Por Eduardo Párraga
A24 se posiciona fuertemente como la productora de cine que ofrece los proyectos más arriesgados, inesperados, salvajes y cualquier otro calificativo que se les ocurra relacionado con lo insólito. “Civil War” (2024) es un nuevo ejemplo de film atípico, acorde con los valores de esta excelente distribuidora .
Alex Garland, director de la cinta, vuelve a rodar bajo el amparo de dicha empresa que ha confiado en él desde sus inicios con “Ex Machina” (2014).
“Civil War” nos introduce de pleno en una imaginaria guerra civil americana. El espectador será testigo de ella a través de la óptica de unos periodistas y fotógrafos que tratan de llegar como sea desde la Ciudad de Nueva York a Washington D.C.
Es importante saber que el tono de la película es intimista y aunque cuenta con escenas bélicas, no presenciamos secuencias de batallas y destrucciones asombrosas. Garland no busca hacer espectáculo ni una película de acción como tal. Por el contrario, el film se encuentra mucho más cerca de ser una road movie, que recoge las vivencias de un fotógrafo de guerra. De hecho, la descripción del carácter de estos profesionales es uno de los aspectos más atractivos de la historia: personas insensibles y objetivas en el momento de hacer su trabajo, neutrales, adictas al riesgo y a la locura de la situación, carentes de empatía, perseguidas por los horrores presenciados. Su vida termina consumida y, paradójicamente, alimentada por crear su particular diario de guerra. En un momento de las cinta, dos de los personajes principales consideran incluso que el peligro les hace sentir más vivos que nunca. A su vez, presten especial atención a los dispares temperamentos de Lee (Kirsten Dunst) y Jessie (Cailee Spaeny), su evolución, así como a esos matices en apariencia imperceptibles en el modo de comportarse de ambas, porque la lectura final puede generar muchos debates interesantes.
A nivel de interpretación, Kirsten Dunst está estupenda, muy bien acompañada por Wagner Moura. Todos ellos errantes arropados por las letras y la cámara de Alex Garland. El director vuelve a presentar buenos momentos visuales, sabe introducirse con pericia en el conflicto y también se preocupa de ofrecer a los protagonistas un poco de belleza extraña en medio del caos (ese incendio desde la carretera, las flores que aprecia Lee tumbada en el suelo al ocultarse de un francotirador).
Preocupado por las posturas contrapuestas cada vez más distantes que mueven el mundo, Garland ha dado forma a sus temores con esta historia y sus miedos le han hecho firmar su mejor película hasta la fecha, junto con “Ex Machina”. No obstante, en estos tiempos de polarización constante, tanto por los medios de comunicación como por los políticos, considero un gran acierto que el guión del propio Alex Garland juegue con lo ambiguo y no profundice demasiado en quiénes son los bandos enfrentados para que el espectador saque sus propias conclusiones.
“Civil War” es una película bélica en la que todo se ve y se siente verosímil, con un trasfondo que se desliga de las características del género. Está llena de tensión de principio a fin, acentuada por el buen uso del sonido, y mantiene la sensación de que el peligro puede aparecer en cualquier recodo del viaje. No aburre, y les aseguro que las conductas de este grupo de periodistas les harán reflexionar incluso más allá del nivel político.
