Por Eduardo Párraga
Mezcle una pizca de la serie “Revenge” (2011-2015), con (muy) pocas gotas de “Big Little Lies” (2017-) y “The White Lotus” (2021-) -la distancia con estas dos últimas es abismal, eso sí- y el resultado es “The Perfect Couple” (2024), un entretenido ‘whodunnit’ que mantiene enganchado durante sus seis episodios.
La directora Susanne Bier se atreve, de nuevo, con una serie de misterio y crimen tras “The Undoing” (2020), esta vez con más elementos de comedia en la trama. Y puestos a repetir también vuelve a figurar Nicole Kidman como en aquella. En esta ocasión, la actriz forma parte de un amplio y correcto elenco donde encontramos a Dakotta Fanninng, Jack Reynor, Billy Howle, Eve Hewson, Meghann Fahy, Liev Schreiber, etc. Incluso la actriz francesa Isabelle Adjani también aparece en el reparto.
Con momentos individuales bien repartidos, todos los actores tienen su momento para lucirse.
La familia Winbury está lista para celebrar la boda de uno de sus hijos en su casa de Nantucket, pero un inesperado crimen se empeña en desmoronar la estupenda vida que han construido. Esta es la premisa de “The Perfect Couple” para abordar un enésimo ataque a la clase alta, tan de moda en el panorama cinematográfico-catódico. Influenciada por “The White Lotus” en este aspecto, trata de imitarla sin conseguirlo, (y es que la serie de Mike White se encuentra a otro nivel), a pesar de todo la historia es divertida, llena de un ritmo ágil que no decae y con las incógnitas bien dosificadas, lo que hace querer ver enseguida el siguiente capítulo. “The Perfect Couple” se disfruta mucho ya desde ese estupendo ‘opening’, tan chocante, enérgico e inesperado que uno se pregunta por qué es tan breve. Una delicia encontrar aperturas diferentes que causen impacto. Con una idea aparentemente sencilla se produce un efecto desconcertante en sentido positivo. Una ‘intro’ que representa esa burbuja de felicidad y bienestar de la que no quieren salir ni los Winbury ni sus allegados.
Para ubicarnos, Nantucket es una isla de Massachusetts retratada por Herman Melville en la novela “Moby Dick”. En su momento, fue el más importante puerto ballenero en el mundo, hoy, en cambio, no sabemos si seguirá manteniendo un interés cetáceo porque lo que allí ha desembarcado ahora es el lujo de los millonarios que han hecho del entorno un lugar de veraneo que tiene incluso su propio código de vestimenta con los pantalones color cereza ‘Nantucket Red’.
Y tras el visionado uno se pregunta, ¿existe en el mundo algún rico inteligente o libre de despotismo, que no parezca atontado, malicioso, estúpido, cruel, egoísta, presuntuoso, etc.? Acorde a las recientes obras que nos llegan no lo parece. Habrá que seguir indagando porque, quién sabe, seguro que alguien queda libre de defecto.