clean air, clean water, safe food, safe air travel; or they’ll cut way back on Pell Grants, college loans, early childhood education and other programs that help middle class families and poor children, not to mention cutting investments in roads, bridges, science, technology and medical research; or 3) they’ll do what they’ve been doing for thirty plus years now – cut taxes more than they cut spending, explode the debt, and weaken the economy. Remember, Republican economic policies quadrupled the debt before I took office and doubled it after I left. We simply can’t afford to double-down on trickle-down.
President Obama’s plan cuts the debt, honors our values, and brightens the future for our children, our families and our nation.
My fellow Americans, you have to decide what kind of country you want to live in. If you want a you’re on your own, winner take all society you should support the Republican ticket. If you want a country of shared opportunities and shared responsibilities – a “we’re all in it together” society, you should vote for Barack Obama and Joe Biden. If you want every American to vote and you think its wrong to change voting procedures just to reduce the turnout of younger, poorer, minority and disabled voters, you should support Barack Obama. If you think the President was right to open the doors of American opportunity to young immigrants brought here as children who want to go to college or serve in the military, you should vote for Barack Obama. If you want a future of shared prosperity, where the middle class is growing and poverty is declining, where the American Dream is alive and well, and where the United States remains the leading force for peace and prosperity in a highly competitive world, you should vote for Barack Obama.
I love our country – and I know we’re coming back. For more than 200 years, through every crisis, we’ve always come out stronger than we went in. And we will again as long as we do it together. We champion the cause for which our founders pledged their lives, their fortunes, their sacred honor – to form a more perfect union.
If that’s what you believe, if that’s what you want, we have to re-elect President Barack Obama.
God Bless You – God Bless America.