¡Viva la Independencia!

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Muchos países latinos celebran durante el 2010, el bicentenario de sus respectivos procesos de independencia, inspirados en la Filosofía de la Ilustración: “Los hombres nacen iguales y poseen derechos inalienables.

El fenómeno independentista colonial, se enmarca en un proceso global surgido del espíritu liberal de la Revolución Francesa.

En 1810, las ciudades principales de los virreinatos españoles en América Latina comenzaron a independizarse de España por el injusto trato a los criollos, impedidos a acceder a los cargos políticos y por las limitaciones al libre comercio y desarrollo económico.

La independencia de la América Latina fue la independencia de los criollos, pero no de los nativos, que siguieron y en algunos casos, continúan sometidos.

La situación en el Norte del Continente Americano no había sido diferente. El trato injusto a los colonos americanos que se sentían marginados y no representados, determinó unos años antes a las trece colonias del Norte de América a librar la Guerra de Independencia de los Estados Unidos contra Gran Bretaña. El Congreso de colonos reunido en 1774, se opuso a la servidumbre a los británicos y apoyó la creación de una patria independiente. Jefferson, Washington, Franklin y Adams entre otros, redactaron la Declaración de Independencia de los Estados Unidos.

En 1810, en Cádiz (España) un grupo de representantes de las provincias españolas, territorios americanos y Filipinas se reunieron y convocaron unas Cortes Generales y Extraordinarias que promulgaron en 1812 una Constitución en la que se recogían los principios liberales de la Revolución francesa.

Ante las negativas de soberanos totalitarios, las guerras independentistas fueron las únicas vías de salida de las colonias para enmendar una situación injusta y desfavorable. Hasta ahí, el Norte y el Sur del continente americano siguieron procesos similares por motivos parecidos. Además en el caso de los Estados Unidos, los colonos independizados de Inglaterra, redujeron a los primitivos habitantes del territorio (los indios nativos) y conquistaron sus tierras tras sangrientas batallas.

Muchos países latinos, aún siguen luchando por alcanzar una democracia y el bienestar de sus ciudadanos. En palabras del escritor Mario Vargas Llosa “en Latinoamérica aún no hemos resuelto problemas básicos como la libertad, instituciones estables, tolerancia, coexistencia y diversidad, tenemos una atroz tradición de totalitarismo y brutalidad política.”

Todos los países latinos cuentan con un rico patrimonio cultural y es el compromiso de nuestra comunidad mantenerlo, potenciarlo y transmitirlo a las siguientes generaciones. Así lo ha reconocido la Academia Sueca al otorgar el premio Nobel de Literatura a Vargas Llosa “por su cartografía de las estructuras del poder y sus mordaces imágenes de la resistencia individual, la revuelta y la derrota”.

El mes de la Herencia Hispana celebra nuestra riqueza cultural. El conocimiento de un patrimonio, dentro del que se incluye nuestro idioma, y que permitirá que no se olvide de dónde venimos y hacia dónde vamos.

Tomemos conciencia de que para avanzar no hay que pelear sino trabajar juntos por el bien común.