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Los expertos coinciden en que las mamografías son la mejor herramienta para detectar el cáncer de mama y que los beneficios del examen superan los riesgos. Pero un video en español recomendó que las mujeres sobre 40 años de edad no se hagan mamografías, afirmando que “no son seguras” y “no son necesarias”.
Historia completa
El cáncer de mama es la segunda causa principal de muerte por cáncer en mujeres en Estados Unidos. Cerca de 300.000 mujeres serán diagnosticadas con cáncer de mama en 2023 y cerca de 43.000 mujeres morirán a causa de la enfermedad este año, según estimaciones de la American Cancer Society.
Grupos de expertos coinciden en que las mamografías, o radiografías de los senos, pueden prevenir algunas muertes por cáncer de mama. A pesar de tener limitaciones, como hemos explicado, las mamografías son la herramienta más efectiva disponible para detectar signos de cáncer de mama antes de que una persona tenga síntomas. Las mamografías permiten detectar el cáncer tempranamente, lo que permite un tratamiento temprano, que a su vez aumenta las posibilidades de sobrevivir la enfermedad.
“La mamografía es la única prueba que ha demostrado salvar vidas”, nos dijo en una entrevista telefónica la Dra. Sarah M. Friedewald, jefa de imágenes mamarias y profesora asociada de radiología en la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, refiriéndose a los métodos de detección del cáncer de mama.
Tanto el Colegio Estadounidense de Radiología (American College of Radiology o ACR, por sus siglas en inglés) como la Sociedad de Imagenología Mamaria (Society of Breast Imaging o SBI, por sus siglas en inglés) dicen que las mamografías pueden reducir la mortalidad por cáncer de mama si las mujeres con riesgo promedio de padecer la enfermedad comienzan a hacerse mamografías anuales a partir de los 40 años.
En mayo, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. (U.S. Preventive Service Task Force o USPSTF por sus siglas en inglés), un panel independiente de expertos nacionales en prevención de enfermedades, publicó un borrador de su guía actualizada, instando a las mujeres con riesgo promedio de cáncer de mama a hacerse una mamografía cada dos años entre los 40 y 74 años de edad. Anteriormente, el grupo había recomendado a las mujeres hacerse mamografías cada dos años a los 50 y agregaba que las mujeres mayores de 40 podían optar por hacerse mamografías, en consulta con sus médicos.
Las recomendaciones no aplican para mujeres con alto riesgo, a las cuales en general se les dice que comiencen a hacerse pruebas de detección antes de los 40 años. Otros grupos de expertos difieren sobre la frecuencia en que las mujeres debiesen realizarse mamografías y en cuándo comenzar, pero existe un consenso general en que realizarse mamografías regularmente es importante para las mujeres de mediana edad y mayores.
“Una revisión rigurosa de las pruebas científicas más recientes y de alta calidad muestra claramente que las mamografías son beneficiosas y que pueden ayudar a que las mujeres no mueran de cáncer de mama”, nos dijo en un correo electrónico el Dr. John B. Wong, profesor en la Escuela de Medicina de la Universidad de Tufts y miembro del grupo de trabajo.
Sin embargo, en un video en español que se viralizó, una mujer afirmó que los beneficios de las mamografías no superan los riesgos y recomienda que las mujeres no se las hagan, en contra del consenso en la comunidad médica.
“Hay suficiente evidencia científica de que las mamografías no son seguras, no son necesarias y crean un riesgo y una ansiedad totalmente innecesarias para cualquier mujer”, dijo Coco March en un video en Facebook Live que ya no está disponible, pero que tuvo más de 500.000 visitas en un día. Ninguno de los dos artículos que presentó en el video como evidencia apoyan sus afirmaciones, como explicaremos.
Las mamografías utilizan dosis pequeñas y seguras de radiación. La American Cancer Society dice que las mujeres comúnmente recibirían la misma cantidad de radiación que se utiliza en una mamografía de su entorno natural, en cerca de siete semanas.
En su video de 17 minutos de duración, March, que utiliza varias cuentas de redes sociales para promover los productos naturales que vende en línea, aconseja a las mujeres sobre 40 años que eviten las mamografías y, en su lugar, se realicen un ultrasonido de los senos y tomen vitaminas y otros suplementos.
El ultrasonido, o ecografía de los senos, afirma incorrectamente, “es el examen más exacto que te puedes hacer”. March ha hecho afirmaciones engañosas sobre las mamografías y otros temas de salud anteriormente. En su video, agregó incorrectamente que “los estudios han indicado que hacerse un examen palpativo” de los senos “es mucho más exacto que una mamografía”.
La Dra. Claudia Téllez, oncóloga que trabaja con pacientes que hablan español en la Lurie Cancer Center Hispanic Breast Cancer Clinic del Northwestern Memorial Hospital, dijo que los comentarios de March son “muy peligrosos e incorrectos”.
“Está muy bien documentado que la mejora en la supervivencia está correlacionada con las mamografías, por lo que decirle a las personas que no se hagan mamografías es verdaderamente criminal”, nos dijo Téllez en una entrevista telefónica.
Los beneficios de las mamografías superan los riesgos
Como hemos dicho, las mamografías no son perfectas. El examen tiene sus limitaciones, y puede conllevar algunos riesgos.
Uno de los riesgos es que el resultado de una mamografía pueden parecer anormal, incluso cuando no hay cáncer en el seno. Un resultado positivo falso puede causar ansiedad y crear la necesidad de hacer más exámenes, que pueden ser costosos y tomar tiempo. Según el Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU., 1 de cada 10 mujeres que se hace una mamografía tendrá un resultado falso-positivo.
