By Charito Calvachi-Mateyko, Immigrant Rights Organizer
(Versión en español al final)
Workplaces should be safe and free from discrimination. This is why the Department of Labor, both at the state and federal levels, was created – to ensure that workers are treated fairly. However, two groups of workers are exempt from Delaware’s state labor protections – agricultural and domestic workers. As a result, these workers lack guaranteed protections like minimum wage, overtime compensation, child labor protection, and employment discrimination prohibition.
Domestic workers include essential roles like caregivers, cleaners, and aides, who often take on physically demanding and emotionally challenging roles. By caring for some of our most vulnerable populations – children, the elderly, and people with disabilities – domestic workers play a crucial role in maintaining the wellbeing of our households, communities, and state. Agricultural workers are crucial to Delaware’s economy and food supply, performing labor-intensive tasks like caring for and harvesting crops that sustain a healthy food system. Despite their critical role, they often face long hours, low wages, and unsafe working conditions.
Delaware’s 1930s-era wage and hour laws (modeled after the federal Fair Labor Standards Act) are outdated, and disproportionately impact Delaware’s Latinx community whose members comprise a significant portion of the state’s domestic and agricultural workforce.
It’s past time to remove these exemptions from Delaware’s state law. Labor protections have improved significantly over the past century, yet agricultural and domestic workers remain excluded from many reforms. Expanding protections to domestic and agricultural workers is not only a matter of fairness but also a recognition of their essential and evolving roles in our local, state, and national economy.
Throughout history, our nation has abolished unjust practices like slavery, segregation, and the denial of women’s suffrage, showing that progress toward justice is possible. Delaware’s domestic and agricultural workers deserve equality. Equal protection means equal protection — justice demands nothing less.
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(Versión en español)
Conozca sus Derechos: Voces de Inmigrantes
Los Trabajadores Domésticos y Agrícolas Merecen Igualdad de Protección Laboral
Por Charito Calvachi-Mateyko, Organizadora de Derechos de Inmigrantes del ACLU-DE
Los lugares de trabajo deben ser lugares seguros y estar libres de discriminación. Por eso se creó el Departamento de Trabajo, tanto a nivel estatal como federal: para garantizar que los trabajadores reciban un trato justo. Sin embargo, dos grupos de trabajadores están exentos de las protecciones laborales en el estado de Delaware: los trabajadores agrícolas y los trabajadores domésticos. Como resultado, estos trabajadores carecen de protecciones garantizadas como salario mínimo, compensación por horas extra, protección contra el trabajo infantil y prohibición de discriminación laboral.
Los trabajadores domésticos desempeñan funciones esenciales, como cuidadores, limpiadores y asistentes, que a menudo son trabajos que exigen mucho esfuerzo físico y suponen un desafío emocional. Ellos cuidan de algunos de los más vulnerables entre nosotros (niños, ancianos y personas con discapacidades), y, por ende, los trabajadores domésticos desempeñan un papel crucial en el mantenimiento del bienestar de nuestros hogares, comunidades y estado. Los trabajadores agrícolas son cruciales para la economía y el suministro de alimentos de Delaware, ya que realizan tareas que requieren mano de obra intensa; ellos trabajan plantando, cuidando y cosechando cultivos que sustentan un sistema alimenticio saludable. A pesar de su papel fundamental, a menudo se enfrentan a largas horas, bajos salarios y condiciones de trabajo inseguras.
Las leyes de salarios y horas de trabajo de Delaware de la década de 1930 (modeladas según la Ley de Normas Laborales Justas a nivel federal) están obsoletas y afectan desproporcionadamente a la comunidad latina de Delaware, cuyos miembros constituyen una parte significativa de la fuerza laboral doméstica y agrícola del estado.
Ya es hora de eliminar estas exenciones de la ley estatal de Delaware. Las protecciones laborales han mejorado significativamente durante el último siglo, pero los trabajadores agrícolas y domésticos siguen excluidos de muchas reformas. Ampliar las protecciones a los trabajadores domésticos y agrícolas no sólo es una cuestión de justicia, sino también un reconocimiento de sus funciones esenciales y transformadoras en nuestra economía local, estatal y nacional.
A lo largo de la historia, nuestra nación ha abolido prácticas injustas como la esclavitud, la segregación y la negación del derecho al voto de las mujeres, demostrando que es posible avanzar hacia la justicia. Los trabajadores domésticos y agrícolas de Delaware merecen igualdad. La igualdad de protección significa igualdad de protección; la justicia no exige nada menos.
