El 47º presidente de Estados Unidos Donald J. Trump comenzó el lunes 20 de enero su segundo mandato firmando más de 40 órdenes presidenciales en su primer día en la oficina.
Entre sus primeras medidas se incluyen la derogación de las órdenes ejecutivas de Biden, la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París para el Calentamiento Global y de la Organización Mundial de la Salud, la declaración de estado de emergencia energético y en la frontera sur, el fin de la ciudadanía por derecho de nacimiento y el indulto a los condenados por el asalto al Capitolio, entre otras, incluyendo diez órdenes ejecutivas dedicadas a inmigración.
Sus prioridades se centraron en medidas para hacer (en palabras del presidente Trump) “que los Estados Unidos sean seguros otra vez”. Dentro de ellas se encuentran las diez órdenes ejecutivas referidas anteriormente con las que ha puesto fin a las políticas de captura y liberación de Biden, restablecido la política de Permanecer en México, construcción del muro, fin del asilo para quienes cruzan la frontera ilegalmente, toma de medidas enérgicas contra los santuarios y mejora de la investigación y control de los extranjeros.
Dentro de la emergencia nacional declarada en la frontera sur, suspende el reasentamiento de refugiados, e incluye a las Fuerzas Armadas, también a la Guardia Nacional, en la seguridad fronteriza, desplegándose en la frontera para ayudar al personal policial existente.
También inició el proceso de designación de cárteles, incluido el Tren de Aragua, como organizaciones terroristas extranjeras, y utilizará la Ley de Enemigos Extranjeros para eliminarlos.
El Departamento de Justicia buscará la pena de muerte como castigo apropiado para crímenes atroces contra la humanidad, incluidos aquellos que matan a agentes del orden y a inmigrantes ilegales que mutilan y asesinan a estadounidenses.
Dentro del marco de emergencia energética y con el fin de robustecer a los Estados Unidos en el plano energético pone fin a las políticas climáticas de Biden, agilizando los permisos y revisando para su anulación todas las regulaciones que imponen cargas a la producción y el uso de energía, incluyendo la minería y el procesamiento de minerales no combustibles.
También pone fin al arrendamiento de parques eólicos masivos y toma medidas de emergencia para reducir el costo de vida. E implementa una política comercial de Estados Unidos Primero.
El presidente Trump afirmó que ha inaugurado “una era dorada para Estados Unidos” reformando y mejorando la burocracia gubernamental para que trabaje en favor del pueblo estadounidense y haciendo que los trabajadores federales vuelvan a trabajar presencialmente (solo el 6% de los empleados trabajaban actualmente en persona).
Por orden del presidente, el Departamento de Estado tendrá una política exterior que priorice a Estados Unidos.
Aunque estas disposiciones entran en vigor inmediatamente los demócratas van a intentar frenar algunas de ellas en los tribunales. Por ejemplo, la que bloquea la ciudadanía por nacimiento, que desde hace un siglo permite que los bebés nacidos en Estados Unidos sean ciudadanos estadounidenses independientemente de la situación de sus padres.
Trump ha pedido también cambiar el nombre del Golfo de México por Golfo de América y ha sacado a Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo, aún no ha impuesto aranceles a las importaciones ni sanciones a Irán, ni abordado la guerra de Ucrania.
No es costumbre en Estados Unidos invitar al acto inaugural de la presidencia a jefes de estado de otros países. En esta ocasión se produjo la excepción. Entre los mandatarios extranjeros que acudieron al acto se encontraron la presidenta de Italia Giorgia Meloni, de Argentina Javier Milei y el vicepresidente de China, Han Zheng.
Otros invitados fueron Elon Musk (SpaceX, Tesla y X), Jeff Bezos (Amazon), Mark Zuckerberg (Meta) y Sundar Pichai (CEO de Google), magnates tecnológicos que ocuparon un lugar privilegiado. Además, acudió el CEO de TikTok, Shou Zi Chew. Justo la plataforma había sido suspendida en Estados Unidos el día anterior pero Trump, ya en calidad de presidente aplazó dicha prohibición durante 75 días por lo que la plataforma reanudó su visibilidad en el país. Representando a Delaware acudió su gobernadora (hasta el día siguiente que cesó en el cargo y juró el nuevo gobernador Matt Meyer), Bethany Hall–Long.
