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O.J. Simpson murió de cáncer, no por las vacunas contra el COVID-19

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O.J. Simpson

By Saranac Hale Spencer

Compendio SciCheck

O. J. Simpson, el astro del fútbol americano que fue absuelto del asesinato de su exmujer y el amigo de esta, murió de cáncer el 10 de abril a los 76 años y a las pocas horas de conocerse la noticia, la desinformación se extendió por internet. En las redes sociales se afirmaba falsamente que el cáncer estaba relacionado con las vacunas contra el COVID-19 que había recibido. Simpson estaba vacunado, pero no hay pruebas de que la vacunación provoque cáncer ni de que fuera la culpable de su muerte.


Historia completa

Los seguidores de teorías de la conspiración y los detractores de las vacunas no tardaron en convertir la muerte de O. J. Simpson en material contra la vacunación, a pesar de que su muerte no tuvo relación alguna.

Simpson, el astro del fútbol americano que fue absuelto en 1995 del asesinato de su exmujer y el amigo de esta, murió de cáncer a los 76 años el 10 de abril, según anunció su familia en las redes sociales al día siguiente.

Unas horas después del anuncio, empezaron a circular publicaciones en línea en las que se afirmaba que su muerte estaba relacionada con su vacunación contra el COVID-19.

Algunas de ellas propagaron la afirmación generalizada pero falsa de que las vacunas contra el COVID-19 causan “turbo cáncer”.

“¿Qué tal te funcionó el cinturón de seguridad de la vacuna OJ? #TurboCancer”, preguntaba una publicación en Instagram.

Simpson recibió la vacuna contra el COVID-19 poco después de que estuviera disponible, y compartió una foto suya poniéndose la inyección en enero de 2021. También recomendó al público que se vacunara.

Pero no existe ninguna relación entre las vacunas contra el COVID-19 y el “turbo cáncer”, que es un término inventado que utilizan los detractores de las vacunas en internet. No se ha establecido ninguna relación entre las vacunas y algún tipo de cáncer, incluido el cáncer de próstata, que es el que aparentemente padecía Simpson.

Ya hemos escrito antes sobre la falsa afirmación de que las vacunas contra el COVID-19 causan “turbo cáncer”. Vale la pena señalar que las personas que tienen cáncer corren un mayor riesgo de padecer enfermedades graves y morir a causa del COVID-19, y las vacunas pueden protegerlos.

Esta táctica utilizada por influyentes en redes sociales para vincular las muertes de alto perfil, como la de Simpson, a la vacunación, ha estado ocurriendo desde que las vacunas contra el COVID-19 se distribuyeran por primera vez. He aquí algunos ejemplos sobre los que ya hemos escrito anteriormente:

Henry “Hank” Aaron — Durante el primer mes en que las vacunas estuvieron disponibles, en enero de 2021, murió Hank Aaron, una estrella del béisbol y activista de los derechos civiles. Murió por causas naturales, según la oficina del médico forense del condado de Fulton, Georgia, y no existían pruebas de que su muerte fuera consecuencia de haberse vacunado contra el COVID-19. Sin embargo, en internet proliferaron afirmaciones falsas que relacionaban su muerte con las vacunas.

Betty White —La actriz, más conocida por su papel en la comedia de televisión “The Golden Girls”, falleció a los 99 años el 31 de diciembre de 2021. Según su agente, White falleció por causas naturales, pero en las redes sociales aparecieron diversas falsedades sobre ella, como que había muerto tras recibir la dosis de refuerzo contra el COVID-19.

Doug Brignole —Un fisicoculturista de 62 años que padecía una enfermedad cardiaca, falleció el 13 de octubre de 2022 tras contraer COVID-19. “Las afecciones médicas subyacentes del Sr. Brignole, incluida una enfermedad cardíaca por aterosclerosis, le habrían hecho menos capaz de tolerar los efectos del COVID-19, contribuyendo a su muerte”, según el informe del Departamento de Medicina Forense del Condado de Los Ángeles. Pero los detractores de las vacunas contra el COVID-19 sugirieron falsamente que murió a causa de estas. No fue así. Había sido vacunado 18 meses antes de su muerte, y no había nada que relacionara su muerte con las vacunas.

Jake Flint — El cantante de country murió inesperadamente el 27 de noviembre de 2022, horas después de su boda. Publicaciones en las redes sociales sugirieron infundadamente que Flint murió a causa de las vacunas contra el COVID-19, pero el cantante de 37 años había recibido su segunda dosis más de un año antes de su muerte. Su representante dijo que la muerte de Flint “no estaba relacionada en modo alguno” con las vacunas.

Grant Wahl — Wahl, que era un periodista deportivo, murió inesperadamente mientras cubría la Copa Mundial de fútbol de Qatar el 9 de diciembre de 2022. Los difusores de desinformación sobre vacunas propusieron que su muerte se debió a las vacunas contra el COVID-19, pero Wahl falleció por la rotura de un aneurisma aórtico que no sabía que tenía, según escribió su esposa, la Dra. Céline Gounder, en una publicación en su Substack el 14 de diciembre de 2022.

De hecho, los difusores de desinformación se apresuran tanto en intentar vincular cualquier muerte a las vacunas que, en una ocasión, declararon una muerte que ni siquiera se había producido. Cuando Damar Hamlin, un defensa de 24 años de los Buffalo Bills, se desplomó en el campo durante un partido televisado a nivel nacional, el teórico de la conspiración Stew Peters sugirió que Hamlin había “#DiedSuddenly (Muerto repentinamente)”, una referencia a la teoría de la conspiración generalizada, pero completamente infundada, de que las vacunas contra el COVID-19 están matando a un gran número de personas.

Como hemos explicado antes, Hamlin dijo que sus médicos le dijeron que sufrió un paro cardíaco causado por un golpe en el pecho.

Por lo tanto, el uso de la muerte de un famoso como Simpson para perpetuar falsas afirmaciones antivacunas no es nada nuevo.


Traducido por Elena de la Cruz.

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