Es cada vez más posible que el planeta alcance 1,5 grados Celsius, o 2,7 grados Fahrenheit, de calentamiento, probablemente en las próximas dos décadas. Pero si bien un aumento de temperatura a ese nivel trae una serie de efectos peligrosos, los científicos dicen que no es un punto sin retorno, y no significa que “estamos acabados”, como el presidente Joe Biden ha afirmado.
El dióxido de carbono y otros gases que atrapan calor, conocidos como gases de efecto invernadero, emitidos por actividad humana, han “inequívocamente causado el calentamiento global”, de acuerdo al Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC, por sus siglas en inglés). Las temperaturas promedio globales ya han aumentado en 1,1 °C, o 2 °F, desde 1850-1900, según el último informe del IPCC publicado en marzo. E incluso en un escenario de muy bajas emisiones de gases de efecto invernadero “es más probable que no que el calentamiento global” alcance 1,5 °C entre ahora y el 2040, según dice el informe.
Cada aumento en el calentamiento global intensifica los impactos adversos del cambio climático. Pero los científicos concuerdan en que acciones climáticas efectivas pueden limitar y reducir pérdidas y daños. El calentamiento también “podría reducirse gradualmente otra vez al lograr y mantener emisiones globales negativas netas de CO₂”, según el informe del IPCC.
Pero al instar a la gente a apoyar sus políticas climáticas, Biden ha sido excesivamente pesimista. Por ejemplo, en una a entrevista con “The Daily Show” que se emitió el 13 de marzo, Biden dijo que cruzar el umbral de 1,5 °C significaría que “toda una generación está condenada. Quiero decir, eso no es una hipérbole”.
Ese mismo día, en declaraciones en una recepción del Comité Nacional Demócrata, el presidente dijo que si el calentamiento global supera los 1,5 °C “estamos acabados; no hay forma de dar la vuelta, según lo que nos cuentan los científicos”.
La Casa Blanca no explicó a qué se refería con que toda una generación estaría “condenada” después de un calentamiento de 1,5 °C, ni tampoco nos dio alguna indicación de qué estudios sugieren que “estamos acabados”.
“Creo que superar los 1,5 °C significa ‘caos’ social y económico, pero ‘acabados’ suena como que nada de lo que hagamos después importa”, nos dijo en un correo electrónico el cientista climático de la Universidad de Stanford, Rob Jackson. “Eso es incorrecto. Cada décima de grado importa, antes y después de 1,5 °C”, escribió.
El cientista climático Michael Mann dijo que las declaraciones de Biden contribuyen a la narrativa del “doomerismo” climático [término en inglés que representa una ideología fatalista del colapso de la civilización] que, como ha dicho anteriormente, puede ser peligrosa y paralizante, porque implica que ya es muy tarde para reducir las emisiones.
“Bien dijo ‘lo perdemos todo’ si el calentamiento supera los 1,5 °C”, Mann, profesor y director del Centro de Ciencia, Sustentabilidad y Medios de la Universidad de Pensilvania, dijo en Twitter, refiriéndose a un discurso de Biden en julio. “Es retórica inútil, no apoyada por la ciencia. Es un continuo, no un precipicio. Ya hemos perdido mucho y perdemos más con cada fracción de grado. Si perdemos la rampa de salida de 1,5 °C, intentamos la salida de 1,6 °C en vez de rendirnos”, dijo Mann.
El presidente también se ha mostrado excesivamente confiado en ocasiones al hablar de los avances de EE. UU. para limitar el aumento de la temperatura a 1,5 °C. Mientras la Casa Blanca usualmente se refiere al objetivo de reducción de emisiones en EE. UU. como “dentro del alcance”, Biden a veces dice que el país está “en vías” de alcanzarlo.
“Con estas medidas, Estados Unidos está en vías de alcanzar un objetivo alineado a los 1,5 grados, al reducir emisiones entre un 50 y un 52% de aquí a 2030”, dijo el 20 de abril, al referirse a la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés) y otras medidas.
Pero varios estudios han concluido que aunque la IRA supondrá un avance significativo para la consecución del objetivo (ya que incluye inversiones en energía limpia y se prevé que reduzca las emisiones en un 40% por debajo de niveles de 2005 de aquí al 2030), no es suficiente, ni siquiera con otras políticas existentes.
