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“Too old to die young” (o la estética por encima de todo)

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Too old to die young
Too old to die young (Official Flyer)

By Eduardo Párraga

Siempre es un buen momento para avanzar en nuestra lista personal de películas/series pendientes. Si aún no la han visto, “Too old to die young” (2019) es una miniserie del genial director Nicolas Winding Refn disponible en Prime Video. Diez episodios que narran la inmersión en las guerras de mafias de Martin Jones (Miles Teller), un policía de Los Angeles, tras ser testigo de un suceso fatídico durante una noche de servicio.

En líneas generales, ese sería el argumento, no obstante, la historia se fragmenta en tantas partes que quizá sea mucho más práctico calificarlo, de forma más sucinta, como un variopinto drama criminal.

Cada capítulo lleva por título alguno de los arcanos de las cartas del tarot, acorde con el aura de misticismo que envuelve el conjunto y con una duración propia de una película, cada entrega podría tener entidad por sí sola.

La serie que nos ocupa, junto con “Copenhagen Cowboy” (2022) para Netflix, son las incursiones más recientes de este realizador en la pequeña pantalla. Y tras sus coqueteos con el streaming no parece que el cineasta danés haya quedado muy entusiasmado. Para empezar, Winding Refn acabó muy descontento con el (mal)trato de Prime Video hacia su primer trabajo para televisión. El director aseguró que dicha plataforma siempre quiso ocultar su serie, abrumada por el personal estilo del creador tan proclive a una violencia estilizada. Prime Video habría pedido, en vano, al cineasta que recortara o suavizara la ferocidad de ciertas escenas. La negativa del creador y el miedo de la compañía condujeron a la escasa promoción de la serie y a una cancelación más que confirmada. La posibilidad de una segunda temporada quedaba descartada casi desde el día del estreno. Tras esto lo intentó en Netflix con la mencionada “Copenhagen Cowboy”, nueva exploración que tampoco colmó sus expectativas porque en su asistencia al Festival de Venecia de 2023 no dudó en mostrarse muy crítico, en general. Por decirlo suavemente, el director se quejó, con dureza, de que el streaming lo había invadido todo y añadió que con tal de ganar dinero sólo ofrece infinidad de productos vacíos, poco cuidados, con el fin de potenciar en el espectador un consumismo voraz de una historia a otra.

Eduardo Párraga
Eduardo Párraga

Por cierto, hablando sobre este asunto, les recomiendo que visiten “byNWR”, la propia plataforma creada por el cineasta danés, con acceso gratuito a muchísimas rarezas recuperadas y restauradas que de otra forma podrían perderse. Funciona como una pequeña filmoteca, con títulos poco convencionales, escogidos por el director, rescatados del olvido. Merece la pena echarle un vistazo.

Puede que “Too old to die young” exija armarse de paciencia al espectador, pero logra sorprender de formas inesperadas. El resultado, inclasificable. Incluso se encuentran toques de western, esoterismo o cómic. (Al fin y al cabo, Ed Brubaker, importante guionista de cómics, firma las líneas de cada episodio junto a Winding Refn). No obstante, el final resulta insatisfactorio por terminar dando demasiada preponderancia al relato de Jesús (Augusto Aguilera) y Yaritza (Cristina Rodlo) sobre el resto.

A pesar de todo, el conjunto es toda una experiencia lisérgica, contemplativa, capaz de generar expectación por lo que va a suceder, incluso miedo, con sus imágenes extrañas y pausadas. La realización de Nicolas Winding Refn te atrapa y te deja embobado casi sin que te des cuenta, incluso si rechazas algunos de sus momentos.

La serie reúne todas las características del estilo narrativo de NWR: uso y abuso tanto de los silencios como de los zooms y travellings, búsqueda constante de belleza en el plano, luces de neón a raudales, erotismo, posiciones de los personajes coreografiadas con esmero, violencia explícita, secuencias en coches, la buenísima música de Cliff Martinez, su compositor habitual…

La pasión por la estética llevada al paroxismo. Lo burdo, lo sexual, lo violento son retratados de forma preciosista. Sin olvidar una de sus maravillosas constantes: personajes solitarios que recorren, al volante, un Los Ángeles nocturno e irreal.

Por destacar algunos pasajes: ese momento homoerótico (voluntario o involuntario) entre Jesús (Augusto Aguilera) y Miguel (un desaprovechado Roberto Aguire), al final del “Volumen 2: The Lovers”, que recuerda al de Jesse (Elle Fanning) y Jack (Desmond Harrington) en la injustamente denostada “ The Neon Demon” (2016); la creciente intimidad entre Martin (Miles Teller) y Viggo (John Hawkes); los paseos de Diana (Jena Malone) con estos últimos; todo el “Volumen 5: The Fool”, posiblemente el capítulo más intenso y autoconclusivo de la miniserie, que cuenta con un poderoso final, etc.

El cineasta ofrece su peculiar exuberancia estilística al servicio de una historia no exenta de riesgos (Martin sale con una menor, la dureza de algunos momentos sexuales o agresivos…). Pero la crítica y la opinión jamás han perturbado a este visionario danés. Refn ha admitido que le da igual que sus películas gusten o no mientras provoquen algo que genere reflexión y debate entre dos personas.

–“Everyone is always chasing beauty” (“Todos estamos siempre persiguiendo la belleza”) –decía Nicolas Winding Refn en el Festival de Cannes 2016, en la presentación de la maravillosa “The Neon Demon” (2016), ese relato tenebroso sobre la obsesión por la fama y por la edad. Pues bien, el cine contiene y esconde infinidad de belleza, así que ¡feliz cacería!