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Las versiones inhalables o en atomizador nasal de las vacunas de ARNm contra el COVID-19 todavía están en fase de desarrollo y no tienen la aprobación reglamentaria. Publicaciones en línea distorsionan una investigación reciente de la Universidad de Yale para afirmar falsamente que los gobiernos han aprobado tales productos con el fin de vacunar masivamente al público sin su consentimiento en un complot que involucra a Bill Gates.
Historia completa
Algunos científicos están trabajando en la creación de vacunas de ARNm contra el COVID-19 que se puedan inhalar mediante un atomizador nasal. Estas vacunas tienen el potencial de prevenir mejor las infecciones o la transmisión del virus que las vacunas inyectables habituales.
Algunos científicos están trabajando en crear vacunas de ARNm contra el COVID-19 que se puedan inhalar mediante un atomizador nasal. Estas vacunas tienen el potencial de prevenir mejor las infecciones o la transmisión del virus que las vacunas inyectables comunes. Como con cualquier otra vacuna, estas vacunas, una vez autorizadas o aprobadas, se pondrán solo si la persona elige vacunarse.
Pero en internet se afirma falsamente que Bill Gates está detrás de un intento de utilizar vacunas inhalables de ARNm contra el COVID-19 para saturar el aire y vacunar a grandes cantidades de personas sin su consentimiento.
“Aprobada la ‘vacuna aérea’ de ARNm de Bill Gates para el uso en seres humanos sin su consentimiento”, dice un titular falso de People’s Voice, un dudoso sitio web cuya información hemos verificado en el pasado.
“La vacuna aérea inyectará ARNm ‘indiscriminadamente’ y a la fuerza en todo el planeta, llevando sus sustancias químicas tóxicas directamente a los pulmones de las personas”, continúa la publicación.
Como hemos explicado antes, las vacunas de ARNm contra el COVID-19 tienen un buen perfil de seguridad y no son “tóxicas”.
El artículo procede a mezclar algunas cosas ciertas, incluida la existencia de algunas investigaciones iniciales en la Universidad de Yale de una vacuna nasal de ARNm en ratones, para sugerir falsamente que una conspiración respaldada por Bill Gates es inminente.
La Fundación Bill y Melinda Gates nos dijo en un correo electrónico que las afirmaciones del artículo eran “falsas”.
Otras publicaciones han resaltado la misma investigación para sugerir la posibilidad de una vacunación forzosa, a veces sin mencionar a Bill Gates.
En realidad, ningún país ha aprobado versiones de ARNm de una vacuna contra el COVID-19 inhalable, según nuestra investigación, aunque algunos diseños distintos al de ARNm han sido lanzados en países como China. Y los científicos afirman que no es posible nebulizar una vacuna de este tipo y vacunar a la gente sin que lo sepan.
“No es posible hacer eso y lograr la vacunación, y no es lo que analizamos en nuestros estudios”, nos dijo en un correo electrónico W. Mark Saltzman, ingeniero biomédico y uno de los científicos que dirigen el trabajo en Yale.
Algunas publicaciones también citan un estudio de bioética titulado “La biomejora moral obligatoria debería ser encubierta” para argumentar que la conspiración es factible. Pero el artículo, escrito por un solo académico, trata específicamente de la biomejora moral, que el autor define como “la posibilidad de influir en el comportamiento moral de una persona, mediante la intervención biológica, en sus actitudes, motivaciones o disposiciones morales”.
Esto es un concepto teórico, ya que actualmente no existe ninguna forma biológica de modificar el comportamiento moral de una persona. Además, el artículo solo argumenta un condicional: que si la biomejora moral fuera obligatoria, entonces debería administrarse de forma encubierta. No está directamente relacionada con la vacunación contra el COVID-19.
La publicación “toma diferentes fragmentos de información y los une para crear una teoría Frankenstein”, nos dijo la doctora Angela K. Shen, experta en vacunas y salud pública en el Instituto de Economía de la Salud Leonard David de la Universidad de Pensilvania. “Pero en realidad no funciona así”.
Estudio de Yale malinterpretado
Como supuesta prueba del complot, el artículo de People’s Voice cita un estudio publicado en agosto en Science Translational Medicine por investigadores de la Universidad de Yale. “Un equipo de la Universidad de Yale ha desarrollado un método para introducir sustancias químicas peligrosas en los pulmones de la gente”, afirma erróneamente el artículo.
Pero el estudio, realizado en ratones, es solo una prueba de que los científicos están trabajando en el desarrollo de una vacuna nasal de ARNm.
“Este estudio, basado en conocimientos científicos básicos, descubrió que las moléculas de ARNm administradas por vía intranasal a los pulmones de animales de laboratorio pueden utilizarse para vacunar eficazmente contra el virus del COVID”, afirmó Saltzman.