“Según las medidas del Congreso y la normativa vigente, no estamos en vías de alcanzar 50-52% por debajo 2005 en el 2030”, nos dijo en un correo electrónico Jesse Jenkins, quien dirige el Laboratorio de Investigación y Optimización de Sistemas de Energía con Emisiones Cero de Carbono de Princeton. Es posible, dijo Jenkins, que “la brecha se pueda cerrar”, una vez que ciertas regulaciones estén vigentes y otras se propongan, pero es prematuro decirlo en este momento.
Por qué 1,5 grados Celsius
La idea de limitar el calentamiento a 1,5 °C surgió inicialmente en conversaciones sobre políticas climáticas en 2010. Anteriormente, el objetivo era mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2 °C (3,6 °F) por sobre niveles preindustriales para cumplir el objetivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) de evitar una “peligrosa interferencia humana en el sistema climático”. Pero en 2010, expertos reunidos en una conferencia decidieron que era necesario revisar si ese objetivo era “adecuado” y considerar la posibilidad de “reforzar” el objetivo de 1,5 °C.
El IPCC define calentamiento global como el aumento estimado de la temperatura media global de la superficie, que es la temperatura media del aire cerca de la superficie de la tierra y el océano, promediada en un periodo de 30 años, en relación con niveles preindustriales.
En los años siguientes, el lenguaje sobre el objetivo cambió, con el reconocimiento de que para regiones especialmente vulnerables, sobrepasar los 1,5 °C podría ser muy arriesgado, y que el objetivo de 2 °C no debería entenderse como una “valla protectora” hasta dónde todo esté a salvo.
“Aunque la ciencia sobre limitar el calentamiento a 1,5 °C es menos sólida, deben hacerse esfuerzos para empujar la línea de defensa lo más abajo posible”, concluyó un informe en 2015.
La recomendación fue considerada en el Acuerdo de París, un acuerdo climático hito adoptado por 196 partes en diciembre de 2015. El acuerdo fija un objetivo general de “mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 °C con respecto a los niveles preindustriales”, pero también dice que los miembros del acuerdo deben “proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5 °C con respecto a los niveles preindustriales”.
La CMNUCC le pidió al IPCC, conformado por científicos, preparar un informe sobre los impactos de un aumento de temperatura global de 1,5 °C comparado con uno de 2 °C, y sobre los caminos para lograrlo. El IPCC publicó ese informe en 2018.
“Lo que el informe del IPCC de 1,5 °C nos dijo, y lo que los informes más recientes han enfatizado, es que cada medio grado de calentamiento empeora las cosas”, nos dijo en un correo electrónico Natalie M. Mahowald, cientista climática en la Universidad de Cornell y una de las autoras del informe especial del IPCC de 2018.
El informe concluyó que un número significativo de impactos podría evitarse al fijar un umbral de 1,5 °C comparado con uno de 2 °C: menor cantidad de muertes y enfermedades relacionadas con el calor, hambre y enfermedades infecciosas; menor riesgo de inundaciones, sequías y aumento del nivel del mar; y menos impactos para los ecosistemas y la biodiversidad.
Pero ni 1,5 °C ni 2 °C son “números mágicos”, como dice Katharine Hayhoe, una científica del clima de The Nature Conservancy. Más emisiones de carbono en la atmosfera provocarán un aumento mayor de la temperatura global, lo cual significará un mayor riesgo.
“Tratar de poner un número exacto para cuánto cambio en la temperatura global es peligroso y cuánto más carbono podemos poner en la atmósfera antes de llegar a ese nivel, es como tratar de poner un número exacto para cuántos cigarrillos uno se puede fumar antes de desarrollar cáncer al pulmón”, explica en un video de su serie de PBS “Global Weirding”. “Ahora, obviamente sabemos que mientras más fumemos, mayor el riesgo, pero también sabemos que no hay un número mágico”.
Qué tan cerca estamos y qué pasa si alcanzamos los 1,5 °C
De acuerdo al último informe del IPCC publicado en marzo, el aumento de la temperatura global de la superficie alcanzó 1,1 °C en la década de 2011-2020, con un calentamiento de 1,59 °C sobre la tierra y 0,88 °C sobre el océano. La temperatura global ha aumentado más rápidamente desde 1970 que en cualquier otro periodo de 50 años en los últimos 2.000 años, según dijo el informe. Las emisiones humanas de gases de efecto invernadero en 2019 fueron 12% mayores que en 2010, con la mayor contribución proveniente del uso de combustibles fósiles y procesos industriales, de acuerdo al informe.
