The 21st century has brought us many conveniences through its technologies, there’s no doubt about that. But, it has also isolate us in an individual/virtual world, which sometimes makes us forget that others exist. People are experiencing many natural disasters and other disasters caused by unscrupulous men. Truly, we are living between traumas and unexpected occurrences.
Used to living with conveniences, we never imagine living without them. The reality is even more evident, especially for many of my friends and family, who are in living under unacceptable conditions in shattered places.
People lack water, food and other necessities of life. Unfortunately, these are painful and depressing circumstances, to which some find it difficult to adjust. Yet, some are coming together in communities and building stronger bonds. Life seems like a raffle! Today I’m well; tomorrow we know not what may happen. We must never lose our focus on what sustains in the end.
I remember the time I signed up for a ballet lesson as an adult; the teacher called us to cross the room in a straight line while spinning. She would say, “you must focus your eyes on a spot to avoid losing your balance and feeling dizzy.” Easier said than done! As much as I tried, I couldn’t keep my balance. At the end, I never really achieved the optimal level trying to acquire that skill. Nonetheless, I applied that lesson in my personal life, especially whenever I’ve felt that life has overwhelmed me.
In the hope that it may serve you, I will share what helps me. When experiencing distress in life, this is how I adjust to unexpected experiences. Firstly, I try to deal with that which meets my level of expertise and which I consider is under my control. I refuse to despair. I examine the situation to determine what the priorities will be. I always say, “if a problem has solution, why worry and if it doesn’t, why worry.” I have never found ‘worry’ to be a positive feeling. I do what I can and stay hopeful. I look for help, if that is what I need. I remember to breathe deeply. Finally, I maintain my eyes focused on a fixed point. For me that point is the love of God.
Sometimes life propels us to a whole new spin. No matter how life pushes and pulls or the surprises that it brings, we can adjust because we understand the lyrics of that song* “Life is a lottery machine of light and color and all in this machine find love…”
Despite our challenges, life gifts us with the discovery of inner strength and the lessons that will help us to grow in good times and bad ones and takes us many time to a whole new spin!
(*Spanish song entitled La Tombola-here translated)
(Versión en español)
La tecnología del siglo veintiuno nos ha brindado muchas conveniencias, de eso no hay duda. Pero también nos ha aislado en un mundo individual y virtual que muchas veces nos hace olvidar que existen otros.. La gente está experimentando muchos desastres naturales y otros causados por gente sin escrúpulos. Estamos viviendo entre muchos traumas y situaciones inesperadas.
Acostumbrados a las conveniencias, nunca imaginamos que a veces nos toca vivir sin ellas. La realidad es mucho más evidente, especialmente, para muchas de mis amistades y familiares que se encuentran en lugares devastados y viviendo bajo condiciones terribles.
Gente viviendo sin agua o comida, necesidades básicas de la vida. Lamentablemente, están viviendo experiencias a las cuales es difícil ajustarse. Y, aun así, muchos se unen en comunidad y forjan lazos más fuertes. Al parecer, ¡la vida es una tómbola! Hoy estoy bien, mañana no se sabe lo que puede pasar. No debemos perder el enfoque a lo que nos sostiene hasta el final.
Recuerdo que una vez asistí a una clase de ballet para adultos. La maestra nos llamaba una a una para cruzar el salón en una línea recta mientras dábamos vueltas sin tambalear. Decía “tienen que mantener los ojos fijos en un punto específico para que no que pierdan el balance.” ¡No era fácil! Por más que yo trataba me era casi imposible mantener el balance.
Al final, nunca adquirí el nivel óptimo realizando esa destreza física. Mas la enseñanza me sirvió en mi vida personal, especialmente cuando he sentido que mi vida estaba sobrecargada.
Comparto lo que me ayuda pues espero les sirva también. Al experimentar las vueltas que da la vida, así me ajusto a las situaciones inesperadas. Primeramente, trato de manejar lo que se encuentra a mi alcance y que considero está bajo mi control. No me desespero. Contemplo la situación y determino cueales son las prioridades. Siempre me digo: “Si es problema tiene solución, no me preocupo; si no tiene solución, tampoco me preocupo.” Nunca he logrado nada positivo con preocuparme. Hago lo que pueda y conservo la esperanza. Busco ayuda de otros si es lo que preciso. Recuerdo respirar profundamente. Y finalmente, mantengo mis ojos fijos en un punto fijo. Para mi ese punto fijo es el amor de Dios.
La vida nos lleva por vueltas inesperadas. ¡No importa cuán frecuentemente nos jala y nos tira, nos podremos ajustar porque entendemos lo que dice la canción! ¡La vida es una tómbola de luz y de color y todos en la tómbola encuentran un amor! Y a pesar de todo, la vida nos premia con el descubrimiento de la fuerza interior y las lecciones que nos ayudarán a crecer en las buenas y en las malas.