“Al contrario de lo que se informa en las redes sociales”, dijo Saltzman, rociar la vacuna al aire para vacunar masivamente a personas sin su consentimiento “no funciona en seres humanos y este estudio no involucró a seres humanos. Los humanos deben recibir una dosis controlada administrada directamente en la nariz”.
Shen también señaló que “cuando algo se transmite por el aire, se diluye”, lo que hace que la perspectiva de intentar vacunar a la fuerza a una población nebulizando la vacuna sea altamente inverosímil.
La principal innovación del estudio de Yale son las nanopartículas de polímero utilizadas para introducir el ARNm en el pulmón. Por su cuenta, el ARNm es muy inestable y no puede atravesar las capas de mucosidad del organismo ni penetrar las células y hacer algo. Además, los sistemas de administración probados previamente han causado inflamación pulmonar.
Este diseño parece esquivar estas preocupaciones, al menos en ratones. Pero se necesitan más pruebas, incluso en humanos, antes de que la vacuna, si tiene éxito, llegue a estar disponible. Shen, que también es capitana retirada del Servicio de Salud Pública de EE. UU., calcula que una vacuna de este tipo tardaría entre ocho y diez años en llegar al mercado.
Saltzman añadió que “no hubo financiación de Bill Gates ni de su fundación”, lo que coincide con las fuentes de financiación citadas en su estudio.
La única conexión con Bill Gates que hemos podido encontrar es un interés general por las vacunas en forma de atomizador nasal, que generalmente no se basan en el ARNm. La Fundación Bill y Melinda Gates, por ejemplo, ayudó a financiar otras investigaciones sobre vacunas nasales y participó en un seminario virtual sobre este tipo de vacunas contra el COVID-19 en noviembre de 2022.
Pero, como hemos dicho, la fundación calificó de falsas las acusaciones vertidas en las publicaciones y como explicaremos con más detalle a continuación, existen buenas razones de salud pública para querer invertir en vacunas nasales. Este interés no demuestra que exista una conspiración para vacunar a la fuerza a nadie.
Las ventajas de las vacunas en atomizador nasal
Los científicos están interesados en las vacunas en atomizador nasal y otras denominadas vacunas de mucosas, sobre todo porque, al actuar sobre los tejidos mucosos donde se arraigan primero las infecciones respiratorias, podrían prevenir mejor las infecciones que las vacunas inyectables.
Como se señaló en un resumen del seminario sobre las vacunas de mucosas contra el COVID-19 celebrado en noviembre de 2022, incluso si dichas vacunas no son capaces de prevenir por completo las infecciones, podrían reducir la excreción viral en mayor medida que las vacunas inyectables, lo que reduciría la transmisión del virus. A su vez, esto limitaría más eficazmente los brotes de la enfermedad, disminuiría el número de personas que desarrollan COVID prolongado y reduciría el riesgo de crear nuevas variantes del virus del COVID-19.
Otra ventaja de las vacunas de mucosas es que son más fáciles de administrar. Esto es útil para todos, pero podría ser especialmente valioso en las zonas más pobres del mundo.
“Un dispositivo de administración sin agujas es un mejor método de administración en países de ingresos bajos y medios”, nos dijo Shen desde la República de Sierra Leona, donde está realizando algunos trabajos.
Dado que muchas personas tienen miedo a las agujas, es probable que una vacuna sin agujas también atraiga a muchas personas a las que les gustaría vacunarse, pero no pueden superar su miedo.
Sin embargo, hay relativamente pocas vacunas de mucosas, especialmente para enfermedades respiratorias. Solo hay una vacuna en atomizador nasal aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. Esa vacuna, FluMist, utiliza virus de la gripe debilitados para proteger contra la gripe estacional.
No existen vacunas inhalables o en atomizador nasal contra el COVID-19 autorizadas o aprobadas en EE. UU. Sin embargo, el gobierno está invirtiendo dinero en al menos dos diseños, ninguno de los cuales utiliza ARNm, con la esperanza de que estas vacunas que son más fáciles de administrar también reduzcan mejor la propagación del coronavirus.
Fuera de EE. UU., hay algunos diseños que no son ARNm de India, China, Rusia e Irán con autorizaciones o aprobaciones.
China autorizó para uso de emergencia la primera vacuna inhalable contra el COVID-19 del mundo en septiembre de 2022. Se trata de una versión en aerosol de la vacuna inyectable de la empresa, que utiliza un adenovirus, no ARNm, para suministrar instrucciones para fabricar la proteína de la espícula del coronavirus. La vacuna inhalable utiliza un vaso dispensador para nebulizar el líquido de la vacuna para que se pueda inhalar.
Traducido por Elena de la Cruz.
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