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Un tribunal federal de apelaciones ha reabierto una demanda contra el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles por su mandato de vacunación contra el COVID-19, que ya no está en vigor. Según el tribunal, debe permitirse que el caso se desarrolle más allá de los argumentos preliminares. Pero los activistas antivacunas han tergiversado la decisión para afirmar falsamente que el tribunal ha “declarado que el pinchazo de ARNm contra el covid NO es una vacuna”.
Historia completa
El Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles fue uno de los empleadores que obligó a vacunarse contra el COVID-19 en 2021, y luego enfrentó demandas por su requisito.
La primera demanda fue presentada el 17 de marzo de 2021 por empleados que no querían vacunarse. Cuatro meses después fue desestimada porque el distrito escolar había modificado su reglamento para permitir que los trabajadores se sometieran a pruebas periódicas. (Más tarde, el distrito restableció el requisito de vacunación sin la opción de someterse a pruebas, y luego eliminó el mandato por completo en septiembre).
Una segunda demanda fue presentada en noviembre de 2021 en nombre de empleados del distrito por una organización sin fines de lucro con sede en Idaho fundada en 2020. Esta ha interpuesto varias demandas dirigidas a medidas de salud pública destinadas a frenar la propagación del COVID-19, incluidos los mandatos de vacunas y uso de mascarillas.
La organización sin fines de lucro, llamada Health Freedom Defense Fund (Fondo de Defensa de Libertad en la Salud), argumentó que las vacunas contra el COVID-19 en realidad no son vacunas sino “tratamientos médicos”, y no pueden ser obligatorias. El grupo argumentó que las vacunas contra el COVID-19 no evitan la transmisión de la enfermedad, sino que se limitan a reducir su gravedad en quienes están infectados, lo que hace que “la inyección (…) sea un tratamiento, no una vacuna”.
Como hemos explicado antes, dado que el virus cambia a medida que se propaga, las vacunas se han vuelto menos eficaces en prevenir infecciones sintomáticas, pero son eficaces en prevenir la enfermedad grave y la muerte por el COVID-19.
Un estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades publicado en febrero descubrió que la formulación más reciente de las vacunas proporciona en adultos un 54% más de protección frente a la infección sintomática. Los expertos afirman que esas vacunas también deberían ser eficaces para prevenir enfermedades graves y muertes a causa de las variantes más comunes que circulan desde 2023.
Aunque la lucha legal contra el distrito escolar de Los Ángeles dura ya unos tres años, todavía se encuentra en una fase legal relativamente temprana, ya que ambos casos han sido desestimados por cortes judiciales. La demanda del Health Freedom Defense Fund fue desestimada por varias razones en 2022, la principal porque el tribunal consideró que la capacidad de la vacuna para reducir la gravedad de la enfermedad y las muertes por COVID-19 satisfacía los intereses del distrito en proteger la salud de los estudiantes y empleados.
Sin embargo, el 7 de junio, el Noveno Tribunal de Circuito de Apelaciones de los EE. UU. revocó la desestimación y devolvió el caso a la corte para que ambas partes expusieran sus argumentos.
Pero los seguidores de teorías de la conspiración y personas influyentes en asuntos antivacunas en las redes sociales han tergiversado la decisión del tribunal de apelaciones para afirmar falsamente que había “declarado que el pinchazo de ARNm contra el covid NO es una vacuna”.
El tribunal no hizo nada parecido.
En cambio, el panel de tres jueces falló 2-1 que el tribunal de primera instancia se equivocó al desestimar el caso y que el “patrón del distrito escolar de retirar y luego restablecer sus políticas de vacunación es suficiente para mantener vivo este caso”.
Como hemos dicho, el caso se encuentra todavía en una fase inicial y ninguna de las partes ha presentado mucho más allá de sus argumentos iniciales. El tribunal de apelaciones escribió: “En esta etapa, debemos aceptar como ciertas las alegaciones de los demandantes de que las vacunas no previenen la propagación del COVID-19”. Dejar que el caso continúe permitirá que cada parte presente pruebas que respalden sus argumentos sobre la eficacia de las vacunas.
“Tomamos nota del carácter preliminar de nuestra decisión”, dijo el tribunal. “No prejuzgamos si, en un expediente de hechos más desarrollado, las alegaciones de los demandantes resultan ciertas”.
Por lo tanto, el tribunal consideró que el caso debía continuar. No ha “declarado” que las vacunas contra el COVID-19 sean o no realmente vacunas.
Traducido por Elena de la Cruz.
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