Muchos de los impactos adversos, pérdidas y daños relacionados con el cambio climático ya han ocurrido, según el informe, y cada aumento en la temperatura hará que el riesgo de mayores daños se intensifique. Algunos cambios futuros son “inevitables y/o irreversibles”, según el informe.
“Las personas ya están sufriendo y muriendo a causa del cambio climático”, nos dijo en un coreo electrónico Kristie L. Ebi, profesora de salud global y medioambiente en la Universidad de Washington y una de las autoras del informe del IPCC sobre un calentamiento de 1,5 °C. “Se prevé que la magnitud y el patrón de los riesgos de salud a 1,5 °C sean mayores a los impactos actuales. Se prevé que cada unidad adicional de calentamiento aumente aún más el nivel de riesgo”.
El presupuesto estimado de carbono restante, o la cantidad de CO₂ que aún puede ser emitido, para una posibilidad del 50% de limitar el calentamiento a 1,5 °C, es de 380.000 millones de toneladas (GtCO2), según el último informe del Global Carbon Project publicado en noviembre de 2022. Los analistas dicen que al ritmo actual de emisiones globales ese presupuesto duraría unos nueve años. Según el informe, las emisiones globales de carbono en 2022 permanecieron “a niveles récord, sin signos de la disminución que urgentemente se necesita para limitar el calentamiento a 1,5 °C”. El informe previó emisiones totales mundiales de 40.600 millones de toneladas en 2022.
El exceso, o fracaso en la limitación del calentamiento a 1,5 C de aquí a 2100, “dará lugar a impactos adversos irreversibles en ciertos ecosistemas con baja resiliencia”, según el último informe del IPCC. Algunos de esos impactos (mortalidad masiva de árboles, secado de turberas y deshielo del permafrost) podrían causar un calentamiento adicional, el informe apunta, lo que a su vez dificultaría volver a 1,5 °C.
Algunos de los impactos del calentamiento global a 1,5 °C, según el informe especial del IPCC son:
- Se prevé un aumento del nivel del mar en el rango de 0,26 a 0,77 metros en relación con niveles de 1986-2005.
- De 105.000 especies estudiadas, cerca de un 6% de insectos, 8% de plantas y 4% de los vertebrados perderían más de la mitad de sus hábitats.
- Entre un 70 y 90% de los arrecifes de coral tropicales desaparecerían.
- La distribución de muchas especies marinas cambiaría a mayores latitudes, reduciendo recursos marinos. La captura mundial anual de pesca se reduciría en cerca de 1,5 millones de toneladas, según proyecciones de un modelo de pesca mundial.
- Se prevé que aumenten los riesgos de salud asociados al clima, tales como enfermedades y mortalidad relacionadas con el calor y enfermedades transmitidas por vectores.
Todavía es posible limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C, pero esto requeriría de “reducciones rápidas y profundas, y en la mayoría de los casos, inmediatas, de emisiones de gases de efecto invernadero en todos los sectores en esta década”, según el último informe del IPCC. Para alcanzar ese objetivo, las emisiones globales netas de carbono tendrían que reducirse en cerca de un 48% con respecto a niveles de 2019 de aquí al 2030, 65% al 2035, 80% al 2040, y alcanzar cero emisiones netas, cuando las emisiones producidas y las eliminadas se anulan, para 2050.
Pero en el panorama general, si el calentamiento supera los 1,5 °C, no significa que “estemos acabados”, como dijo Biden. Los científicos dicen que no hay razón para rendirse.
“Tenemos que recordar que la acción climática no tiene fecha de vencimiento”, dijo a PBS Twila Moon, científica principal adjunta del Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve de EE. UU., mientras discutía un estudio que muestra que las capas de hielo en Groenlandia y la Antártida se están derritiendo más rápido de lo previsto. “Cada décima de grado de calentamiento que evitamos vale la pena y nos beneficiará. Y podemos seguir fortaleciendo nuestras acciones”, dijo.
Traducido por Catalina Jaramillo.
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