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Video distorsiona las primeras investigaciones sobre coronavirus para promover una teoría de conspiración infundada sobre armas biológicas

Reportero: Catalina Jaramillo

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Partículas de coronavirus supuestamente usadas como armas biológicas
Partículas de coronavirus humano 229E, imagen de microscopía electrónica de transmisión coloreada digitalmente de 1975. Por CDC/ Dr. Fred Murphy; Sylvia Whitfield.

Compendio SciCheck

Los primeros coronavirus humanos identificados en la década de los 60 causan resfriados comunes. Pero un video viral tergiversa las primeras investigaciones sobre coronavirus y cita patentes no relacionadas para sugerir falsamente que científicos en EE. UU. crearon los virus que causan el SARS y el COVID-19. El video tampoco es una grabación de un testimonio oficial ante el Parlamento Europeo.


Historia Completa

Los científicos han estudiado los coronavirus, una familia de virus que infecta a animales y a humanos, por décadas; el primero se identificó en pollos en la década de los 30. En 1968, después de que se identificará el primer coronavirus humano en 1965, los virólogos agruparon los virus y los llamaron coronavirus por su superficie en forma de corona, que también se parece a la capa más externa del sol, también llamada corona.

En la actualidad se conocen siete coronavirus que infectan a humanos; cuatro de ellos, conocidos como coronavirus humanos comunes (229E, NL63, OC43 y HKU1), generalmente causan los síntomas leves a moderados de un resfriado común. Pero los coronavirus recibieron más atención en 2003, luego de que emergiera el SARS-CoV-1, el primer coronavirus conocido en causar una enfermedad respiratoria grave en humanos, seguido por el MERS-CoV en 2012, y el SARS-CoV-2, que causa el COVID-19, en 2019.

Tanto el SARS-CoV-1 como el MERS-CoV se originaron en animales y saltaron a humanos. Aunque aún no hay pruebas de cómo comenzó el SARS-CoV-2, muchos científicos creen que las pruebas disponibles también apuntan a un derrame zoonótico. Hay consenso general de que si el SARS-CoV-2 se hubiera escapado de un laboratorio en Wuhan, habría sido por accidente. Un informe de Inteligencia de EE. UU. publicado en 2021 mostró que todas las agencias acordaron que “el virus no fue desarrollado como un arma biológica” y “la mayoría” dijo que el virus “probablemente no fue diseñado genéticamente”, como informamos.

Sin embargo, en un video ampliamente difundido y engañosamente presentado como testimonio frente al Parlamento Europeo, David Martin, un analista financiero, cita patentes no relacionadas y tergiversa investigaciones tempranas del coronavirus para sugerir falsamente que científicos en EE. UU. diseñaron los virus que causaron el SARS y el COVID-19 como parte de un complot para obtener ganancias con las vacunas.

“Señoras y señores, esto fue terrorismo doméstico premeditado”, dijo Martin sobre la pandemia del COVID-19 (minuto 19:22). “Este es un acto de guerra biológica y química perpetrado en la raza humana. … … [E]ste fue un atraco financiero y un fraude financiero”, agregó. La cita luego se compartió en una publicación de Twitter que a la fecha de publicación había sido retuiteada más de 75.000 veces.

Excepto que la argumentación de Martin es absurda. La doctora Susan R. Weiss, una investigadora de coronavirus en la Universidad de Pensilvania, nos dijo en una entrevista telefónica que las declaraciones de Martin están llenas de imprecisiones y distorsionan completamente la investigación pasada sobre el coronavirus.

“No hay fundamento para nada de esto”, nos dijo. “No tiene sentido científico alguno”.

Martin ha empujado varias teorías conspirativas sobre la pandemia. En 2020, fue una de las figuras centrales en la segunda parte del video llamado “Plandemia”, que también planteaba erróneamente que la pandemia fue planeada, como hemos escrito.