Las mamografías también pueden mostrar resultados negativos falsos, esto es, cuando la prueba no detecta un cáncer. Datos de los Institutos Nacionales del Cáncer estiman que la mamografía no detecta 1 de cada 5 cánceres. Esto ocurre con más frecuencia en mujeres más jóvenes, mujeres con tejido mamario denso y en mujeres con tipos específicos de cáncer.
Las mamografías también pueden detectar cánceres que pueden no ser peligrosos. El sobrediagnóstico puede llevar a un tratamiento innecesario, como nos explicaron las expertas del Centro de Cáncer de la Universidad de Illinois, Dra. Pamela Ganschow y Yamilé Molina, porque no hay pruebas disponibles que sean efectivas en predecir “cuáles cánceres de mama progresarán y serán perjudiciales y cuáles no”.
“Por lo tanto, todas las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama actualmente tienen que someterse a tratamiento”, añadieron.
Uno de los artículos presentados como “evidencia” en el video de March subraya algunos de estos riesgos potenciales para engañosamente afirmar que las mamografías “son dañinas y deben evitarse”. El artículo de 2015 fue escrito por un solo investigador, un exdirectivo de Nordic Cochrane Center, quien también está en contra de la vacunación contra el COVID-19.
Wong, del Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU., nos dijo que en el curso de la actualización de su guía, el USPSTF, revisó cuidadosamente los potenciales daños y beneficios de las mamografías.
“Si se comparan los daños potenciales de las pruebas de detección, incluida la exposición mínima a la radiación de las mamografías, con el beneficio comprobado de prevenir que las personas mueran de cáncer de mama, está claro que los beneficios de las mamografías superan los daños, razón por la cual el USPSTF recomienda a todas las mujeres comiencen a hacerse mamografías al cumplir los 40 años”, escribió.
El ultrasonido mamario y los autoexámenes no reemplazan a las mamografías
March afirmó incorrectamente que el ultrasonido de los senos es una mejor herramienta de detección del cáncer de mama que las mamografías. Como prueba, compartió un pequeño estudio publicado en 2009 que comparó la precisión de ambas tecnologías en cerca de 550 mujeres en Kosovo. Pero todas las mujeres ya tenían síntomas de cáncer de mama, es decir, los exámenes no fueron utilizados como herramientas de detección.
El ultrasonido mamario y las mamografías se complementan. El ultrasonido, que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para crear imágenes del interior de los senos, pueden mostrar cosas que son más difíciles de ver en una mamografía. Por ejemplo, pueden distinguir entre quistes llenos de líquido y masas sólidas, donde las últimas son más probablemente cánceres. Pero las mamografías también pueden mostrar anormalidades que un sonograma no detectaría, tales como una microcalcificación, uno de los primeros signos de cáncer de mama.
“De hecho, realmente trabajan en conjunto. Es muy difícil interpretar un ultrasonido sin una mamografía”, nos dijo Friedewald, la profesora de radiología de Northwestern University.
Téllez, la oncóloga de Northwestern University, concuerda. Los ultrasonidos ayudan a evaluar aspectos de una mamografía o a guiar una biopsia, dijo, “pero no reemplazan a las mamografías”.
Friedewald dijo que las imágenes por resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés), se utilizan a veces como una herramienta de detección adicional en mujeres con tejido mamario denso. Pero este examen tampoco es perfecto, ya que también puede no detectar ciertos cánceres y producir positivos falsos, según la American Cancer Society. En su recomendación más reciente, el USPSTF dice que no hay suficientes pruebas sobre los beneficios de agregar pruebas de detección adicionales, tales como ultrasonidos o resonancias magnéticas en mujeres con senos con tejidos densos.
Los estudios tampoco demuestran que el autoexamen del seno sea “mucho más exacto que una mamografía”, como March afirmó. Aunque los expertos alientan a las mujeres a familiarizarse con sus senos y a informar cualquier cambio a su médico, los estudios no han encontrado un beneficio claro de los autoexámenes o de exámenes realizados en una clínica, según la ACS.
Téllez dijo que hacerse un autoexamen puede ayudar, en especial si una mujer aprende a hacerlas bien, pero “no es nunca un reemplazo” para hacerse una mamografía.
Mamografías en mujeres hispanas y latinas
Téllez nos dijo que las publicaciones en las redes sociales y la desinformación sobre mamografías pueden ser particularmente peligrosas para las mujeres hispanas y latinas. Las estadísticas sobre el cáncer muestran que las mujeres hispanas tienen menores índices de cáncer de mama que las mujeres de otras razas y etnias. Pero Téllez dijo que cuando se diagnostica a las mujeres hispanas, el diagnóstico es frecuentemente de un cáncer más avanzado.
Esto se debe en parte a que, como también ocurre con las mujeres negras, las mujeres hispanas tienen más probabilidades que las mujeres blancas no hispanas de desarrollar un cáncer de mama triple negativo, un cáncer invasivo de crecimiento rápido, dijo. Pero también porque existen muchas barreras que hacen que tengan menos probabilidades de hacerse una mamografía, incluyendo el idioma, falta de acceso a cuidado médico, falta de tiempo fuera del trabajo y miedo a la tecnología o a la radiación. Videos como el de March, nos dijo Téllez, alimentan ese miedo y refuerzan la idea falsa de que está bien no hacerse una mamografía.
“Entonces, en vez de diagnosticar el cáncer en la etapa cero o uno, que son los cánceres más curables, las mujeres hispanas se presentan en las etapas dos y tres”, dijo Téllez.
El cáncer de mama es la principal causa de muerte por cáncer entre las mujeres hispanas en EE. UU., según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Traducido por Catalina Jaramillo.
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