No fue testimonio ante el Parlamento Europeo

Parte del atractivo del video de Martin, y lo que le presta legitimidad a sus afirmaciones, es que, a primera mirada, pareciera que está hablando en frente del Parlamento Europeo y dando un testimonio oficial.

“No puede creer lo que escucho, lo que se está diciendo en la unión europea”, un usuario de Facebook dijo, al compartir el video, el cual muestra a Martin junto a una bandera del Parlamento Europeo en lo que para algunos podría parecer el hemiciclo del Parlamento Europeo.

“Imperdible: Esta es la presentación inaugural por el Dr David Martin sobre los orígenes del Covid en 1965 y las vacunas contra el Covid en 1990!” un usuario de Twitter escribió. “Está hablando en frente de la Reunión Internacional del Covid III en el Parlamento Europeo en Bruselas el 3 de mayo, 2023. Escuche y asómbrese..!”.

En realidad, solo cinco de los 705 miembros del Parlamento Europeo participaron en el evento, el cual se realizó en una sala del edificio del parlamento en Bruselas, como parte de una reunión de tres días organizada por activistas antivacunas y contrarios al COVID-19. Los cinco miembros del parlamento han participado en acciones en contra de las vacunas contra el COVID-19.

Natalie Kontoulis, una vocera del Parlamento Europeo, nos dijo en un correo electrónico que la reunión “no fue un evento oficial del Parlamento Europeo”. Y agregó que los miembros del Parlamento “pueden ejercitar su mandato libremente, responsabilizándose tanto de sus actividades como de su contenido”.

De acuerdo a la página web del evento, la lista de panelistas incluyó algunos importantes divulgadores de desinformación sobre el COVID-19, incluyendo al Dr. Robert Malone, el Dr. Pierre Kory, y el Dr. Ryan Cole. El contenido del evento fue transformado en un libro llamado “ICS 3 – The Whole Truth” (Toda la verdad) y comercializado — una copia de tapa blanda se vende por 29,99 dólares.

El SARS-CoV-2 no es nuevo, no fue diseñado hace 56 años  

Durante el video de casi 22 minutos, Martin elabora un relato científicamente imposible que sugiere que el SARS-CoV-2 y otros virus son el resultado de la experimentación con coronavirus de resfriados comunes que fueron descubiertos en la década de los 60.

“Esto es realmente algo que se ha venido diseñando por años”, dijo Martin sobre la pandemia del COVID-19 (minuto 5:31). “En 1967, el año en que nací, hicimos los primeros ensayos en humanos al inocularle coronavirus modificado a personas. ¿No es eso increíble? 56 años atrás, el éxito de la noche a la mañana de un patógeno que ha estado en diseño por 56 años”.

Pero Martin, que engaña durante todo el video al implicar que todos los coronavirus pudieran ser el mismo, está malinterpretando un estudio que involucró infectar a personas con un coronavirus que causa un resfrío. El virus no fue modificado. Más relevantemente, la noción de que un coronavirus común pudiera ser manipulado o utilizado para diseñar el SARS-CoV-2 es incorrecta.

Partículas de coronavirus humano 229E, imagen de microscopía electrónica de transmisión coloreada digitalmente de 1975. Por CDC/ Dr. Fred Murphy; Sylvia Whitfield.

“Son demasiado diferentes”, dijo Weiss. “No tenemos la habilidad de convertir uno en el otro”.

Cerca de un minuto más tarde, Martin dice: “Irónicamente, el resfriado común fue convertido en una quimera en la década de los 70. Y en 1975, 1976 y 1977 comenzamos a entender cómo modificar el coronavirus poniéndolo en diferentes animales, cerdos y perros”.

“Esto no tiene sentido alguno”, nos dijo Weiss.

Primero, como dijimos, hay muchos tipos de coronavirus. Algunos infectan a animales y otros infectan a humanos, y unos pocos pueden cruzar de una especie a otra, nos dijo Weiss. “Y sucede que, el virus humano … al menos el virus del resfriado, que yo sepa, solo se reproduce en humanos”. Los virus no pudieron ser modificados en ese momento tampoco, explicó. “No podíamos diseñar virus en ese tiempo”, dijo, refiriéndose a la década de los 70, ya que la tecnología para hacerlo, como la clonación, aún no existía.

Martin continúa engañando al decir que la inoculación de estos coronavirus supuestamente modificados crearon un gran problema en la industria canina y porcina, lo que llevó a Pfizer a patentar su “primera vacuna de proteína de la espícula” en 1990. “¿No es eso fascinante? No es fascinante que nos dijeron que ‘Bueno, la proteína de la espícula, es una cosa nueva’”, dijo (minuto 7:44).

Excepto que la patente era para una vacuna contra un coronavirus canino, que se dirigía a un virus completamente diferente al SARS-CoV-2. En 2020, desmentimos afirmaciones similares que también confundían un coronavirus canino con el virus que causó la pandemia.

Es más, los científicos nunca dijeron que las proteínas de la espícula del coronavirus fueran “nuevas”. La espícula específica del SARS-CoV-2 era nueva y la secuencia genética fue necesaria para diseñar las vacunas. Pero una de las razones por la cual las vacunas contra el COVID-19 se desarrollaron tan rápidamente es porque los científicos ya sabían que las proteínas de la espícula del virus serían un buen objetivo para las vacunas. La existencia de este conocimiento previo no es prueba de que el SARS-CoV-2 haya sido diseñado como un arma biológica o como parte de un plan para vender vacunas.

Martin también afirma falsamente que el SARS-CoV-1 fue creado en un laboratorio estadounidense.

“Está usted sugiriendo que el SARS … ¿puede haber venido de un laboratorio de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill? No, no lo estoy sugiriendo. Le estoy diciendo que esos son los hechos, nosotros diseñamos el SARS” dijo. “El SARS no es un fenómeno que ocurra naturalmente. El fenómeno que ocurre naturalmente se llama resfriado común … SARS es la investigación desarrollada por humanos que crea un arma a partir de un modelo sistémico vivo para realmente atacar a los seres humanos”.

No hay pruebas de que el SARS-CoV-1 fuera diseñado o proviniera de algún laboratorio. El virus apareció naturalmente en 2002 en China, cuando probablemente saltó de civetas a humanos, y sus orígenes están vinculados a murciélagos.

Martin apunta a una patente de 2002 como supuesta prueba. Pero la patente, que es para un método para producir vectores virales, se enfoca en un coronavirus porcino (los vectores virales se usan para entregar información genética a las células). Como antes, la patente no es prueba de que el virus del SARS fuera diseñado.

Martin también distorsiona el significado de una línea de la patente que dice que el método puede ayudar a producir “una partícula de coronavirus infecciosa pero de replicación defectuosa”.

“Escuche esas palabras: infecciosa, de replicación defectuosa”, dice Martin sugerentemente (minuto 10:18). “¿Qué significa realmente esa frase, para aquellos de ustedes que no están familiarizados con este lenguaje? Déjeme explicarles. Infecciosa de replicación defectuosa significa un arma. Significa algo diseñado para atacar a un individuo, pero sin causar daño colateral para otros individuos”.

Pero Martin se equivoca de nuevo. Replicación defectuosa simplemente quiere decir que una partícula viral será incapaz de reproducirse a sí misma.


Traducido por Catalina Jaramillo.

Nota del editor: Los artículos de SciCheck que brindan información certera y que corrigen información errónea sobre temas de salud se publican gracias a una beca de la Robert Wood Johnson Foundation. La fundación no tiene control alguno sobre las decisiones editoriales de FactCheck.org, y los puntos de vista expresados en nuestros artículos no reflejan necesariamente el punto de vista de la fundación.

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